La compañía llega a un acuerdo "histórico" con el Sepla que permite el desarrollo de Iberia Express como 'low cost' con condiciones laborales propias
Los salarios de los pilotos se congelan hasta 2015, se aumentan las horas de vuelo y se reducen los días libres
Iberia intenta retomar el vuelo
CRISTINA GALINDO / RAMÓN MUÑOZ Madrid 13 FEB 2014 - 13:28 CET
Iberia ha alcanzado un acuerdo con los pilotos que pone fin al conflicto abierto hace dos años por la creación de la filial de bajo coste Iberia Express, que desembocó en varias jornadas de huelga en la primavera de 2012 y en la cancelación de cientos de vuelos. El pacto, anunciado este jueves y que tiene una vigencia de cuatro años, permite el desarrollo de la low cost, que contará con condiciones laborales propias, podrá aumentar su flota y contratar tripulación al margen de Iberia.
Además, el Sepla ha aceptado congelar el salario de los pilotos de Iberia hasta 2015, y vincular a partir de ese año las retribuciones a la rentabilidad de la compañía. La medida se une al recorte del 14% de los emolumentos que ya habían acordado anteriormente para este año. Asimismo, los comandantes podrán volar hasta el máximo que permite la ley, 900 horas anuales; se reducen sus días libres no productivos hasta un máximo de 13 al mes (frente a los 13,4 de media de los que disfrutan los pilotos de Ryanair o Easyjet), y limita a dos el número de pilotos en algunos vuelos de largo radio (transatlánticos) que hasta ahora requerían la presencia de tres.
Tanto el presidente de Iberia, Luis Gallego, como el jefe del Sepla, Justo Peral, coincidieron en rueda de prensa en señalar la importancia "histórica" del acuerdo tras años de conflicto, con lo que se ponen las bases para que Iberia recupere la rentabilidad y pueda competir con garantías con las compañías de bajo coste. El grupo IAG, fruto de la fusión de Iberia y British Airways, también calificó de histórico este principio de acuerdo, que deberá ser sometido a la aprobación de los pilotos en asamblea.
El representante del Sepla indicó que, tras el pacto alcanzado este jueves, Iberia se colocará como la aerolínea líder en productividad, y evaluó el recorte de costes laborales en un 62% respecto al año pasado.
La paz sellada con los pilotos —tradicionalmente, el sector más conflictivo de Iberia— allana el camino para que la compañía pacte con el resto de colectivos el acuerdo global de flexibilidad laboral prometido a los analistas para volver a los beneficios este mismo año. Esta misma semana se llegó a un principio de acuerdo con los tripulantes de cabina sobre las condiciones de trabajo, aunque todavía faltaba cerrar algunos temas económicos y de garantía del empleo hasta 2015. Los representantes de los trabajadores de tierra siguen negociando. Gallego indicó que esperan cerrarlo en próximas fechas, aunque reconoció que quedan aún diferencias por solventar como las que se derivan del resultado de los próximos concursos de servicios de asistencia en tierra (handling).
Gallego había condicionado la apertura de nuevas rutas, el incremento de frecuencias y la compra de nuevos aviones a la consecución de un pacto con la plantilla que permita un recorte de los gastos laborales.
Otro elemento clave del acuerdo es que permite el desarrollo de Iberia Express, la filial de bajo coste, cuyo crecimiento estaba ahora paralizado por un pleito que mantenía la aerolínea con los pilotos. La creación de la filial de bajo coste, en marzo de 2012, ha sido el principal punto de enfrenamiento entre la dirección y los pilotos. En su día dio lugar a varias jornadas de huelgas que dieron pie a varios laudos que, finalmente, fijaron condiciones laborales para los pilotos de Iberia Express que no hacían rentable la compañía, según Iberia, lo que llevó a su parálisis en los actuales 14 aviones.
Aumento de la flota de Iberia Express
El acuerdo permitirá aumentar la flota de Iberia Express hasta las 27 aeronaves, destinadas fundamentalmente a competir con las líneas de bajo coste como Ryanair o Easyjet en las rutas de corto y medio radio, con base en el aeropuerto de Barajas. Como contrapartida, el grupo se compromete a no desarrollar Vueling, filial de IAG, como competencia de Iberia Express en el aeropuerto madrileño.
La low cost de Iberia será totalmente independiente como empresa y tendrá su propio convenio. Además, podrá contratar al personal sin contar con Iberia, a excepción de los pilotos, que en primera opción tendrán que venir de Iberia, eso sí, con las condiciones económicas de Iberia Express. Esta posibilidad puede resultar interesante para muchos copilotos que buscan el ascenso a comandante.
Buena parte de la reestructuración puesta en marcha por Iberia para salir de las pérdidas depende del acuerdo con su plantilla. El año pasado la compañía acordó con los trabajadores un expediente de regulación de empleo (ERE) para 3.141 empleados, el 15% del total, después de varias jornadas de huelga que acabaron en un proceso de mediación promovido por el Gobierno para evitar la parálisis de los aeropuertos. Entonces, según la dirección, Iberia perdía un millón de euros al día.
“Este acuerdo reduce la estructura de costes de Iberia y establece los cimientos para el crecimiento rentable de la aerolínea", indicó el consejero delegado de Iberia, Luis Gallego, en una nota de prensa. "Una Iberia fuerte y rentable supone la protección de empleos a largo plazo y el impulso del turismo, un sector clave para la recuperación económica de España y del aeropuerto de Barajas”, añadió. "Este acuerdo marca el comienzo del futuro de Iberia”, aseguró Willie Walsh, consejero delegado de IAG.
Iberia intenta retomar el vuelo
CRISTINA GALINDO / RAMÓN MUÑOZ Madrid 13 FEB 2014 - 13:28 CET
Iberia ha alcanzado un acuerdo con los pilotos que pone fin al conflicto abierto hace dos años por la creación de la filial de bajo coste Iberia Express, que desembocó en varias jornadas de huelga en la primavera de 2012 y en la cancelación de cientos de vuelos. El pacto, anunciado este jueves y que tiene una vigencia de cuatro años, permite el desarrollo de la low cost, que contará con condiciones laborales propias, podrá aumentar su flota y contratar tripulación al margen de Iberia.
Además, el Sepla ha aceptado congelar el salario de los pilotos de Iberia hasta 2015, y vincular a partir de ese año las retribuciones a la rentabilidad de la compañía. La medida se une al recorte del 14% de los emolumentos que ya habían acordado anteriormente para este año. Asimismo, los comandantes podrán volar hasta el máximo que permite la ley, 900 horas anuales; se reducen sus días libres no productivos hasta un máximo de 13 al mes (frente a los 13,4 de media de los que disfrutan los pilotos de Ryanair o Easyjet), y limita a dos el número de pilotos en algunos vuelos de largo radio (transatlánticos) que hasta ahora requerían la presencia de tres.
Tanto el presidente de Iberia, Luis Gallego, como el jefe del Sepla, Justo Peral, coincidieron en rueda de prensa en señalar la importancia "histórica" del acuerdo tras años de conflicto, con lo que se ponen las bases para que Iberia recupere la rentabilidad y pueda competir con garantías con las compañías de bajo coste. El grupo IAG, fruto de la fusión de Iberia y British Airways, también calificó de histórico este principio de acuerdo, que deberá ser sometido a la aprobación de los pilotos en asamblea.
El representante del Sepla indicó que, tras el pacto alcanzado este jueves, Iberia se colocará como la aerolínea líder en productividad, y evaluó el recorte de costes laborales en un 62% respecto al año pasado.
La paz sellada con los pilotos —tradicionalmente, el sector más conflictivo de Iberia— allana el camino para que la compañía pacte con el resto de colectivos el acuerdo global de flexibilidad laboral prometido a los analistas para volver a los beneficios este mismo año. Esta misma semana se llegó a un principio de acuerdo con los tripulantes de cabina sobre las condiciones de trabajo, aunque todavía faltaba cerrar algunos temas económicos y de garantía del empleo hasta 2015. Los representantes de los trabajadores de tierra siguen negociando. Gallego indicó que esperan cerrarlo en próximas fechas, aunque reconoció que quedan aún diferencias por solventar como las que se derivan del resultado de los próximos concursos de servicios de asistencia en tierra (handling).
Gallego había condicionado la apertura de nuevas rutas, el incremento de frecuencias y la compra de nuevos aviones a la consecución de un pacto con la plantilla que permita un recorte de los gastos laborales.
Otro elemento clave del acuerdo es que permite el desarrollo de Iberia Express, la filial de bajo coste, cuyo crecimiento estaba ahora paralizado por un pleito que mantenía la aerolínea con los pilotos. La creación de la filial de bajo coste, en marzo de 2012, ha sido el principal punto de enfrenamiento entre la dirección y los pilotos. En su día dio lugar a varias jornadas de huelgas que dieron pie a varios laudos que, finalmente, fijaron condiciones laborales para los pilotos de Iberia Express que no hacían rentable la compañía, según Iberia, lo que llevó a su parálisis en los actuales 14 aviones.
Aumento de la flota de Iberia Express
El acuerdo permitirá aumentar la flota de Iberia Express hasta las 27 aeronaves, destinadas fundamentalmente a competir con las líneas de bajo coste como Ryanair o Easyjet en las rutas de corto y medio radio, con base en el aeropuerto de Barajas. Como contrapartida, el grupo se compromete a no desarrollar Vueling, filial de IAG, como competencia de Iberia Express en el aeropuerto madrileño.
La low cost de Iberia será totalmente independiente como empresa y tendrá su propio convenio. Además, podrá contratar al personal sin contar con Iberia, a excepción de los pilotos, que en primera opción tendrán que venir de Iberia, eso sí, con las condiciones económicas de Iberia Express. Esta posibilidad puede resultar interesante para muchos copilotos que buscan el ascenso a comandante.
Buena parte de la reestructuración puesta en marcha por Iberia para salir de las pérdidas depende del acuerdo con su plantilla. El año pasado la compañía acordó con los trabajadores un expediente de regulación de empleo (ERE) para 3.141 empleados, el 15% del total, después de varias jornadas de huelga que acabaron en un proceso de mediación promovido por el Gobierno para evitar la parálisis de los aeropuertos. Entonces, según la dirección, Iberia perdía un millón de euros al día.
“Este acuerdo reduce la estructura de costes de Iberia y establece los cimientos para el crecimiento rentable de la aerolínea", indicó el consejero delegado de Iberia, Luis Gallego, en una nota de prensa. "Una Iberia fuerte y rentable supone la protección de empleos a largo plazo y el impulso del turismo, un sector clave para la recuperación económica de España y del aeropuerto de Barajas”, añadió. "Este acuerdo marca el comienzo del futuro de Iberia”, aseguró Willie Walsh, consejero delegado de IAG.
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