Benedicto XVI cumple 86 años
Ha recibido millares de felicitaciones de todo el mundo
JUAN VICENTE BOO / CORRESPONSAL EN EL VATICANO - Día 16/04/2013 - 11.19h
Hace exactamente cinco años, Benedicto XVI celebraba su 81cumpleaños en la Casa Blanca, en el segundo día de su viaje a los Estados Unidos. Hoy celebra los 86 en la más absoluta intimidad, en el marco sereno de Castel Gandolfo, acompañado tan sólo por su hermano Georg. Es todo lo que necesita Joseph Ratzinger, amante de la tranquilidad, que siempre ha celebrado sus cumpleaños trabajando.
Aunque ahora permanece «escondido para el mundo», millones de personas le quieren y, por lo tanto, no le olvidan. El Vaticano ha recibido en estos días millares de mensajes de felicitación, tanto de personajes importantes como, sobre todo, de simples fieles que le conocieron en alguno de sus viajes internacionales o que quieren agradecerle un valiosísimo Pontificado concluido con un gesto de extraordinaria humildad.
Su hermano mayor, Georg, es el único miembro que queda de su familia. Los dos hermanos se han llevado siempre muy bien, y se han ayudado en los momentos difíciles. Comparten el gusto por la música y todos los entrañables recuerdos de infancia. Desde el fallecimiento de su hermana mayor María, Joseph conserva como un tesoro de familia el nacimiento que montaban en las casas de Marktl am Inn, donde nació el 16 de abril de 1927, día de Sábado Santo, y de la casa de Traunstein, la primera de la que conserva recuerdos personales.
El año pasado, cuando cumplió 85 años, lo celebró como siempre trabajando. Pero aceptó la visita de amigos de Baviera, un breve homenaje musical folclórico y algunos regalos típicos. En aquel momento comentó a sus paisanos con toda sencillez: «me encuentro ante la última etapa del camino de mi vida, y no sé lo que me espera. Pero sé que existe la luz de Dios».
El pasado 28 de febrero, en su último saludo como Papa desde el balcón de Castel Gandolfo, repitió esa misma idea: «Ahora soy un peregrino que inicia la última etapa de su camino en la tierra». No está triste sino contento. Y, sobre todo, disfruta de una gran paz interior.
En cambio, se le nota el peso del trabajo desarrollado en estos casi ocho años al servicio de la Iglesia. Cuando Francisco le visitó el pasado 23 de marzo en Castel Gandolfo, Benedicto mostraba señales de envejecimiento después de haber dado lo mejor de sí mismo como «un humilde trabajador de la viña del Señor». La foto del «abrazo de los dos Papas» junto al helicóptero es una de las más vendidas en las tiendas de recuerdos de Roma. «Somos hermanos», le dijo Francisco, quien le llama por teléfono con frecuencia y volverá a hacerlo hoy.
El próximo mes de mayo Benedicto XVI se trasladará al Vaticano, donde las obras de acondicionamiento del antiguo convento «Mater Ecclesiae» avanzan al ritmo previsto. Entretanto, ha comenzado a ayudarle como secretario un diacono alemán, ya que su secretario personal, Georg Gaenswein, tiene prácticamente todo el día ocupado al servicio de Francisco como jefe de la Casa Pontificia. Millones de fieles y admiradores le desean hoy: «¡Feliz cumpleaños!».

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