Mariano Rajoy, en el Congreso de los Diputados
ESPAÑA / SESIÓN DE CONTROL
El presidente del Gobierno remite a los órganos jurisdiccionales para conocer todo lo relacionado con la filtración del escrito que apunta a un presunto desvío de dinero de Mas y la familia de Pujol
MARIANO CALLEJA / MADRID
Día 28/11/2012 - 10.57h
El portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, ha vuelto al Congreso. Con una muleta, aún convaleciente de su lesión, y con ese gesto de decepción que se la ha visto en las imágenes desde la noche del 25-N, y que no se le acaba de ir. Su reaparición parlamentaria se ha debido a la pregunta que le ha dirigido a Mariano Rajoy sobre el polémico informe que se publicó en campaña sobre las presuntas cuentas de Mas y Pujol en Suiza. Quería saber si Rajoy conocía ese informe, y la respuesta del presidente del Gobierno fue que no tenía ninguna información antes de que se publicara en los medios de comunicación. «La información de la que disponía era ninguna», ha subrayado Rajoy, quien ha apoyado una investigación judicial sobre el contenido de ese documento.
Duran quizás esperaba que Rajoy le recordara el fracaso de CiU en las urnas. No ha sido así. El presidente del Gobierno no ha hecho ni una sola mención. Ha sido el portavoz de CiU quien, por si acaso, ha señalado que no creía que el informe hubiera distorsionado el resultado de la campaña. «Los resultados no son los que deseamos», ha dicho sin que nadie hiciera ninguna mención sobre el asunto.
Con cara compungida, y con una extraña voz, que lo mismo podía deberse a una gripe que a una mala resaca del fracaso electoral, Duran ha acusado al Gobierno de no actuar con celeridad, lealtad y diligencia ante un documento supuestamente elaborado desde el Estado, dijo. «El Gobierno debía haber salido inmediatamente para decir que el informe no existía», ha señalado Duran, quien también cree que el ministro de Hacienda y la vicepresidenta no debieron pedir ninguna investigación. Para su gusto, tendrían que haberse callado directamente. O mejor aún, decir lo que él quería que dijeran, que el informe nunca existió.
Rajoy, en plan conciliador y sin ningún ánimo de sacar a relucir el fiasco de CiU, ha criticado las filtraciones de documentos oficiales en general. Pero si ha defendido que el Gobierno ha actuado con diligencia en este asunto y ha pedido investigaciones internas. «Yo no puedo aseverar que el contenido sea cierto o incierto. Lo razonables es que lo investiguen los órganos jurisdiccionales», ha subrayado.
El jefe del Ejecutivo sí ha aprovechado para reprochar a Duran, el portavoz que siempre pasó por ser responsable y hombre de estado, que dijera en la campaña que el Estado es una cloaca. «Es profundamente injusto», le ha reprendido.

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