lunes, 19 de septiembre de 2011

El FMI advierte a Grecia de que o acelera las privatizaciones o entrará en quiebra

El agravamiento de la crisis

Varios policías impiden el acceso a la zona del Parlamento, en el centro de Atenas.- YANNIS BEHRAKIS (REUTERS)

Venizelos se entrevista con los representantes de la 'troika', que reclamarán más medidas de ajuste. - La teleconferencia se retrasa y tendrá lugar tras el cierre de los mercados. -Alemania amenaza con congelar el último tramo del primer rescate

EL PAÍS - Atenas / Berlín - 19/09/2011

Mientras la plaza Sintagma, en el centro de Atenas, hervía de manifestantes con el lema "No vamos a pagar", el ministro de Finanzas de Grecia comparecía para anunciar los acuerdos del Consejo de Ministros que acababa de celebrarse. Se temía que la presión conjunta de la UE y del FMI le forzara a anunciar nuevos recortes de empleo público o más bajadas de pensiones para seguir recibiendo ayuda financiera con vistas a evitar la quiebra, pero ayer Evangelos Venizelos se limitó a anunciar que su Gobierno acelerará las reformas para asegurarse de que cumple con los objetivos fiscales de 2011 y 2012. Entre los puntos más conflictivos del programa de ajustes, el FMI ha advertido hoy de que un mayor retraso en el plan de privatizaciones podría avocar al país a la temida quiebra.

Según ha afirmado esta mañana el representante del FMI en Grecia, Bob Traa, "las privatizaciones se han retrasado porque los políticos no se ponen de acuerdo sobre cómo llevarla a cabo". "Pero si esperan más, el país acabará en quiebra", ha añadido Traa, que ha defendido que esta opción permitirá el necesario traspaso de capital y de conocimientos desde el sector privado al público para ayudar a sacar al país de su grave crisis. "El electrocardiograma -de Grecia- se parece a la de un hombre muerto", ha añadido. Con esta medida, Atenas confía en ingresar unos 50.000 millones de aquí a 2015, los primeros 5.000 millones ya este año.

Hoy, el propio Venizelos, que a las 18.00 (hora peninsular española, según la última actualización) se entrevista por teleconferencia con los representantes de Bruselas, el Banco Central Europeo y el Fondo al inicio de una semana que ha vaticinado como "muy difícil", ha admitido que algunas de las reformas anunciadas por su Gobierno van con retraso, especialmente en el apartado fiscal. Eso sí, también ha reclamado a los organismos internacionales que no le utilicen como el "chivo expiatorio" de la crisis y les ha reprochado que recurran a la grave situación por la que atraviesa el país para tapar sus errores en la gestión de la crisis.

Ayer no se anunciaron nuevos recortes, pero la prensa griega hablaba de un plan gubernamental para reducir a la mitad el sector público en 2015. En este sentido, varios medios griegos citan hoy un documento en el que supuestamente el FMI y la UE piden a Atenas 15 nuevas exigencias, entre ellas el despido de 100.000 funcionarios hasta 2015, reducir o congelar pensiones y salarios públicos o el cierre de organismos estatales. El ministro, que hoy ha admitido que el volumen de personal público es excesivo, avisó de que los anuncios llegarán en los próximos días y que, en caso de precisarse más ajustes para este año, se decidirán tras la reunión de hoy. Motivos para ello hay, ya que los cálculos de Atenas no coinciden con los del FMI. Según revela Reuters citando a una persona cercana al Ejecutivo griego, la tasa a las propiedades inmobiliarias solo permitirá recaudar 1.000 millones, en lugar de los 2.000 millones anunciados por el Gobierno.

"Grecia asume su responsabilidad para cumplir con su palabra, pero los socios deben también cumplir sus promesas, y esto incluye a países grandes de Europa", dijo, en una clara referencia a Alemania, cuyos líderes volvieron a sembrar dudas sobre la quiebra griega. Y no son los únicos. Aunque Bruselas niega tajantemente un impago, los analistas plantean incluso una posible fractura del euro. Uno de ellos, el profesor Nouriel Roubini, que fue uno de los pocos que vieron venir la crisis de las hipotecas tóxicas o subprime en EE UU, titula su último artículo publicado en el influyenteFinancial Times con esta premisa: "Grecia debe suspender pagos y abandonar el euro".

El empeoramiento de la situación económica hace cada vez más difícil cumplir los objetivos de déficit. El FMI ha recordado hoy que sus previsiones apuntan a que el Producto Interior Bruto (PIB) caerá un 5,5% este año y un 2,5% en 2012, cuando se registrarán los primeros avances en la comparación intertrimestral. El primer ministro, Yorgos Papandreu, teme que Europa y el FMI reaccionen a este posible incumplimiento paralizando la ayuda financiera que envían a Atenas, lo que obligaría al país a declararse en quiebra. Así que el Gobierno se puede ver forzado a apretar más el cinturón que sujeta a una población que ya no puede más. La tensión se palpa entre los manifestantes, que piden a todos los políticos que se vayan del país. "En los últimos meses se habían relajado las protestas, pero con las nuevas medidas está viniendo cada vez más gente", relata una de las manifestantes, Irene Parthenion.

Un síntoma de que las negociaciones no van bien es que los representantes europeos no viajarán hoy a Atenas como estaba previsto; y ni siquiera han fijado una nueva fecha. Los expertos que tienen que valorar la marcha de los ajustes abandonaron Atenas hace dos semanas al constatar que el Gobierno se había enrocado. En lugar del encuentro cara a cara, el Ejecutivo de Papandreu se tendrá que conformar con una teleconferencia en la que a un lado se sentará el alumno (representado por el ministro de Finanzas) y al otro, los profesores (la troika, es decir, la Comisión Europea, el FMI y el BCE). La entrevista, que había sido anunciada para las 12.00 GMT (14.00 hora peninsular española), al final se retrasa dos horas, con lo que tendrá lugar cuando los mercados ya estén cerrados.

Atenas confía en que el encuentro sirva para demostrar que está haciendo los deberes, y acelerar el proceso para desbloquear los 8.000 millones que necesita urgentemente. "La teleconferencia debe ayudar a buscar un acuerdo sobre las medidas y los objetivos para 2011 y 2012 con vistas a la preparación de los Presupuestos del Estado", dijo el ministro Venizelos. Desde el otro lado de la mesa, el representante del FMI Bob Traa ha reiterado esta mañana que Grecia debe aplicar las reformas acordadas y mejorar la recaudación fiscal. "La pelota está en campo griego. La aplicación es vital", ha afirmado en una conferencia económica recogida por Reuters en la que también se ha mostrado abierto a flexibilizar los plazos para que Atenas cumpla con los objetivos ante el duro entorno económico. La fuente anónima del Gobierno griego citada por Reuters adelanta que también pedirán a Atenas recortes de gasto "más fuertes" para el próximo año.

La tensión es tal que la cancelación el sábado de un viaje de Papandreu a EE UU disparó los rumores de que una declaración de quiebra. Hasta tal punto que el ministro de Finanzas tuvo que desmentir ayer que el cambio de planes se debiera a ese motivo.

"Esos comentarios no son solo irresponsables, sino también ridículos. Cada fin de semana, Grecia se tiene que enfrentar a ataques organizados por los especuladores en los mercados internacionales", afirmó Venizelos en un comunicado. "El primer ministro considera que no debe estar ahora fuera del país. Quiere asegurarse de que Grecia cumple todos los compromisos", dijo a la agencia Reuters el portavoz del Gobierno. Pero a la oposición no le basta con estas palabras y, tanto la que está a la derecha como a la izquierda de los socialistas del Pasok, ha aprovechado para insistir en que la única solución es convocar elecciones anticipadas.

La reunión del Gobierno griego se produjo el mismo día en que el ministro alemán de Hacienda, el democristiano Wolfgang Schäuble (CDU), amenazó a Grecia con una congelación de los fondos de rescate. Schäuble advirtió a los griegos, en una entrevista al dominical Bild am Sonntag, que, si no cumplen las medidas de austeridad, "no se pagará el siguiente tramo" del plan de rescate, es decir, los 8.000 millones aún pendientes.

El ministro Schäuble, que ha participado en la reunión informal con sus colegas europeos celebrada este fin de semana en la localidad polaca de Wroclaw, dijo confiar en que la ampliación del fondo de estabilidad del euro y el segundo paquete de ayuda a Grecia habrán sido aprobados antes del 10 de octubre por los 17 países del euro. Schäuble también se muestra convencido de que la ley que permitirá aumentar la aportación alemana a la estabilidad del euro obtendrá la mayoría necesaria en el Parlamento el próximo día 29. El veterano político alemán cumplía ayer 69 años.

Más incendiarias aun resultaron las palabras del presidente de Baviera, Horst Seehofer, al semanario Der Spiegel. En unas declaraciones adelantadas por la publicación, Seehofer, líder de la CSU, partido hermano de la CDU de Angela Merkel, no descarta que Grecia salga del euro: "Si el Gobierno griego y el Parlamento no quieren o no pueden seguir el camino marcado, no deberíamos esperar a que los mercados nos fuercen a admitir la realidad. Habría que pensar también en una salida de Grecia de la zona euro".

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