OPERACIÓN MARGEN PROTECTOR
Fuentes militares israelíes sospechan Oron Shaul, de 20 años, está muerto.
CARMEN RENGEL Jerusalén 22 JUL 2014 - 13:21 CEST
El Ejército de Israel ha confirmado este martes que uno de sus soldados está desaparecido. Lo ha identificado como Oron Shaul, de 20 años. Fuentes militares israelíes sostienen que el uniformado está muerto. El grupo islamista Hamás aseguró el domingo por la noche que lo tenía en su poder, sin detallar si estaba vivo o muerto. El último soldado que cayó en manos de Hamás, Gilad Shalit, pasó cinco años cautivo en Gaza. En 2011 fue canjeado por 1.000 presos palestinos.
Israel rechaza una nueva tregua temporal para distribuir ayuda humanitaria
El desaparecido pertenecía a un grupo que el domingo fue atacado por milicianos de Hamás cuando asaltaba el barrio gazatí de Shiyaiya a bordo de su blindado. Sus seis compañeros, de entre 19 y 24 años, fallecieron, todos ellos han sido identificados y sus familias, notificadas. La nota oficial del Ejército indica que “los esfuerzos para identificar al séptimo están en curso”. Las mismas fuentes explican que han tardado en dar a conocer esta información porque se estaban haciendo “esfuerzos” para dar con el desaparecido.
Justo durante la noche del domingo, el brazo armado de Hamás, las Brigadas Al Qassam, reivindicaron la supuesta captura de un soldado llamado Oron Shaul —identidad ahora confirmada— y mostraron supuestos documentos de identidad que le pertenecían. Sin embargo, pocas horas más tarde, el embajador de Israel ante Naciones Unidas, Ron Prosor, negó tajantemente que un soldado hubiera sido capturado.
Este nuevo varapalo para la tropa israelí se produce después de una noche en la que han muerto otros dos soldados, lo que eleva la cifra total de militares caídos en Gaza a 27, el mayor número de bajas desde la guerra con Líbano, en 2006. Esta mañana, una fuente militar ha confirmado que hay 123 soldados heridos, de los que al menos seis están en estado grave.
Naciones Unidas pidió una tregua humanitaria para este martes. Las milicias de Hamás y Yihad Islámica la aceptaron. Israel la ha rechazado. La última de estas “ventanas”, como las llama Israel, se abrió el domingo, a petición de Cruz Roja, pero duró menos de las dos horas previstas y ya antes, el pasado jueves, hubo otro respiro de cinco horas en las que los palestinos se echaron a la calle a comprar comida y sacar dinero.
Ayuda humanitaria de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (UNRWA), el Programa Mundial de Alimentos y la Media Luna Roja, entre otras entidades, y fletada por Emiratos Árabes, tiene previsto empezar a entrar este martes en la franja, tras ser descargada en Jordania. Básicamente aporta mantas, colchones y kits de higiene para los civiles. Estados Unidos también ha confirmado esta noche una ayuda de 47 millones de dólares (34,7 millones de euros) para Gaza.
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