El presidente de Rusia, Vladimir Putin
Las frutas serían el producto más perjudicado por la decisión de Rusia, con pérdidas estimadas de 158 millones de euros
R. R. WEBB / A. SÁNCHEZ / MADRID - Día 12/08/2014 - 11.27h
Desde el Gobierno piden la calma pero los agricultores reclaman más seguridad. Con la guerra comercial abierta entre la Unión Europea y Rusia, los trabajadores miran de reojo los efectos que pueda tener en su balanza la prohibición Putin de importar frutas, verduras, lácteos, carnes y pescado procedentes de la UE, Estados Unidos, Canadá y Australia.
En el baile de cifras han querido entrar todos pero los datos oficiales que dio el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente cifran en 337 millones las pérdidas que sufrirá España como consecuencia del veto ruso. Justo un millón menos que la estimación de la Comisión Europa. El presidente de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Miguel Blanco, cifró por su parte en 1.200 millones las exportaciones indirectas que se ven afectadas por el veto que ha establecido Rusia. «No son solamente las exportaciones directas, que son unos 340 millones, sino que estamos hablando de más de 1.200 millones que también se van a ver afectadas», indicó.
El Gobierno pide que Bruselas reaccione de manera «urgente»El portazo en las narices comerciales por parte del Kremlin va dirigido prácticamente a todo el mundo pero, de nuevo, son los países más cercanos -los europeos- los que serán más castigados por el cierre de fronteras a la exportación alimentaria. El Gobierno estima que hay unos 16 países por delante pero la CE coloca a España como el sexto más afectado, por detrás de Lituania, Polonia, Alemania, Holanda y Dinamarca. Si tenemos en cuenta que nuestro país exportó el año pasado más de de 234.000 millones de euros, lo que dejaríamos de ingresar por el enfado de Putin solo supondría el 0,14%.
Para el Gobierno, el impacto es «limitado» pero la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, ha reclamado a hoy Bruselas que tome medidas «urgentes» de cara a la reunión de este jueves, en el que los países de la UE analizarán el del impacto de la restricción aprobada el pasado jueves por el Kremlin.
Las frutas, las más afectadas
Desde el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente sitúan las frutas como el producto más perjudicado por la decisión de Rusia, con pérdidas estimadas de 158 millones de euros. También supondrá la merma de 72 millones de euros por la exportación de hortalizas, 16 millones de euros por las relativas al pescado y 3,8 millones por leche y productos lácteos.
Asi, el sector porcino también se verá perjudicado con pérdidas de 80 millones de euros, cifra que el Ministerio considera poco relevante pues «el mercado porcino lleva cerrado un año», por la prohibición de importación de carne de cerdo a Rusia procedente de la UE, efectiva durante el año pasado.
Respecto a las comunidades autónomas, las que más notarán el impacto de la restricción a las exportaciones serán Andalucia y Valencia, por la exportación de frutas y verduras, y Cataluña, de manera coyuntural por la candente exportación de fruto de hueso.
Argentina y Marruecos, a sacar rédito
El Gobierno argentino anunció ayer que potenciará las exportaciones a Rusia para aprovechar «la oportunidad» que ofrece la reciente prohibición del Gobierno de Moscú de importar alimentos y materias primas de Estados Unidos y la Unión Europea. «Rusia tiene una demanda significativa de alimentos y la República Argentina puede suministrarlos», indicó en su habitual rueda de prensa diaria el jefe de Gabinete del Gobierno argentino, Jorge Capitanich.
En ese sentido, Capitanich afirmó que Argentina «generará las condiciones para que el sector privado, con el impulso del Estado, pueda incrementar las exportaciones y satisfacer la demanda del mercado ruso».
El país suramericano no es el primero en pronunciarse a este respecto. Anteriormente, el viernes pasado, la Asociación Marroquí de Exportadores (ASMEX) ya expresó que el veto podía suponer una «ocasión única» para sus productos, ya que, según Hasan Sentisi, su presidente, «es una decisión que llega en su momento justo para Marruecos y una ocasión única para integrarnos al mercado ruso de una vez por todas. Tenemos que aprovechar para exportar al máximo y vamos a anticiparnos y preparar el terreno para esta ofensiva», afirmó.
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