miércoles, 19 de septiembre de 2018

Intervención Estadounidense en Chile (1970 - 1973)


Saludos a todos

The Pinochet File
(Intervención Estadounidense en Chile)


Por Juan Carlos C. J., editor jefe

ANTECEDENTES

Tengo que decir esto, desobedeciendo uno de esos códigos no escritos, acerca de dar una clara señal de rechazó a las injerencias que cometieron las agencias de inteligencia estadounidenses en Chile (1970-1973) comprometiendo gravemente nuestra democracia interna y del irrespeto con que actuaron en nuestra soberanía.

Entretanto, existe la necesidad de evitar nuevas injerencias de parte de los EE.UU en los asuntos internos de nuestro país, por qué no somos marionetas de las administraciones norteamericanas. Los intereses de Estados Unidos en Chile lo hacen convertirse en un aliado peligroso.

SEÑALAMIENTOS

Es preciso informar que este artículo acusatorio intenta probar un agravante colosal que no se cumplió, pero que nos obligue a reflexionar sobre la situación e intromisión mal afrontada de parte de los gobiernos democráticos de Chile en el pasado, al no darle seguimiento e inicial los trámites para que la Corte Penal Internacional (CIJ) de La Haya, también llamada Tribunal Internacional de Justicia abriera una investigación contra soldados y personal de inteligencia estadounidenses involucrados en el Golpe de Estado. Pero el fracaso de los gobernantes de la Concertación y de la mal llamada Nueva Mayoría, comprometidos con el capital, decidieron inclinarse en una postura cobarde y servil hacia el gobierno estadounidense.

De acuerdo con los informes, publicados a nivel del Comité Selecto del Senado sobre Inteligencia (SSCI) de EE.UU. Exigimos que la justicia chilena formalice una acusación oficial sobre crímenes de guerra y contra la humanidad como asesinato, encierro, persecución por motivos políticos, muerte y heridas a traición y formalice las denuncias correspondientes, investigue, persiga y condene "a todos los responsables" que participaron en los planes subversivos contra Chile, con el propósito de crear situaciones de desestabilización en el gobierno de esa época, para provocar cambios en nuestro ordenamiento institucional con ruptura del orden político lo que culmino en un Golpe de Estado.

No obstante, haciendo oficiales los reclamos, antes las entidades internacionales pertinentes por “actividades de intromisión”, estaremos dañando la imagen pública de EE.UU.

CONSECUENCIAS

Hasta qué punto la experiencia del Golpe de Estado organizado por el gobierno estadounidense hace 45 años en contra de Chile, permite que ese escenario, el pueblo chileno no olvide, o “para que la historia no se repita”. En mi opinión, los responsables deben pagar por las acciones clandestinas, ilegales y operaciones de los servicios de inteligencia CIA, y otras organizaciones de inteligencia que se confabularon en nuestro país, y que destrozaron nuestro orden constitucional y a las y los chilenos que como consecuencia padecieron los horrores del régimen de Augusto Pinochet: a los que cayeron luchando por construir un mundo mejor, a los que sobrevivieron y a los que aún permanecen en pie resistiendo y despertando las conciencias dormidas del resto de los ciudadanos.

INFORMES (SSCI)

El 15 de septiembre de 1970 Nixon (republicano) ordenó a la CIA evitar que Allende asumiera el poder o derrocarlo. Esta fecha era considerada el punto de partida para las operaciones encubiertas de Estados Unidos que contribuyeron al derrocamiento del gobierno de Salvador Allende, pero transcripciones de conversaciones entre Nixon y Kissinger hechas públicas posteriormente revelaron que estos políticos habían iniciado sus planes para revertir los resultados de las elecciones chilenas tres días antes. Al mediodía del 12 de septiembre de 1970, Kissinger llamó a Helms para agendar una reunión urgente del Comité 40, un grupo de alto rango que supervisaba las operaciones encubiertas del gobierno de los Estados Unidos. Aproximadamente 35 minutos más tarde, Kissinger le dijo al presidente: «El gran problema hoy en día es Chile».

El encargado fue el Vice Almirante Frederick J. Harlfinger II. Es de común consenso entre los estudiosos del Golpe de 1973, que fue un plan casi exclusivamente naval con miembros de la Fuerza Aérea a la que se sumó a última hora Pinochet y elEjercito de Chile. Los organismo de inteligencia naval de Estados Unidos tenían libre acceso a las dependencias de la Armada y al Ministerio de Defensa. El Golpe Naval se hizo bajo la cobertura de la Operación UNITAS. Muchos de los oficiales de la Office of Naval Intelligence que participaron en las etapas previas y en las acciones primeras del golpe estaban embarcados en Buques de la Armada de los Estados Unidos navegando en las afueras de Valparaíso.

La CIA conjuntamente lanzó una campaña masiva de operaciones encubiertas –primero para impedir que Allende asumiera el gobierno, y cuando esa estrategia fracasó, para minar su gobernabilidad. Llevando a cabo la orden de Nixon, en los años siguientes el gobierno de Estados Unidos «estranguló» la economía de Chile, según Henry Kissinger. Los bancos congelaron créditos y el gobierno congeló la ayuda económica. El Banco Mundial y otras instituciones financieras internacionales dominadas por Estados Unidos cancelaron préstamos. La ITT formó un comité de representantes de corporaciones estadounidenses para fraguar una estrategia contra Allende, de la mano con la administración Nixon. Se enviaron agentes de la CIA a sabotear la economía y fomentar un movimiento de oposición contra el gobierno de Allende, como la huelga de camioneros que paralizó el sistema de transporte.

DE ESTA FORMA, “EL PODER EN LA SOMBRA” DESTRUYÓ LOS ANHELOS DE UN PUEBLO...

Este “acto de política exterior” es denunciable y reprochable no únicamente por haber tenido objetivos politicos y económicos, sino por haber motivado el derrocamiento de un régimen constitucional con la muerte de un presidente en ejercicio.

De acuerdo con mi opinión, el imperialismo norteamericano exhibe una gran fuerza, pero en realidad no la tiene. Políticamente es muy débil, porque está divorciado de las grandes masas populares y no agrada a nadie; tampoco agrada a la mayoría del pueblo norteamericano.

“Del punto de vista estratégico, se debe desechar por completo, mientras que en lo táctico hay que tomarlo muy en serio. En la lucha contra él, es necesario prestar atención a cada batalla y a cada caso”.

Finalmente, puedo afirmar que muchas democracias del mundo, no son ejemplares y que los dictadores no rinden cuentas y los últimos gobiernos estadounidenses, amparados en su auto concedida "excepcionalidad", actúan como si el mundo fuera suyo y el resto de países sus lacayos. Por eso los crímenes de Israel nunca se investigan. ¿Pero, sí, hay que investigar a los países del tercer mundo, pues ellos "son salvajes", no como nosotros los EE.UU, que somos civilizados?

Gracias, siempre.

NOTA: “Donald J. Trump no cayó del cielo, es el resultado lógico de una larga espiral cuesta abajo que culminó con uno de nuestros más odiados ciudadanos conquistando nuestra oficina más poderosa” (Michael Moore, cineasta).


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