A la senadora María Isabel Allende
“El recuerdo del gobierno popular y del compañero presidente Salvador Allende”.
Por: Juan Carlos C.J., editor jefe
Con el debido respeto, tras el golpe de Estado perpetrado por Augusto Pinochet, persiste el recuerdo en la MEMORIA de los sobrevientes, torturados y familiares de los desaparecidos durante la dictadura (1973-1990).
Ha sido una experiencia inolvidable el recuerdo del gobierno popular de complacencia, dolor, sangre, torturas, exilio y muerte. Y para los sobrevivientes, su recuerdo es de incertidumbre: miseria, desempleo, pobreza y olvido.
Tras la aparición de la democracia, no le ha importado a ningún gobierno “democrático” la situación de los sobrevivientes del gobierno popular. Nos cerraron las puertas de la Moneda en la cara, cuando quisimos presentar nuestras posturas.
Sin embargo, le reprochamos a la clase política (actual) de haberse olvidado de los miles y miles de sobreviviente y familiares de los desaparecidos. Los políticos de Chile del siglo XXI se han aprovechado pretendiendo identificarse con ese legado de dolor y persuaden al pueblo de que ellos son sus genuinos representantes, en condición que luego vemos un acomodamiento en los puestos politicos donde reciben mensualmente sueldos millonarios, mientras nosotros, los que les dimos el voto de confianza, recibimos las migajas o las sobras que los gobiernos nos dan.
La MEMORIA de estos tiempos, por mucho que la maten nunca morirá, pero el pueblo que sigue anestesiado por este dolor; algún día despertara, no para repetir la historia, sino para tener conciencia de que no todos los que dicen ser amigos del pueblo lo son.
La prueba del testimonio de mis palabras, la podemos apreciar después de 45 años de ocurridos estos hechos y aun siguen frescas las imágenes de antes como si hubiese ocurridos el día de ayer.
¡DESPIERTA CHILE, DESPIERTA!
Gracias, siempre.
Ha sido una experiencia inolvidable el recuerdo del gobierno popular de complacencia, dolor, sangre, torturas, exilio y muerte. Y para los sobrevivientes, su recuerdo es de incertidumbre: miseria, desempleo, pobreza y olvido.
Tras la aparición de la democracia, no le ha importado a ningún gobierno “democrático” la situación de los sobrevivientes del gobierno popular. Nos cerraron las puertas de la Moneda en la cara, cuando quisimos presentar nuestras posturas.
Sin embargo, le reprochamos a la clase política (actual) de haberse olvidado de los miles y miles de sobreviviente y familiares de los desaparecidos. Los políticos de Chile del siglo XXI se han aprovechado pretendiendo identificarse con ese legado de dolor y persuaden al pueblo de que ellos son sus genuinos representantes, en condición que luego vemos un acomodamiento en los puestos politicos donde reciben mensualmente sueldos millonarios, mientras nosotros, los que les dimos el voto de confianza, recibimos las migajas o las sobras que los gobiernos nos dan.
La MEMORIA de estos tiempos, por mucho que la maten nunca morirá, pero el pueblo que sigue anestesiado por este dolor; algún día despertara, no para repetir la historia, sino para tener conciencia de que no todos los que dicen ser amigos del pueblo lo son.
La prueba del testimonio de mis palabras, la podemos apreciar después de 45 años de ocurridos estos hechos y aun siguen frescas las imágenes de antes como si hubiese ocurridos el día de ayer.
¡DESPIERTA CHILE, DESPIERTA!
Gracias, siempre.
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