miércoles, 3 de octubre de 2012

El litio, CEOL: QEPD

La adjudicación del Contrato Especial de Operación de Litio a SQM ocurrido hace menos de una semana atrás, quedó nula, según lo anunció el Subsecretario de Minería.

GUSTAVO LAGOS / Profesor UC

SQM participó en la licitación a sabiendas que había alta probabilidad de que no cumpliera con las bases, las que indicaban que los postores no podían tener litigios con el Estado.

Según lo denunció el Consorcio Posco, quien ofreció la segunda mayor suma en la licitación, SQM tenía cuatro litigios pendientes con el Fisco, el que es parte del Estado. La empresa explicó que estos son litigios con el Fisco y no con el Estado.

Además, SQM firmó una declaración jurada afirmando que cumplía con las bases de licitación. No le comunicó al gobierno sobre los litigios, y este, pecando de ingenuo, no investigó si las declaraciones juradas eran verídicas. Más allá de las acciones legales que vengan contra SQM, su comportamiento fue tan temerario que la hipótesis predominante es que su intención fue ganar la licitación con una oferta abultada, para anular el proceso posteriormente, sin pagar la oferta inicial, y dejando fuera a los competidores.

Apoyé esta licitación como vía hacia agilizar esta industria, paralizada durante 17 años en cuanto a nuevos proyectos, desde que SQM inició la explotación del litio en el Salar de Atacama en 1995. Pero no apoyo la irresponsabilidad y falta de seriedad que se reveló en el proceso.

Cuando se rompe la confianza pública, lo que predomina es lo peor, más allá de las razones técnicas.

Otra vuelta de tuerca era imposible para un proceso ya cuestionado. La anulación le hace un favor al segundo postor, el Consorcio Posco, ya que una adjudicación a este habría sido inviable.

SQM se ha disparado en el pie con su accionar, y, posiblemente, ello le traerá consecuencias en sus futuros negocios del litio.

¿Qué queda por delante? Los Contratos Especiales de Operación del Litio, CEOL, fenecieron. ¿Quién postularía a una nueva licitación considerando los cuestionamientos legales que ya había, y ahora tras este desastre? El ministro de Minería se ha inhabilitado para actuar con respecto al litio y el subsecretario debió asumir la responsabilidad política por este fracaso. El nuevo subsecretario no podrá ir al Congreso a plantear un debate tan importante como este sin el ministro.

Apoyé esta licitación como vía hacia agilizar esta industria, paralizada durante 17 años en cuanto a nuevos proyectos, desde que SQM inició la explotación del litio en el Salar de Atacama en 1995. Pero no apoyo la irresponsabilidad y falta de seriedad que se reveló en el proceso.

Las fuerzas políticas del país, quienes mantenían posiciones tan distantes que parecía imposible llegar a acuerdos, deberán reevaluar sus posturas y acordar cambiar la legislación del litio para permitir que el país aproveche este recurso. El litio no es estratégico y no tiene visos de ser estratégico, por razones latamente debatidas. El desafío para las fuerzas políticas es acordar quien debe explotar este metal, y cómo.

Una posibilidad que dinamizaría el mercado nuevamente sería que Codelco participe con actores privados en un proyecto del litio. Ello requeriría, de todas maneras, la intervención del Parlamento para autorizarla.

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