Fernández Díaz admite la "disfunción" de la vigilancia marroquí en la ola de pateras
Gallardón: "Proponemos pasar de 17.621 aforados que hay en España a sólo 22"
Crisis de las pateras
El ministro del Interior ha admitido este viernes que se produjo una "disfunción" de la vigilancia marroquí durante los dos días que duró la ola de pateras del 12 y 13 de agosto. En esas 48 horas, un millar de inmigrantes subsaharianos salieron a bordo de barcas hinchables de la costa del país africano sin que las fuerzas de seguridad marroquíes —ni la gendarmería en las playas ni las fragatas en alta mar— opusieran resistencia. Entonces y en los días siguientes, el Gobierno español evitó cualquier crítica a las autoridades marroquíes.
De hecho, aunque Díaz ha hablado este viernes de una "disfunción" —término utilizado por el propio ministro del Interior marroquí, Mohamed Hassad, que reconoció el pasado 14 de agosto "disfunciones en el dispositivo"—, el representante del Ejecutivo español ha procurado resaltar el "clima de confianza, respeto mutuo y colaboración" entre ambos países. Estas palabras llegan, además, después de que ambos ministros mantuvieran el miércoles un encuentro en Tetuán para abordar la crisis de las pateras.
"Hablamos con las autoridades marroquíes y automáticamente con mucha rapidez y en 48 horas esa disfunción fue corregida", apuntó Fernández Díaz. Este remachó: "En el comunicado conjunto reiteramos nuestro compromiso para que la lucha contra la inmigración se haga en un marco absoluto de respeto a los derechos humanos y la dignidad de las personas".
EL PAÍS Madrid 29 AGO 2014 - 14:39 CEST
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado este viernes que el Gobierno es partidario de abrir el debate de la reducción de aforados. Una propuesta que, según la dirigente popular, debe hacerse con consenso y con el resto de fuerzas políticas. Así se refería el Ejecutivo a la medida adelantada por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. Este ha anunciado, en una entrevista concedida a EL PAÍS, que apuesta por disminuir de 17.621 a sólo 22 los aforados en España.
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Santamaría ha advertido de la complejidad que conlleva esta reforma. Ha destacado que esta cuestión no sólo afecta a instituciones de carácter nacional, sino también autonómico, reguladas por los estatutos de las comunidades, lo que conllevaría reformarlos. Al igual que las normas estatales. De hecho, ante la necesidad de modificar la Constitución para ello, la vicepresidenta ha insistido en que este cambio debe partir de un acuerdo amplio de las fuerzas políticas que no se da en otras cuestiones, como la de la organización territorial del Estado.
El Gobierno, además, ha aprovechado la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros para defender la propuesta de elección directa de alcaldes. "Se plantea desde el punto de vista de la regeneración democrática, no desde el cálculo electoral", ha considerado Sáenz de Santamaría, antes de añadir que el PP considera esta medida "un avance, algo positivo". En esa línea también se ha pronunciado el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz: "Está hecho para facilitar la aproximación de los ciudadanos y sus representantes, más allá de que nos beneficie o perjudique".
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado este viernes que el Gobierno es partidario de abrir el debate de la reducción de aforados. Una propuesta que, según la dirigente popular, debe hacerse con consenso y con el resto de fuerzas políticas. Así se refería el Ejecutivo a la medida adelantada por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. Este ha anunciado, en una entrevista concedida a EL PAÍS, que apuesta por disminuir de 17.621 a sólo 22 los aforados en España.
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El Gobierno, además, ha aprovechado la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros para defender la propuesta de elección directa de alcaldes. "Se plantea desde el punto de vista de la regeneración democrática, no desde el cálculo electoral", ha considerado Sáenz de Santamaría, antes de añadir que el PP considera esta medida "un avance, algo positivo". En esa línea también se ha pronunciado el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz: "Está hecho para facilitar la aproximación de los ciudadanos y sus representantes, más allá de que nos beneficie o perjudique".
Crisis de las pateras
El ministro del Interior ha admitido este viernes que se produjo una "disfunción" de la vigilancia marroquí durante los dos días que duró la ola de pateras del 12 y 13 de agosto. En esas 48 horas, un millar de inmigrantes subsaharianos salieron a bordo de barcas hinchables de la costa del país africano sin que las fuerzas de seguridad marroquíes —ni la gendarmería en las playas ni las fragatas en alta mar— opusieran resistencia. Entonces y en los días siguientes, el Gobierno español evitó cualquier crítica a las autoridades marroquíes.
De hecho, aunque Díaz ha hablado este viernes de una "disfunción" —término utilizado por el propio ministro del Interior marroquí, Mohamed Hassad, que reconoció el pasado 14 de agosto "disfunciones en el dispositivo"—, el representante del Ejecutivo español ha procurado resaltar el "clima de confianza, respeto mutuo y colaboración" entre ambos países. Estas palabras llegan, además, después de que ambos ministros mantuvieran el miércoles un encuentro en Tetuán para abordar la crisis de las pateras.
"Hablamos con las autoridades marroquíes y automáticamente con mucha rapidez y en 48 horas esa disfunción fue corregida", apuntó Fernández Díaz. Este remachó: "En el comunicado conjunto reiteramos nuestro compromiso para que la lucha contra la inmigración se haga en un marco absoluto de respeto a los derechos humanos y la dignidad de las personas".
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