Quiroga. a la izquierda, junto a la ginecóloga de La Paz tras un parto
El equipo médico del Samur traslado a Filipinas se muestra impactado por la magnitud de la catástrofe y la generosidad de la gente
JAVIER QUIROGA / ENFERMERO DEL SAMUR - Día 20/11/2013 - 02.20h
«Nunca he visto imágenes tan espantosas ni tanta devastación y eso que he acudido a muchas catástrofes». Se llama Javier Quiroga, tiene 54 años, es enfermero y uno de los 12 miembros del Samur que integran en contingente español de 32 personas que han acudido a Tacloban, la zona cero del tifón Haiyan que ha golpeado con fuerza las provincias centrales del archipiélago de Filipinas.
«Todos participamos en la misión humanitaria de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) que coordina la ayuda de Emergencia», escribe para ABC. «Es mi sexta experiencia. Estuve en el tsunami de Tailandia y en los terremotosque asolaron Pakistán, Haití y las islas indonesias de Java y Sumatra, pero aquí mi conmoción es mayor, la ciudad está destruida y en algunas zonas sólo se ven campos arrasados y los muñones de los árboles que han quedado en pie», narra para ABC Quiroga.
«La población no tiene techo, ni agua ni alimentos. Unos 200.000 han sido evacuados a Manila por el Ejército, igual que los heridos de gravedad, aunque, poco a poco, van llegando tiendas y ayuda, gracias a las ONG y organismos internacionales».
«Lo que más nos emociona es ver cómo la gente nos reconoce -llevamos en uniforme-. Nos paran en la calle, nos abrazan, y nos dicen en inglés: "Os queremos. Muchas gracias por ayudar a nuestro país"». Relata que «este es, posiblemente, el lugar en el que la gente es más agradecida y generosa, porque pretenden hasta darnos la escasa comida y bebida que tienen. Es impresionante».
Ayer fue su segunda jornada laboral. «He atendido una cesárea y seis partos -la media es de una treintena al día- en los restos del hospital, por llamarlo de algún modo, junto a la ginecóloga y obstetra, María Serrano, del Hospital de La Paz. Y estoy conmovido porque a uno de los bebés le han puesto mi nombre».
«Llevan 10 días sin descansar»
«La falta de medios es acuciante -relata-. Carecen de luz y agua, por lo que es complicado trabajar en estas condiciones. Nos frontalesapañamos con linternas y lámparas y utilizamos jabón líquido en vez de agua».
«Techo, agua, comida y medicinas son las necesidades urgentes de la población»Pronto llegaron las buenas noticias. «Acabamos de recibir dos grupos electrógenos y bidones de agua de la AECID que emplearemos en la UCI y en los quirófanos». Y, además, «ocho toneladas demedicamentos enviados por Farmamundi: antibióticos, antiinflamatorio, suero, analgésicos e instrumental quirúrgico».
Narra que «las principales enfermedades de la población son por el polvo en suspensión y gastroenteritis problemas respiratoriospor falta de medidas higiénicas, mientras que los enfermos más graves o heridos son evacuados».
«Nuestra jornada comienza a las 8 y termina a las 17 horas, con el toque de queda, que aún persiste para evitar los saqueos y pillajes, pero después de 13 días, ya no hay disturbios».
«Ahora que hemos acabado el trabajo, clasificaremos todo el material sanitario que hemos recibido y planificaremos la actuación de mañana, ya que dos grupos distintos han acudido a las zonas periféricas para evaluar sus necesidades».
«Yo me siento satisfecho. Estoy cumpliendo con mi deber; hemos sido formados para resolver problemas y es gratificante cuando ves que tu tarea sirve para algo, concluye Quiroga.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario