sábado, 16 de marzo de 2013

Rajoy no pedirá relajar el déficit pero espera una decisión favorable en abril

CUMBRE EUROPEA

El presidente del Gobierno da por superado lo peor de la crisis en Europa y abandera la nueva fase de impulso al crecimiento


MARIANO CALLEJAMARIANOCALLEJA / BRUSELAS
Día 16/03/2013 - 10.34h

La cumbre europea que se ha celebrado en Bruselas los dos últimos días no ha sido de infarto, como otras recientes que se han vivido en la capital belga, en las que parecía que euro estaba al borde del abismo, y España, también. En esta cita del Consejo de Europa ha predominado la tranquilidad y la normalidad, síntoma de que lo peor ha pasado y ahora hay que abrir una nueva fase, para que el crecimiento llegue a la UE cuanto antes, según comentaron fuentes del Gobierno de Rajoy.

Rajoy llegó el jueves a Bruselas con un mensaje claro para sus socios europeos: hay que mantener las reformas, sí, y hay que reducir el déficit público, también, pero es hora de que esas políticas se combinen con una reactivación económica que facilite el crecimiento y la creación de empleo. Se trata, dijo el jueves por la noche, de "hacer frente a los riesgos de que Europa se aleje del crecimiento y los ciudadanos se alejen de Europa".

En la cumbre se habló de crecimiento y de la necesidad de una mayor financiación dirigida a las pequeñas y medianas empresas. Pero España no planteó en ningún momento una relajación en los objetivos de déficit público, que debe quedar por debajo del tres por ciento el año que viene (en 2012 se cerró en el 6,7 por ciento), y que tiene asfixiadas a algunas comunidades autónomas. El Gobierno no quiere pedir una mayor flexibilidad, porque sería demostrar una debilidad que no conviene en absoluto.

Eso sí, en Moncloa se da por descontado que en el mes de abril la Comisión Europea, con todos los datos sobre la mesa, tome una decisión favorable, y relaje nuestros objetivos uno o dos años. El tiempo, sostienen en el Ejecutivo, no debe ser lo prioritario, y sí el cumplimiento final. En ello está el Gobierno de Rajoy, y para eso ha querido mostrar que ha cumplido con las reformas y con la reducción de déficit el año pasado, al pasar del 8,9 por ciento al 6,7 por ciento.

Al término de la segunda jornada de la cumbre, Rajoy se refirió ante los medios de comunicación al incremento de la deuda público, que se ha situado en un 84,1 por ciento del PIB en España, todo un récord. El presidente del Gobierno reconoció que la cifra es muy elevada, pero explicó que se debía a las facturas de los proveedores que se encontraban todavía "en lo cajones", y que ahora han aflorado para que puedan cobrar.

Con todo, Rajoy se mostró "contento" y relajado. Destacó los datos positivos de nuestra economía, como son la balanza de pagos positiva y la mayor competitividad de nuestra economía, así como la recuperación de la confianza de los mercados. Y señaló que aunque el camino para la recuperación será muy duro, hay que empezar a andarlo ya desde Europa, y España saldrá de esta situación "muy bien y muy saneada".

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