Por Paladines de Luz
Chile fue el primer país de América Latina donde se implantó el modelo económico neo-liberal. La venganza del capitalismo contra las políticas socialistas implantadas por el régimen democrático de la Unidad Popular (UP), después del golpe de estado, fue improvisar el nuevo modelo. No se puede negar que generó cierto desarrollo, pero con una inmensa y profunda desigualdad social.
La primera nación en rebelarse contra los nefastos resultados del modelo económico, fue Venezuela, la que fue cambiado en su totalidad su modelo junto a otros países que siguieron su ejemplo.
Pero ahora comenzó su derrumbe en el viejo continente. Naciones como Irlanda, Grecia y España, han iniciado protestas permanentes que amenazan desestabilizar el sistema. La gente reclama, cambiar el modelo económico y no pagar la abultada deuda contraída con la banca mundial.
Los gobiernos títeres se resisten y continúan aplicando las recetas del Fondo Monetario Internacional. (Recorte del gasto público, despido de trabajadores y privatización de empresas estatales).
Sin embargo, ha empezado lo peor: las bolsas de valores empezaron a sentir el colapso y los precios de las acciones constantemente se derrumban. La temible recesión se ha hecho presente y con ello la caída del más diabólico de los modelos económicos que el mundo ha conocido.
Para liberarnos de las consecuencias que nos esperan, debemos mantener una estructuras económica y social que nos permitan apalear los altos y bajos de la economía mundial que ha de venir tarde que temprano y solo mejorarando el aspecto de igualdad entre las clases sociales nos permitirá absorber o amortiguar el gran impacto que la economía mundial proyectará.
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