Guindos considera “muy probable” que se genere empleo en la primera mitad de este año
In English: Economy grew 0.3 percent in fourth quarter, De Guindos says
ALEJANDRO BOLAÑOS Madrid
La recuperación económica, tan esquiva en los últimos años, empieza a pisar suelo firme. La variación del producto interior bruto (PIB), el apunte contable más empleado para calibrar la actividad de un país, vuelve a emitir señales positivas. Si el exiguo avance del 0,1% en el tercer trimestre de 2013 permitió a la economía española escapar a la segunda recesión en un lustro, el Gobierno da por hecho que ese avance trimestral en los meses finales del año pasado se estiró hasta el 0,3%. Una mejora que lleva al Ejecutivo del PP a adelantar la verdadera línea de salida de la crisis, la creación de empleo, al primer semestre de este año.
El Gobierno no tenía previsto hacer revisión alguna de su pronóstico estos días, pero el ministro de Economía, Luis de Guindos, no dejó pasar la oportunidad de amplificar el mensaje positivo que algunos indicadores sectoriales y, sobre todo, los mercados financieros, dan sobre la economía española en las últimas semanas. La percepción de la ciudadanía, más pendiente del elevado paro, la devaluación salarial, los recortes y las subidas de impuestos, como reflejan una y otra vez las encuestas, es bien distinta, una cuestión que el ministro trató de sortear con una invocación a un futuro más halagüeño: “2014 debe ser el año en el que la sociedad empieza a sentir la recuperación”.
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Guindos compareció ayer a petición propia ante la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados, y finalizó su intervención para glosar lo que cree una “recuperación tangible y real”, al filo de que arrancara en Washington la reunión entre el presidente español, Mariano Rajoy, y el estadounidense, Barack Obama. Y en poco más de una semana, se celebrará en Davos (Suiza) el influyente Foro Económico Mundial, que reúne a líderes políticos y altos ejecutivos empresariales, en cuyas últimas ediciones España tuvo un indeseado protagonismo por la intensidad y repercusión de su crisis económica.
En esta revisión inesperada del cuadro macroeconómico, Guindos se agarró a dos asideros para mostrar un horizonte más despejado que el que el propio Ejecutivo dibujó hace cuatro meses. A la catarata de datos recientes que apuntalan la nueva previsión del Gobierno (la mejora de la producción industrial, de la prima de riesgo, de las ventas interiores de las grandes empresas, de los pedidos comerciales o de expectativas empresariales), se suma que muchos analistas privados coinciden en el pronóstico.
Pérdidas millonarias en la CAM
El ministro de Economía, Luis de Guindos, enfatizó que Bankia o BMN, entidades nacionalizadas, han logrado volver al mercado. Pero pasó de puntillas por la falta de crédito a empresas y familias, o por el corto alcance de las líneas de financiación del Instituto de Crédito Oficial.
La lectura de la reciente venta de NCG Banco, al venezolano Banesco por 1.000 millones de euros, fue también parcial. Guindos enfatizó que es la primera venta en la que el FROB no tiene que conceder garantías adicionales sobre riesgos futuros para facilitar la operación. Pero, como le recordó la oposición, en esa compraventa el Estado ha perdido 8.000 millones, cuando cuatro meses antes el propio Guindos aseguró que su objetivo era “recuperar el máximo posible del dinero de los contribuyentes”. O, incluso, obtener beneficios.
Guindos replicó que las únicas expectativas de recuperar dinero público se centran ahora en Bankia. Y, para evitar entrar en detalles sobre la venta de NCG Banco —que afecta a antiguas cajas de ahorros de una comunidad gobernada por el PP—, optó por referirse a ventas de la legislatura socialista (la de Caja de Ahorros del Mediterráneo a Sabadell) o a la situación de Catalunya Caixa, en cuyos órganos de gobierno los socialistas tuvieron mayoría.
Guindos estimó que las pérdidas por inyecciones en la banca todavía pueden aumentar “en 15.000 millones”, por las garantías concedidas a Sabadell en la venta de la CAM. Una pérdida que, como luego admitió, no la asume el contribuyente (como en el caso de NCG) sino el resto de la banca. Y sobre Catalunya Caixa, pendiente de ser subastada, lanzó un aviso, tras recalcar que, en proporción, es la que más ayuda ha recibido. “Cuando acabé la venta, vendré al Congreso a explicar cuál era su situación”. Una explicación que ayer eludió dar en el caso de NCG.
Los servicios de estudios de BBVA o de la Fundación de Cajas de Ahorros también creen que el PIB pudo crecer un 0,3% en los meses finales de 2013. De confirmarse, sería el mayor avance de la economía española desde principios de 2008, una etapa en la que apenas ha habido media docena de trimestres en positivo. Este dato, además, permitiría cumplir con la previsión oficial para el conjunto de 2013 (una caída del 1,3% respecto al año anterior), cuando no mejorarla ligeramente.
Si hace cuatro meses el Gobierno aventuraba una mínima creación neta de empleo (más puestos de trabajo que un año antes) para la segunda mitad de 2014, ahora considera “muy probable” que ese primer aumento de la ocupación de toda la crisis se produzca en “la primera mitad del año”. Y si antes pensaba que la tasa de paro promedio de este año rondaría el 26%, la nueva previsión deja esa tasa, aún “insoportable” en palabras de Guindos, en el 25%.
La creación de empleo se producirá con un crecimiento económico muy bajo. “Es un hecho inédito en la historia reciente”, afirmó Guindos, quien también ponderó el “ajuste ineludible y necesario” de la economía española en diversos aspectos, como el endeudamiento privado, el déficit exterior, los costes laborales o las cuentas públicas.
A la sombra del análisis del ministro quedaron también varios aspectos igual de relevantes, como que la deuda pública ha crecido en dos años del 70% al 93% del PIB, un elemento que tiñe de incertidumbre el futuro más próximo. O que esa inédita creación de empleo con tan bajo crecimiento, va camino también de ser inédita por el aumento de la precariedad en el trabajo y del descenso de los salarios. Para lograr el objetivo de déficit (del 6,8% al 6,5% del PIB), muy suavizado por Bruselas, cómplice en los excesos de la austeridad fiscal de 2012, el Gobierno ha tenido que subir más impuestos sobre la marcha. Y la mejora de los mercados financieros, debe casi todo al mayor activismo del Banco Central Europeo desde julio de 2012.
“El paro baja porque las personas emigran, o porque, desalentadas, dejan de buscar trabajo, lo que también es histórico es el descenso de la población activa en los últimos trimestres”, terció el portavoz socialista, Valeriano Gómez. “Su optimismo me deja patidifuso, estamos en una situación de emergencia social”, advirtió Alberto Garzón, de IU.
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