lunes, 27 de enero de 2014

Israel ataca lanzaderas de misiles en Siria, según opositores al régimen

Los medios israelíes y libaneses aseguran que el ataque se ha producido en Latakia

No hay confirmación oficial del régimen sirio e Israel mantiene silencio

DAVID ALANDETE Jerusalén 27 ENE 2014 - 09:24 CET


Israel bombardeó la pasada madrugada una base militar del régimen sirio en la provincia de Latakia, según han informado este lunes varios medios libaneses e israelíes, estos últimos citando fuentes de la oposición al gobierno de Bachar el Asad. El Ejecutivo y la cúpula militar israelí han advertido en numerosas ocasiones de que no permitirán que Siria sirva de transmisión de armamento avanzado, como misiles de medio o largo alcance, de Irán a la milicia libanesa Hezbolá, uno de sus enemigos declarados en la zona.

Israel no confirma ni desmiente operaciones de esta naturaleza, sobre todo porque no busca abrir un nuevo frente con un régimen que está librando su propia guerra civil, que se ha cobrado ya 130.000 vidas. El Canal 2 de televisión israelí ha informado, citando a fuentes de la oposición, que el objetivo eran unas lanzaderas de misiles S-300. Estos, de fabricación rusa, tienen un alcance de hasta 300 kilómetros, y pondrían a buena parte de Israel bajo el alcance de un posible ataque de Hezbolá.

Según varios testigos citados por medios libaneses, de madrugada se escucharon explosiones en el vecindario de Sheikh Dahar, cerca del puerto de Latakia. Esa provincia es un bastión del régimen, notablemente reforzado porque allí reside en su mayoría la comunidad alauí, a la que pertenece la familia El Asad. Tanto Irán como Hezbolá son los principales aliados de los gobernantes sirios, y ambos han enviado milicianos a luchar contra los grupos opositores que le disputan el control del país.

El año pasado Israel atacó objetivos militares dentro de Siria en diversas ocasiones, según informaron fuentes diplomáticas occidentales. El objetivo era destruir remesas de armamento normalmente recibidas de Irán. En mayo incluso atacó en Damasco, la capital, en dos ocasiones. El régimen sirio acusó entonces a Israel abiertamente de haberle declarado la guerra, aunque no tomó ninguna represalia.

Estos ataques denotan además el elevado grado de conocimiento que tiene la inteligencia israelí de lo que sucede dentro de Siria, un país con el que está en guerra desde hace décadas. Las últimas batallas entre ambos se libraron en la guerra de 1973. Desde entonces la frontera mutua en los Altos del Golán, ocupados por Israel, estuvo en calma hasta que varias milicias opositoras secuestraron a soldados de paz de la ONU en dos ocasiones el año pasado.

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