martes, 21 de enero de 2014

Un informe acusa al régimen sirio de “torturas y asesinatos sistemáticos”

Imagen de un cadáver en una cárcel siria contenida en el informe.

11.000 presos han muerto en la cárcel, según un informe publicado por 'The Guardian' y CNN

Tres fiscales internacionales han elaborado el documento con pruebas obtenidas por desertores

Informe en inglés obtenido por 'The Guardian'
FOTOGALERÍA Torturas and ejecuciones en Siria

EL PAÍS Madrid 21 ENE 2014 - 08:30 CET


Un exhaustivo informe jurídico acusa al régimen de Damasco de “torturas y ejecuciones sistemáticas” de miles de detenidos. El documento, que aporta pruebas gráficas de los crímenes se publica la víspera de que la comunidad internacional celebre una cumbre en Suiza para buscar una solución a la guerra civil siria que se ha cobrado al menos 130.000 muertos. No es la primera vez que se producen acusaciones de crímenes contra el Gobierno sirio, desde que en la primavera de 2011 desatara una sangrienta represión contra las revueltas populares. Este documento se trata sin embargo, de la prueba documental más completa aportada hasta la fecha sobre las atrocidades cometidas por el régimen y que según sus autores podría sustentar acusaciones de crímenes de guerra y contra la humanidad. El informe fue obtenido por la cadena CNN y el diario The Guardian.

La información procede principalmente de un desertor de la policía militar siria, apodado César para proteger su identidad, y que fotografió a miles de cadáveres. Las imágenes de los cuerpos dejan escaso lugar a dudas. Hay cadáveres huesudos, muertos por evidente inanición. Cuellos marcados por algún tipo de soga que indican muerte por estrangulamiento y torsos con heridas que los investigadores atribuyen a torturas y palizas. En total, los investigadores han tenido acceso a 55.000 imágenes que César y otros sirios consiguieron sacar del país en formato digital. Cada cuerpo aparece fotografiado entre cuatro o cinco veces, lo que eleva a 11.000 el número de detenidos muertos, según los cálculos que aparecen en el informe.

El informe fue encargado por el Gobierno de Catar —que apoya la rebelión en contra del régimen del presidente Bachar el Asad— a tres exfiscales del Tribunal especial para Sierra Leona y del Tribunal Especial Internacional para la ex Yugoslavia. En total son 31 páginas, que han sido entregadas a Naciones Unidas, gobiernos y organizaciones de derechos humanos.

Los autores del informe son tres reputados juristas: el exfiscal del caso del expresidente yugoslavo Slobodan Milosevic, Geoffrey Nice, el exfiscal de la corte especial para Sierra Leona, Sir Desmond de Silva y el catedrático de derecho internacional de la universidad de Siracusa David Crane, que procesó al presidente Charles Taylor de Liberia en un tribunal de Sierra Leona. Tres forenses asesoraron a los juristas durante las pesquisas. Un experto en imágenes digitales británico certificó la autenticidad de parte de las fotografías. El documento, de 31 páginas, ha sido entregado a Naciones Unidas, gobiernos y organizaciones de derechos humanos.

El desertor sirio, que trabajó 13 años para la policía militar, desertó a un tercer país y se entrevistó el pasado enero con los investigadores. Les contó el elaborado procedimiento burocrático que ejecuta el Ejército cada vez que muere un detenido. La función de César consistía en fotografiar los cuerpos. Por un lado, porque eso les permitía a los militares emitir un certificado de defunción sin tener que permitir a las familias acceder al cuerpo. Y por otro, porque las imágenes confirmaban que las órdenes de ejecuciones se habían cumplido.

Tras morir en el centro de detención, los cuerpos eran trasladados a un hospital militar. Allí, César, junto a un doctor y a un miembro de la judicatura comenzaba su trabajo. El informante indicó que hubo días en los que fotografió a hasta 50 cadáveres. Las causas oficiales de la muerte eran normalmente “ataques cardiacos” o “problemas respiratorios”. La gran mayoría de los cuerpos pertenecen a hombre jóvenes. Y aparecen en estado de desnutrición.

A cada detenido se le adjudicaba un número de referencia relacionado con la rama del servicio de seguridad responsable de la detención y la muerte. Ya en el hospital, se les atribuía otro número para documentar de manera falsa que la defunción se había producido en el hospital. Una vez fotografiados, los cuerpos se enterraban en zonas rurales.

Todos los detalles ofrecidos por César llevan a los investigadores a concluir que el régimen ha “asesinado y torturado” de forma “sistemática” y que los crímenes podrían sustentar acusaciones contra crímenes de guerra y contra la humanidad.

No hay comentarios.: