viernes, 15 de marzo de 2013

El Papa Francisco, durante su primera misa en la Sixtina / EFE

El Papa Francisco, durante su primera misa en la Sixtina / EF

Pide que destinen ese dinero a «caridad hacia los más necesitados»


JUAN VICENTE BOO / CORRESPONSAL EN EL VATICANO
Día 15/03/2013 - 11.30

El nuevo Papa sabe que muchos de sus compatriotas, especialmente los de la capital, se gastarían los ahorros de un año para asistir en Roma a la misa de Inauguración el próximo martes. El primer Papa de América es, precisamente, argentino.

Francisco aprecia ese cariño, pero a través del nuncio en Buenos Aires, Paul Tscherring, ha indicado a todos los arzobispos y obispos su preferencia personal y una alternativa a los gastos de viaje trasatlántico: “desearía que en lugar de ir a Roma para el inicio de su Pontificado el próximo 19 de marzo continúen con esa cercanía espiritual tan apreciada acompañándola con algún gesto de caridad hacia los más necesitados”.

Es lo que había hecho en 2001 cuando Juan Pablo II le nombro cardenal: les pidió que no viniesen a Roma porque el dinero lo necesitaban más los pobres. Era lo esperable de un arzobispo que vivía en un apartamento modesto, viajaba en autobús y se cocinaba la cena.

Pero a sus compatriotas no les faltarán momentos para un encuentro alegre y exuberante con el Santo Padre. En cuanto pueda, Francisco viajará a la Argentina.


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