Aunque la decisión no está tomada, el Vaticano ya ha empezado los primeros contactos
PABLO ORDAZ Roma 17 ABR 2015 - 11:17 CEST
El papa Francisco, según reconocieron en su momento los presidentes Barack Obama y Raúl Castro, desempeñó un papel principal en el histórico acercamiento entre Estados Unidos y Cuba, y de ahí que no resulte una sorpresa que se esté planteando la posibilidad de visitar la isla coincidiendo con su próximo viaje a Estados Unidos, previsto para finales de septiembre. Así lo ha confirmado, mediante una nota, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, quien ha añadido que las conversaciones con las autoridades cubanas "está aún en un momento demasiado inicial como para hablar de una decisión ya tomada o de un proyecto operativo".
La visita a Cuba, que podría realizarse en las vísperas de las de EE UU, multiplicaría la importancia política de un periplo en el que ya está previsto que Jorge Mario Bergoglio se convierta en el primer pontífice que ofrecerá un discurso en el Congreso estadounidense. De hecho, ya se preveía que el histórico, aunque lento y complicado, acercamiento entre ambos países fuese una de las cuestiones clave para abordar en el encuentro que mantendrá Francisco en la Casa Blanca con el presidente de EE UU, Barack Obama, previsto para el 23 de septiembre, así como en el discurso ante la Asamblea de las Naciones Unidas en Nueva York. Un viaje que terminará en Filadelfia para participar en el Encuentro Mundial de las Familias, que organiza la Iglesia Católica.
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Aunque, como cita la nota del Vaticano, los contactos con las autoridades cubanas para la organización del viaje están al principio, el Vaticano está moviéndose desde hace tiempo. El secretario de Estado, que cubre las funciones de un primer ministro del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, participó en la pasada VII Cumbre de las Américas, en Panamá, a la que asistieron el presidente cubano, Raúl Castro, y Obama. Los medios italianos informan de que del 22 al 28 de abril viajará a Cuba otro colaborador cercano al Papa, el prefecto de la Congregación para el clero, el cardenal italiano Beniamino Stella, quien fue nuncio en la isla de 1993 a 1999.
Cuba y la Santa Sede también celebran en 2015 los 80 años del inicio de sus relaciones diplomáticas. El papa Benedicto XVI viajó a Cuba en marzo de 2012, mientras que 14 años antes lo había hecho Juan Pablo II.
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