Varios rebeldes junto al cuerpo de uno de los fallecidos tras un atentado suicida de Al Qaida cerca de Alepo
Es el tercer intento de que el régimen y la oposición negocien el fin de la guerra
MIKEL AYESTARAN - Día 18/01/2014 - 02.29h
El régimen sirio mueve ficha antes de la conferencia de Ginebra del miércoles y pone sobre la mesa una doble oferta de alto el fuego en la provincia de Alepo e intercambio de prisioneros con la oposición armada.
El ministro de Exteriores, Wallid Muallem, que encabezará la delegación oficial que viajará a Suiza junto a la asesora presidencial, Bouzeina Shabaan, visitó Moscú para reunirse con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, y ultimar los detalles de cara a la cita negociadora.
Muallem informó a Lavrov de la disposición del régimen «a canjear detenidos contra prisioneros capturados por el bando contrario» y presentó un plan para «el cese de todas las acciones militares» en la región de Alepo, al norte del país, y desde comienzos de año escenario de una guerra interna entre los grupos armados de la oposición.
Mientras el gobierno preparaba el viaje a Suiza –la cumbre tiene previsto celebrarse el miércoles en Montreux y el viernes en Ginebra- la oposición política se reunía en Estambul para decidir su participación o no en la negociación. Al cierre de esta edición no había una decisión firme al respecto y Munzer Aqbiq, asesor del presidente de la Coalición Nacional Siria Ahmad Jarba, adelantó a la agencia AFP antes de comenzar la reunión que «tomar la decisión de participar o no en esta conferencia no es fácil. El derecho, la justicia, el bien y el mal están perfectamente identificados en el caso sirio, por eso será doloroso hacer concesiones».
El futuro de Assad
La cita del miércoles será el tercer intento por parte de Naciones Unidas de sentar a régimen y opositores en la misma mesa. Esta vez cuenta con la implicación directa de Rusia y Estados Unidos, cuyos mandatarios repiten que la única solución para Siria es la política y ya obtuvieron un primer éxito diplomático en septiembre con el desmantelamiento del arsenal químico del régimen para evitar el bombardeo estadounidense. Lo que se va a poner sobre la mesa en la reunión de Ginebra es el manifiesto acordado hace dieciocho meses en la misma ciudad.
Los puntos principales de ese texto son el alto el fuego, la liberación de los detenidos y la formación de un gobierno de transición. No hay mención directa a la figura del presidente Bashar Al Assad, aunque el secretario de Estado estadunidense, John Kerry, adelantó en Washington que en el proceso negociador «quedará claro que no hay una solución política posible si Al Assad no habla sobre una transición y si cree que va a ser parte de ese futuro. Eso no va a suceder».
Espías europeos
Un día después de que el viceministro de Exteriores sirio, Faysal Al Mekdad, revelara en la cadena británica BBC que varios servicios de inteligencia occidentales viajaron a Damasco para buscar la cooperación del régimen en materia anti terrorista, John Kerry quiso separar este tema de la cita negociadora porque «Assad no va a engañar a nadie» ya que «lleva meses intentando perfilarse como el protector de Siria contra los extremistas, cuando él mismo ha estado financiando a esos extremistas y cediéndoles territorio a propósito para poder argumentar después que es el protector contra ellos».
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