lunes, 29 de octubre de 2012

Cuando China estornuda, el mundo se resfría

EPA Una imagen del ensamblaje en línea de una fábrica de automóviles en Shangai

La desaceleración del gigante asiático alarma a los países que le exportan sus materias primas

PABLO M. DÍEZ / CORRESPONSAL EN PEKÍN
Día 29/10/2012 - 09.41h

Durante el tercer trimestre de este año, la economía china «solo» creció un 7,4% con respecto al mismo periodo de 2011. En cualquier otro país, dicha cifra sería celebrada como un milagro, pero el Producto Interior Bruto (PIB) del gigante asiático debe elevarse por encima del 7% para generar empleo, ya que 25 millones de personas entran cada año en su mercado laboral. La proximidad a tan temida frontera ha hecho saltar las alarmas no sólo en Pekín, sino en el resto del planeta.

En este mundo cada vez más globalizado, la «locomotora china»parecía tirar del carro tras la caída del consumo en Estados Unidos y Europa por culpa de la crisis. Debido a su peso cada vez mayor, el más mínimo enfriamiento del progreso oriental es estudiado con lupa por los analistas internacionales, conscientes de que, al igual que ocurría antes con Wall Street, cuando China estornuda, el resto del planeta se resfría.

¿Aterrizaje suave o preocupante desaceleración? Esa es la pregunta que se hacen los expertos tras conocer los últimos datos del PIB chino, la cifra más baja desde el segundo trimestre de 2009. Tras el impacto de la crisis a finales de 2008, cuando se perdieron 20 millones de trabajos en la «fábrica global», el autoritario régimen de Pekín puso en marcha un plan de rescate de la economía que supuso una inyección de cuatro millones de yuanes (88.000 millones de euros) para capear el fuerte temporal. Gracias a esa especie de «New Deal» de ojos rasgados, el coloso oriental volvió a la senda del crecimiento de dos dígitos, pero la inflación se disparó de nuevo. En la actualidad, las medidas tomadas para enfriar la sobrecalentada economía china pueden afectar seriamente a otros países.

El motivo es bien claro: su dinámico mercado de más de 1.300 millones de potenciales consumidores constituye, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el primer o segundo socio comercial de 78 naciones, que dependen de la robustez china en campos económicos esenciales.

China absorbe ya el 65% de las importaciones globales de mineral de hierro -a principios de los 90 era sólo el 10%-, mientras que generasiete veces más acero que Estados Unidos y el Reino Unido juntos, lo que suma casi la mitad de la producción mundial. En la década pasada, dicha demanda de acero aumentaba cada año entre un 15 y un 20%, pero en 2012 sólo lo hará entre un 2 y un 4%.

Por su parte, las importaciones chinas de carbón crecieron un 5% en agosto, muy lejos del 27% registrado durante el mismo mes de 2011. Al igual que otras materias primas, como el acero y el cobre, el precio del mineral de hierro ha caído un 40% de abril a septiembre. Una mala noticia que afecta, especialmente, a países productores de materias primas como los africanos, Brasil y Australia, que envía un cuarto de sus exportaciones a China, sobre todo mineral de hierro. Además, han caído las ventas de excavadoras, grúas y maquinaria de minería y construcción de grupos como Caterpillar y Komatsu.

Automóviles

La crisis entre China y Japón a cuenta de las disputadas islas Senkaku (Diaoyu en mandarín) amenaza con dañar la renqueante economía nipona y, muy especialmente, a sus principales marcas de coches. En septiembre, las ventas de Toyota cayeron un 49% con respecto al año anterior. Por su parte, las de Honda bajaron un 41% y las de Nissan un 35%, mientras que las de Mazda un 4600. Peor le fue a Mitsubishi, cuyas ventas se hundieron un 63%, y a Suzuki, que perdió un 42,5%.

Tan drásticas reducciones han alarmado a los fabricantes nipones, que a finales de agosto controlaban el 21,2% del mercado automovilístico chino, el mayor del mundo con 14,4 millones de coches comercializados en 2011. La compañía japonesa que más está sufriendo esta crisis diplomática es Nissan. En 2011, dicha firma comercializó en China el 27% de sus ventas globales. En el caso de Honda fue el 20% y, en el de Mazda, el 18%.

A todo ello se suma que, según Goldman Sachs, el crecimiento en la venta de coches en China pasará del 13,9% al 7,8% que se augura para 2013.

Producción industrial y exportaciones

Aunque la producción industrial aumentó un 10% en los nueve primeros meses de este año, se sitúa por debajo del objetivo del 11% marcado por el Gobierno y éste puede ser el año de menor crecimiento del PIB desde 1999. La producción industrial crece, pero lo hace más lentamente que antes.

Las exportaciones, que el año pasado representaron el 31% del PIB y generaron 200 millones de empleos según el FMI, experimentaron en septiembre su mayor alza de los últimos meses (9,9%), dándole un balón de oxígeno a la economía china. Por su parte, la inversión en fábricas y activos fijos también se elevó un 20,5% hasta septiembre.

Material electrónico y venta al por menor

Los pedidos del nuevo iPhone 5 y el éxito del Samsung Galaxy mantienen a pleno rendimiento las plantas chinas de grandes fabricantes como Foxconn, pero en los últimos meses se ha registrado una caída generalizada en la venta mundial de ordenadores.

Mientras tanto, las ventas al por menor han crecido en China un 14,4%. Para fomentar el consumo, el régimen de Pekín ha reducido dos veceslos tipos de interés y limitado hasta en tres ocasiones las reservas de los bancos, que se han visto obligados a liberar 1,2 billones de yuanes (146.200 millones de euros).

Según Sheng Laiyun, portavoz del Buró Nacional de Estadísticas, estos datos indican «una clara señal de crecimiento económico continuado». Para James Bilson, economista de Schroders, «es probable que la incertidumbre causada por la próxima transición política en China haya pesado sobre la confianza y retrasado la inversión y el gasto público», pero hay razones para ser optimista: «los precios se han estabilizado en vivienda y las ventas han ido en aumento». ¿Aterrizaje suave o desaceleración preocupante? La respuesta: el próximo trimestre.

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