viernes, 1 de noviembre de 2013

Roberto Crespo: «Todos fuimos héroes»

A. M. DÍEZ
Roberto Crespo, junto a su mujer, tras estar dos días hospitalizado

Uno de los supervivientes de la tragedia minera de León cuenta ya desde su casa y arropado por su mujer la odisea en la mina mortal

ROSA ÁLVAREZ / LEÓN - Día 01/11/2013 - 14.30h


Roberto Crespo tiene 38 años y lleva 14 trabajando en la mina. El lunes un escape de gas grisú desencadenó la tragedia y seis de sus compañeros fallecieron en el Pozo Emilio del Valle. Él arriesgó su vida intentando rescatarles y resultó herido. «Hicimos todo lo que pudimos», asegura.

—¿Cómo se siente?

—Estoy físicamente bien, aunque emocionalmente hundido. Tenía muchas ganas de volver a casa.

—¿Cómo recuerda el accidente?

—Estaba en el macizo noveno de la mina. Había una avería y esperábamos para volver a trabajar. Fue entonces cuando oímos en el intercomunicador que pasaba algo en elséptimo y después un compañero nos pidió que fuéramos todos. Acudimos los que estábamos, unos 20 ó 30.

—¿Qué fue lo que vio al llegar allí?

—Subiendo al pozo vi a compañeros que bajaban muy mareados, algunos solos y otros con ayuda y en la planta algunos estaban reanimando a gente. Cuando entré donde estaban los fallecidos colaboré para sacar a uno de ellos y después volví a pasar para ayudar a otro. Ya no recuerdo más. Desperté en la mina y fueron mis compañeros los que me reanimaron.

—¿Cree que se podría haber hecho algo más para evitar la tragedia?

—Por nuestra parte no se hizo más porque no se pudo. Todos fuimos héroes en ese momento. Los compañeros se jugaron la vida igual que yo y la pena es que no se consiguieron evitar todas esas muertes. Ojalá hubiera habido más margen de tiempo, pero dimos el 200 por cien. Todos nos volcamos y si pudiéramos volver atrás haríamos lo mismo. El disgusto, las lágrimas y la impotencia que sentimos no se pueden describir con palabras. Por lo demás, creo que todo se puede evitar, pero para eso está la investigación, que será la que diga por qué se ha llegado a esta situación.

—¿Cree que el accidente podría estar vinculado con los recortes y la situación que vive el sector?

—No lo sé. Hay inspecciones cada poco y no soy el que debe evaluar esto, pero espero que no tenga nada que ver, porque si ha sido así no hay perdón de Dios. Que tomen las medidas que haya que tomar, porque lo que ha pasado no es justo. Los fallecidos eran mineros experimentados, que sabían hacer su trabajo perfectamente y sabían bien dónde estaban.

—¿Se ha sentido apoyado estos días?

—Muchísimo. Todos se han volcado con nosotros. Sin embargo, no vino a vernos nadie de la empresa. No sé el motivo, no sé si no han podido, pero eso estará sobre su conciencia.

—¿Qué siente al pensar en la vuelta al trabajo?

—Si lo pienso me vengo abajo. Recuerdo a los compañeros, que no merecían haber fallecido, y sólo pido que la gente y los políticos sean conscientes de que no somos ningunos privilegiados ni necesitamos caridad. Queremos trabajar y vivir y el que dude, ahí tiene el agujero. Que se meta.

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