Admite que antes y después de la crisis "se han hecho mal muchas cosas"
Sigue en Eskup la comparecencia
ÍÑIGO DE BARRÓN Madrid 24 JUL 2012 - 13:26 CET
Miguel Fernández Ordóñez, exgobernador del Banco de España, ha pedido recuperar el consenso para ganar la confianza de los mercados, pero no ha ahorrado críticas al actual Gobierno de PP. Según Ordóñez, la situación de España ha empeorado notablemente baja el mandato del PP. "En el primer semestre de este año hemos sido testigos delhundimiento de la confianza en España y en su sistema financiero, llegando a niveles inimaginables hace siete meses", ha comentado. Y ha seguido: "Ahora estamos no solo peor que Italia, sino peor que la propia Irlanda, un país rescatado". Ha alertado de "lo más grave, es la pérdida de confianza en nuestros mejores bancos". Y ha dejado para la reflexión una frase inquietante: "Nuestro Gobierno y toda la sociedad española van a tener que enfrentarse en los próximos meses a situaciones muy complicadas".
Denuncia una campaña en contra del Banco de España a raíz de la crisis de Bankia
Aunque no lo ha nombrado, el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha sido uno de los blancos directos de una intervención que Ordóñez ha leído de forma íntegra y con momentos de cierta intensidad. "El nuevo Gobierno ha ido introduciendo cambios en la estrategia de reestructuración financiera y finalmente decidió gestionar directamente el caso Bankia". Con esta frase, ha puesto distancia de por medio con cualquier conexión con los dos reales decretos creados por el departamento de Guindos para reformar el sector, y justifica indirectamente su marcha, adelantada en un mes a la fecha prevista.
Sin embargo, "dada la fragilidad del momento, no voy a comentar lo que el nuevo Gobierno ha hecho durante estos siete meses", ha señalado. "Me limito a exponer lo que ha hecho el Banco de España", ha dicho. En este sentido, ha reconocido: "Se han hecho mal muchas cosas y sobre todo no se hicieron muchas cosas que ahora todos vemos claro que se deberían haber hecho". No obstante, no ha hecho una autocrítica explícita.
Sobre Bankia, Fernández Ordóñez ha agradecido al inicio de su discurso la invitación para comparecer en la Comisión de Economía. "A la vista del ruido creado por la gestión del caso Bankia, se ha lanzado una compaña en contra del Banco de España intentando descalificar absolutamente a la institución y sin aportar ningún fundamento", ha denunciado en clara alusión al PP y a Guindos. A renglón seguido, ha añadido que "la supervisión del Banco de España ha cumplido bien su tarea en un periodo excepcional en el que España ha sufrido simultáneamente tres crisis: nacional, europea e internacional".
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Dentro de lo que no ha funcionado bien, Ordóñez ha admitido que la fusión de las cajas se hizo con lentitud, pero "porque la caja de herramientas no era la adecuada". También ha abordado las fusiones frías y las ha defendido como el único camino para que las cajas, prácticamente casi todas, se convirtieran en bancos. En este punto ha arremetido contra los vetos de las Comunidades Autónomas, a las que ha acusado de provocar "enormes y generalizados problemas heredados en las cajas de la Comunidad Valenciana, Madrid, Galicia, Cataluña, Casitilla-La Mancha y Castilla y León".
“La confianza es un elemento crucial”, ha aseverado en la parte final de su discurso antes de poner de relieve que perder la credibilidad para un gran banco puede suponer su quiebra por la fuga de clientes y depositantes. "En cuanto se derrumba la confianza, se vienen abajo", ha reiterado en el turno de réplica. Lo que daña especialmente a España y al sistema financiero, ha resaltado el anterior gobernador, es "ir diciendo" que el sector está en una situación "horrorosa". "Aquí lo que teníamos era una miríada de bancos que estaban bien, pero podían estar mal" por la conjunción de la pesada herencia del ladrillo y una segunda recesión económica que ni el regulador, pero tampoco el FMI "ni nadie", llegaron a ver.
También para España, ha señalado, es clave recuperar la confianza de los mercados dada su condición de “gran deudor”. Por este motivo y con el objetivo ineludible de recuperar la confianza, ha hecho un llamamiento al diálogo y a aunar fuerzas a los políticos y dirigentes.
“Esta crisis no se resolverá empujando a todos al enfrentamiento partidario, son problemas tan graves, llevan tanto tiempo acumulándose, afectan a tanta gente que resulta contraproducente buscar chivos expiatorios a los que endosar todas las responsabilidades, porque no los hay”, ha comentado. “En lugar de buscar la confrontación o instar a la desconfianza en las instituciones, busquen el diálogo”, ha concluido.
Los portavoces parlamentarios han coincidido en los temas de sus preguntas, por qué se creó Bankia, si él la alentó, si la fusión con La Caixa hubiera sido una salida y cómo pudieron elevarse tanto las pérdidas entre abril y mayo pasado. También se le ha preguntado por qué si escribió un artículo en 2003 en EL PAÍS anunciando que llegaba una crisis por la burbuja inmobiliaria, luego no la evitó ni las consecuencias que tuvo en las entidades.
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