Soldados norcoreanos durante un entrenamiento
Tras el anuncio del ministerio de la Unificación, el Gobierno de Seúl intenta rebajar la tensión asegurando que la prueba no será inminente
PABLO M. DÍEZPABLODIEZ_ABC / ENVIADO ESPECIAL A SEÚL
Día 08/04/2013 - 11.34h
Corea del Norte estaría preparando su cuarto ensayo nuclear. Así lo ha anunciado este lunes el ministro para la Reunificación de Corea del Sur, Ryoo Kihl-jae, en una reunión con diputados del Parlamento, según informa la agencia Yonhap. Como sus palabras enseguida volvieron a avivar la tensión, luego las matizó afirmando que no se había expresado correctamente al anunciar que había «indicios» de un aumento de la actividad en el silo de Punggy-ri, donde Corea del Norte ya ha llevado a cabo otras pruebas atómicas.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Defensa surcoreano, Kim Min-seok, explicó que «el movimiento de vehículos y personal cerca del túnel sur de Punggye-ri era normal», pero también recordó que «tras el tercer ensayo nuclear, ya explicamos que el Norte había preparado los túneles del oeste y del sur del silo para una prueba nuclear». Aunque el Ejecutivo de Seúl intenta rebajar la escalada militar, Kim Min-seok aclaró que «la situación sigue igual. Si Corea del Norte lo decide, podría llevar a cabo una prueba atómica».
Citando una fuente del Gobierno surcoreano, el periódico «JoongAng Ilbo» publica este lunes que «hay reciente movimiento de personal y vehículos en el túnel sur de Punggy-ri», el silo nuclear donde Corea del Norte ya ha llevado a cabo otras pruebas atómicas. Según este diario, el Gobierno surcoreano está «vigilando la situación porque es similar al comportamiento previo visto antes del tercer ensayo nuclear», que tuvo lugar el pasado 12 de febrero. Desde entonces, las sanciones contra dicha prueba han desatado una escalada de amenazas por parte de Pyongyang, que ha anulado el armisticio vigente con el Sur desde el final de la guerra en 1953 y ha declarado el estado de guerra.
Misiles preparados
A tenor de unas imágenes tomadas por satélites espía, el régimen dirigido por Kim Jong-un ha desplazado dos misiles de medio alcance Musudan a la costa oriental del país, desde donde podría dispararlos a modo de prueba balística para celebrar el aniversario del nacimiento deKim Il-sung, padre de la patria y abuelo del actual dictador, que se conmemora el próximo lunes, día 15.
Además, Corea del Norte ha recomendado a las Embajadas extranjeras en Pyongyang evacuar su personal al no poder garantizar su seguridad a partir de este miércoles, lo que hace sospechar al Ejecutivo de Seúl que el régimen de Kim Jong-un prepara el lanzamiento de los misiles en torno a esa fecha. Con capacidad para alcanzar hasta 4.000 kilómetros, lo que en teoría pone a tiro Corea del Sur, Japón y la base estadounidense en la isla de Guam, dichos proyectiles han sido montados en lanzaderas móviles y ocultados en la costa oriental del país, según los informes de la Inteligencia.
Aunque la situación es de absoluta normalidad en Corea del Sur, donde sus habitantes están ya acostumbrados a las amenazas de Pyongyang, la Armada ha desplegado sus defensas movilizando buques con radares Aegis para detectar los misiles e interceptarlos en caso de que la prueba salga mal y se desvíen de su ruta. Además, el Ejército de Corea del Sur dispone en tierra del sistema de radar antimisiles «Green Pine» y del avión de alerta temprana «Peace Eye» para avisar si se produce un ataque del Norte.
A ellos se suman la plataforma marítima estadounidense que vigila la costa oriental de Corea del Norte y el buque de guerra John McCain, otro destructor con tecnología Aegis que patrulla el litoral occidental para interceptar posibles lanzamientos de misiles. Como medida de precaución, el Pentágono también desplegará en Guam una plataforma defensiva antimisiles para localizar y destruir los cohetes norcoreanos en caso de agresión.
Estado nuclear
Pero los funcionarios surcoreanos creen que lo más probable es que la misión de dichos proyectiles consista en celebrar el aniversario del nacimiento del abuelo de Kim Jong-un, elevado tras su muerte en 1994 a la categoría casi divina de «Presidente Eterno» de Corea del Norte. A tenor de Yonhap, Pyongyang todavía no ha probado sus misiles Musudan, que fueron revelados en un desfile militar en octubre de 2010, ni los de largo alcance KN-08. A pesar de las amenazas, numerosos expertos dudan de la efectividad de los misiles norcoreanos, cuyos ensayos han fracasado con excepción del cohete que puso en órbita un satélite espacial en diciembre del año pasado.
Con todas estas provocaciones, el joven dictador Kim Jong-un persigue consolidar su poder dentro del régimen y unir a su sufrido pueblo frente a una supuesta amenaza exterior, así como forzar a EE.UU. y Corea del Sur a reabrir las conversaciones de desarme a cambio de petróleo, ayuda humanitaria y, lo más importante, reconocimiento diplomático como un Estado nuclear.

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