El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy
El Gobierno aplaza la reducción de impuestos hasta que las cuentas públicas lo permitan
Y. GÓMEZ / MADRID - Día 20/09/2013 - 12.37h
Bajar los impuestos fue la seña de identidad de los gobiernos del PP que dirigieron España entre 1996 y 2004 y una de las principales promesas con las que Mariano Rajoy se presentó a las elecciones de 2011. Pero la gravedad de la crisis con la que se encontró, con una economía a punto de quebrar, hizo que el recién nombrado Gobierno del PP priorizara la reducción del déficit público frente a las promesas electorales. Y no solo no bajó los impuestos, sino que los subió. En el primer Consejo de Ministros, el Ejecutivo de Mariano Rajoy aprobó subir el IRPF, el Impuesto sobre Bienes Inmuebles y eliminar deducciones en el Impuesto sobre Sociedades.
Solo unos meses después, en julio de 2012, con la prima de riesgo disparada, el Gobierno volvía a aprobar nuevas subidas de impuestos, en este caso del IVA, para tratar de cuadrar las cuentas y tratar de evitar el que en ese momento parecía ineludible rescate europeo.
Aun así, y pese a las subidas de tipos impositivos, la recaudación fiscal en España está muy por debajo de la media europea.Los ingresos por impuestos apenas representaron en 2011 -último año del que hay cifras cerradas- un 31% del PIB, cuando en 2007, con impuestos más bajos, se recaudaba un 37%.
Bajar los impuestos fue la seña de identidad de los gobiernos del PP que dirigieron España entre 1996 y 2004 y una de las principales promesas con las que Mariano Rajoy se presentó a las elecciones de 2011. Pero la gravedad de la crisis con la que se encontró, con una economía a punto de quebrar, hizo que el recién nombrado Gobierno del PP priorizara la reducción del déficit público frente a las promesas electorales. Y no solo no bajó los impuestos, sino que los subió. En el primer Consejo de Ministros, el Ejecutivo de Mariano Rajoy aprobó subir el IRPF, el Impuesto sobre Bienes Inmuebles y eliminar deducciones en el Impuesto sobre Sociedades.
Solo unos meses después, en julio de 2012, con la prima de riesgo disparada, el Gobierno volvía a aprobar nuevas subidas de impuestos, en este caso del IVA, para tratar de cuadrar las cuentas y tratar de evitar el que en ese momento parecía ineludible rescate europeo.
Aun así, y pese a las subidas de tipos impositivos, la recaudación fiscal en España está muy por debajo de la media europea.Los ingresos por impuestos apenas representaron en 2011 -último año del que hay cifras cerradas- un 31% del PIB, cuando en 2007, con impuestos más bajos, se recaudaba un 37%.
Grupo de expertos
Ahora la economía empieza a mejorar y el Gobierno quiere empezar a cumplir sus promesas, pero con cautela y paso firme. Ha encargado a un grupo de expertos que diseñen una reforma fiscal que permita reestructurar los impuestos para poder bajar tipos sin perder recaudación o incluso aumentándola.
La intención del presidente del Gobierno no es solo retirar el recargo temporal del IRPF que aprobó en 2011, sino ir más allá y que cuando acabe la legislatura los tipos del Impuesto sobre la Renta sean más bajos que cuando el PP llegó al Gobierno. Pero habrá que esperar a 2015 para aprobar esta rebaja. De momento, las únicas alegrías fiscales que se permite el Estado se refieren a estímulos para los autónomos y emprendedores. El resto, tendrá que esperar.

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