ENTREVISTA
María Corina Machado, coordinadora de Relaciones Internacionales de la oposición venezolana, denuncia que en el país mandan sobre todo los cubanos y un grupo de militares
LUDMILA VINOGRADOFFLUDMILAVINO / CORRESPONSAL EN CARACAS
Día 14/05/2013 - 13.09h
A la diputada de la oposición venezolana María Corina Machado no la asustan fácilmente. El pasado 30 de abril la empujaron por la espalda en medio de una penosa sesión parlamentaria de la Asamblea Nacional venezolana. La golpearon, le dieron varias patadas y le rompieron la nariz, mientras el presidente de la Asamblea, Diosdado Cabello, miraba impasible cómo la golpeaban sin detener la trifulca. Pero ella no se amilana. «Me siento más fuerte que nunca», nos asegura.
María Corina fue la diputada más votada en las pasadas elecciones legislativas. Y,en la actualidad, como coordinadora de Relaciones Internacionales de la alianza opositora, se vuelca en la tarea de buscar la solidaridad de Iberoamérica con la democracia en Venezuela y contra el fraude cometidos en las elecciones. Nicolás Maduro ha visitado varios países del continente iberoamericano ofreciendo petróleo y negocios a cambio de su legitimación como presidente venezolano. Pero la oposición no se rinde, y María Corina tiene ahora como objetivo que las naciones democráticas sean consecuentes y defiendan también en Venezuela el estado de derecho y las reglas de la democracia.
–¿Cómo se encuentra después de que en aquella sesión de la Asamblea Nacional le rompieran el tabique nasal?
–Con un dolor muy fuerte en la cara. Al principio las placas mostraban cuatro roturas en el tabique, pero cuando me operaron los cirujanos vieron que el daño era mayor y mucho más profundo. Había daños múltiples en los huesos, con sangrado interno. El médico me dice que la recuperación puede tardar un mes, pero que la próxima semana ya puedo recuperar mi actividad normal.
–¿Qué objetivo persigue con su actual campaña internacional?
–Estamos organizando a los parlamentarios en América Latina y en todo el mundo. El señor Maduro cree que con amenazas nos va a intimidar, pero, al contrario, nos ha dado más fuerza para seguir nuestra lucha.
–¿Cuáles serán entonces sus próximos pasos?
–Demostrar el fraude electoral que ocurrió el 14-A. Somos mayoría, el mundo entero lo sabe, haga lo que haga el oficialismo. Este es un Gobierno que ha perdido completamente su legitimidad y que, además, ha recurrido a la represión. Así que el coste político para quienes han actuado con indiferencia o complicidad en América Latina se ha incrementado enormemente.
«Ignorar lo que ocurre en Venezuela puede tener un coste interno en sus países»–¿Cuál es su mensaje para los gobiernos de la región?
– Es un mensaje para todos los gobiernos democráticos de la región, desde Chile hasta México. No pueden pretender mirar hacia otro lado, ignorando lo que ocurre en Venezuela, seguir legitimando (al Gobierno de Maduro) y haciendo negocios impunemente. De lo contrario, su actitud debería tener un coste interno en sus países.
–¿Qué le pide a la comunidad internacional?
–Que nos apoyen, que se termine la legitimación de Nicolás Maduro, que los países signatarios de la Carta Democrática Interamericana actúen de inmediato. Hace muy poco, todos los representantes de los partidos de la oposición introdujimos la Carta Democrática Interamericana denunciando las agresiones y el golpe a la Constitución.
–¿Qué le pide a los socios de Unasur (Unión de Naciones Suramericanas)?
–Hemos exigido a todos los presidentes de Unasur que se celebre una nueva reunión de emergencia para analizar la crisis en Venezuela. Las premisas sobre las que se firmó el acuerdo de Unasur fueron traicionadas por el Consejo Nacional Electoral y por el señor Maduro.
–¿Qué expectativas tiene de que prospere la impugnación presentada por Capriles ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ)?
–Lo más probable es que lo rechacen. El TSJ se enfrenta a una encrucijada histórica. Si rechaza el recurso sería la evidencia del fraude del 14 de abril, pero si da curso a la impugnación entonces tendremos la seguridad de que habrá nuevas elecciones presidenciales.
–¿Engañó Nicolás Maduro a los mandatarios iberoamericanos para que asistieron a su toma de posesión?
–Sí, el pasado 18 de abril, durante la reunión de Lima, los miembros de Unasur acordaron acudir al día siguiente a la jura de Maduro en Caracas, con el compromiso de que se auditaran todos los votos para despejar las dudas sobre su cuestionado triunfo en los comicios del 14 de abril. Pero finalmente no se ha hecho el recuento de los votos con la verificación en los cuadernos y las actas. Engañaron a la región.
–¿Cómo sobrellevan la mordaza que se les ha impuesto en el Parlamento, así como la suspensión del salario por negarse a reconocer a Maduro?
–Vamos a ver qué pasa en los próximos días. Hemos sido firmes. No negociamos los principios democráticos ni hacemos concesiones. Exigimos que se cumplan nuestros derechos, que son los de la mayoría que nos eligió.
–¿Qué le diría al régimen cubano?
–Los hermanos Castro nos subestimaron. Su orden de agredirnos el 30 de abril fue equivocada, se les ha vuelto en contra. Es evidente que no saben de lo que es capaz el «bravo pueblo de Venezuela». Luchamos por la paz y la libertad, y los cubanos no nos doblegarán.
«Detrás hay un estado mayor cubano que está mandando en Venezuela»–¿Quién manda más: Maduro o su mujer, Cilia Flores?
–Aquí mandan los cubanos y un grupo de militares vinculados a civiles que, de manera irregular, están ejerciendo el poder. Es una junta más militar que civil, con Maduro como cabeza visible. Pero detrás hay un estado mayor cubano que está mandando en Venezuela.
–¿Se diría que es una ocupación extranjera?
–Eso es, usted lo ha dicho. Maduro es un títere del régimen cubano que le ha entregado el territorio nacional. Eso es traición a la patria.
–Recientemente intervino ante el Parlamento de Colombia. ¿Qué respuesta obtuvo?
–Estupenda. Los representantes de todos los partidos colombianos expresaron su preocupación por lo que ocurre en Venezuela. Deploran la violencia y las agresiones contra los parlamentarios de la oposición.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario