REFERENDO CONSTITUCIONAL
Han sido 52 millones los egipcios llamados a las urnas en dos días de votación
El primer día participó el 28% de los electores, según las autoridades
En las urnas: "Escriba solo cosas buenas"
DAVID ALANDETE El Cairo
El referendum constitucional de Egipto ha acabado ya, tras el cierre de las urnas. Los generales, que en julio depusieron al primer presidente democrático en la historia del país, el islamista Mohamed Morsi, confian en que una participación record legitime sus acciones y les permita seguir sin trabas con su hoja de ruta, que tras la consulta constitucional contempla elecciones legislativas y presidenciales.
Una primera mañana de colas y cánticos a favor del general Abdel Fatah al Sisi, el nuevo hombre fuerte del régimen, dio paso a escenas de mayor calma y a colegios en su mayoría poco concurridos. Este miércoles la junta electoral anunció que calculaba que el primer día de votación la afluencia fue del 28%. Estaban llamados a las urnas más de 52 millones de egipcios para votar sobre un texto constitucional por tercera vez desde 2011. En 2012 ya ratificaron la constitución islamista redactada por el gobierno de Morsi, perteneciente a la cofradía de los Hermanos Musulmanes.
Aunque la nueva constitución tiene prácticamente garantizado, salvo sorpresas, el ‘sí’, la clave está en la afluencia. En el referendo sobre las modificaciones constitucionales de 2011 votaron 18,5 millones de egipcios, un 41,9% del electorado. A Morsi le eligieron en 2012, en segunda vuelta, 13,2 millones de votantes, un 51% del electorado con una participación final del 52%. En la última consulta sobre la carta magna participó un magro 32% de los llamados a las urnas, y el ‘sí’ logró el 63%.
Los colegios fueron protegidos martes y miércoles por fuertes dispositivos de la policía y las fuerzas armadas. Llamando al boicot, los Hermanos Musulmanes no participaron en la consulta, ni siquiera haciendo campaña a favor del ‘no’. Hubo algunos enfrentamientos entre los islamistas y las fuerzas del orden, que el martes provocaron 12 muertos en todo el país. Según el ministerio del Interior hubo 250 arrestos solo en esa jornada, sobre todo en protestas contra el referendo.
En varios colegios electorales los votantes llegaron con carteles impresos con la faz del general Al Sisi, que la semana pasada dijo que está considerando la opción de presentarse a las elecciones presidenciales si el pueblo se lo pide y recibe un mandato del ejército. Ayer el Servicio de Información del Estado avanzó en un comunicado que una “alta participación crea legitimidad y se considera un referendo sobre el carácter del general Al Sisi como posible presidente”.
“Estamos felices con el régimen. Los Hermanos Musulmanes solo daban miedo. Nuestra esperanza es que el general Al Sisi llegue a presidente. Será como Naser y Sadat”, decía en la escuela cairota de Barakat el jubilado Hassan Ahmed Mohamed, de 67 años, empleando los apellidos de dos presidentes que gobernaron, sucesivamente, 25 años, sin consulta democrática alguna. Con dificultad para caminar, dos soldados le ayudaron a llegar hasta la urna, donde votó, como es costumbre en las elecciones egipcias, impregnando de tinta un dedo.
Si la constitución es aprobada, entonces el gobierno interino convocará elecciones legislativas y presidenciales en los próximos meses. En principio, según la hoja de ruta, primero se debería renovar el parlamento, pero el actual ejecutivo, liderado por el juez Adli Mansur, ha dado indicaciones de que podría convocar primero las presidenciales, algo que se interpreta como una invitación al general Al Sisi, que ahora es ministro de Defensa, a que se presente a la presidencia, quitándole trabas como tener legisladores que pudieran hacerle la oposición.
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