Un manifestante ante una barricada ardiendo en El Cairo en los choques con la Policía del 28 de enero de 2011
Según el documento, se desplegaron agentes francotiradores en Tahrir y tanto altos cargos de la seguridad del Estado como el propio Mubarak estaban al tanto de las muertes
PAULA ROSAS@MELIBEA20 / CORRESPONSAL EL CAIRO
Día 15/03/2013 - 03.54h
La Policía utilizó francotiradores en la plaza Tahrir para disparar contra manifestantes y fueron los causantes de la mayoría de los casi 900 muertos de la revolución egipcia. Un informe encargado por el presidente Mohamed Mursi que se ha conocido esta semana revela además que tanto los altos cargos de la seguridad del Estado como el propio presidente, entonces Hosni Mubarak, estaban al tanto de la matanza, un dato que podría ser relevante en el nuevo juicio que se va a celebrar contra él y que comienza el 13 de abril.
Para elaborar este informe, que ha sido filtrado a la agencia Associated Press, el grupo de abogados, jueces, fiscales y activistas de derechos humanos que formaban la comisión encargada de redactarlo se hanentrevistado con más de 400 policías y testigos. Han revisado informes policiales en los que se dejaba constancia de que se entregó armas de fuego y munición a los agentes, y que también detallaban que mucha de esa munición no regresó a los almacenes y, por lo tanto, fue utilizada. “El uso de armas de fuego sólo puede ser autorizada por el ministro del Interior, que debe informar a la jefatura política (Mubarak)”, reza el documento.
Francotiradores de élite
Testigos interrogados por la comisión han asegurado además que vieron cómo francotiradores apostados en tejados del ministerio de Interior, de los hoteles de la plaza Tahrir -el corazón de la revuelta- y también en el tejado de los edificios de la Universidad Americana de El Cairo, situada en la misma plaza, disparaban contra la multitud. Por los equipos que utilizaron, estos francotiradores sólo podían pertenecer a una unidad de élite utilizada para la lucha contra el terrorismo, querecibía órdenes directamente del ministro del Interior.
Los hospitales de la zona también han servido de referencia para el informe. Los doctores entrevistados por la comisión han desvelado que, sólo el día 28 de enero de 2011, una jornada decisiva para la revolución y en la que se produjeron la mayoría de las muertes, más de 200 heridos con disparos de bala en la cara o en el pecho fueron trasladados al hospital de Qasr el Aini, y al menos 32 cadáveres llegaron también a la morgue del centro.
Imágenes en palacio
Mubarak fue condenado el año pasado junto a su último ministro del Interior, Habib el Adli, a cadena perpetua por no hacer nada para evitar las muertes de los manifestantes, una pena que ha sido revocada al ordenarse la repetición del juicio. Durante el proceso, sus abogados alegaron que el entonces presidente no estaba al tanto de lo que sucedía en el centro de la capital o en otras ciudades. Sin embargo, según el informe que se acaba de conocer, Mubarak tuvo acceso desde su palacio a imágenes en directo de Tahrir, algo de lo que se aseguró su ministro de Información, Anas el Fiqi. También autorizó a al El Adli cuatro días antes de que comenzara la revuelta a que suspendiera las comunicaciones por Internet o teléfono móvil si era preciso.
Los seis colaboradores que fueron procesados junto a Mubarak y El Adli fueron exculpados por falta de pruebas. Pero el informe afirma que al menos dos de ellos, el jefe de Seguridad de El Cairo, Ismail al Shaer, y el director general de seguridad, Adli Fayed, estuvieron posicionados el día 28 de enero en Tahrir o muy cerca de la plaza, algo que se ha conocido por las anotaciones policiales de los aparatos de seguimiento que llevan los generales por su propia seguridad.
En los 18 días de revolución, el informe ha documentado 846 muertes. 71 personas murieron en Alejandría, 13 en la provincia de Beni Suef, 19 en el norte del Sinaí y el resto en El Cairo, donde fallecieron también 26 policías.
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