El presidente pone noviembre de 2013 como fecha límite para llegar a un acuerdo
La guerrillera Sandra Ramírez afirma que tienen prisioneros de guerra
ELIZABETH REYES L. Bogotá 3 DIC 2012 - 05:46 CET
Las fuerzas militares no han cesado sus operativos en todo el territorio colombiano mientras en Cuba se celebran las negociaciones entre el Gobierno y la guerrilla. Este domingo, tropas del Ejército y la Fuerza Aérea han atacado un campamento guerrillero de la columna móvil Mariscal Antonio José Sucre en el departamento de Nariño, en el sur del país. Según fuentes militares, al menos 20 guerrilleros han sido abatidos. Entre los subversivos muertos se encuentra el jefe de ese grupo conocido como Guillermo Pequeño.
En un duro discurso dirigido a los negociadores de la guerrilla de las FARC, el presidente colombiano Juan Manuel Santos ha advertido este sábado de que, para su Gobierno, la fecha límite del proceso de paz es noviembre de 2013 y le ha recordado a la guerrilla que no “puede hacer su revolución por decreto en la mesa en Cuba”, donde se negocia la paz en Colombia desde el pasado 19 de noviembre. Santos les ha reprochado a los guerrilleros los cambios en las temas de negociación que han venido ventilando a través de los medios de comunicación y ha asegurado que si lo siguen haciendo así “no habrá paz”.
El presidente colombiano ha hecho estas afirmaciones en el congreso del Partido Verde, uno de los aliados de la llamada Unidad Nacional que él lidera, en el que ha planteado a la guerrilla que si quieren terminar el conflicto y pasar de las “balas a los votos y hacer su política”, deben hacerlo dejando las armas.
Santos ha pedido a la opinión pública colombiana, no obstante, “tener paciencia y no exigir resultados inmediatos, porque la mesa (de negociación) es una mesa compleja, una mesa donde se están discutiendo unos temas muy complejos”.
La reacción de Santos se da horas después de que se publicara una entrevista de Sandra Ramírez, miembro del equipo negociador de la guerrilla y quien fuera la pareja del máximo dirigente de las FARC Manuel Marulanda Vélez, en la que afirma que ese grupo tiene en su poder a miembros de las Fuerzas Militares colombianas y que su intención es proponer un intercambio por prisioneros de la guerrilla presos en las cárceles colombianas.
Ramírez ha dicho al periódico cubano Juventud Rebelde que tienen prisioneros de guerra. “Los vamos a entregar, pero que el Estado nos devuelva a los nuestros que están allí, en las prisiones”, a lo que ha agregado: “Capturamos policías, soldados. Es distinto: son prisioneros de guerra porque son capturados en combate. A ellos se les respeta su integridad física, sus creencias y sus derechos humanos".
Esta no es la primera vez que las FARC intentan introducir nuevas condiciones en la agenda de negociación, lo que ha sido rechazado por el jefe del equipo negociador del gobierno, Humberto de la Calle Lombana, y repudiado por diferentes sectores políticos que consideran que la guerrilla estaría utilizando el proceso de paz para tomar un aire e incluso rearmarse.
Clara Rojas, directora de la Fundación País Libre, que lidera la lucha contra el secuestro en Colombia, ha respondido a las declaraciones de Ramírez: "Esperamos y confiamos en que las FARC procedan a liberar a todas estas personas de manera inmediata a través de los buenos oficios humanitarios de la Cruz Roja Internacional”.
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