Los prorrusos afirman que hay tres zonas con fuerzas de Kiev bloqueadas
El presidente ruso reclama la apertura de corredores humanitarios
RODRIGO FERNÁNDEZ Moscú 29 AGO 2014 - 13:19 CEST
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha hecho un llamamiento a los rebeldes del este de Ucrania para que abran corredores humanitarios por los cuales pudieran retirarse los soldados de las fuerzas gubernamentales que están cercados. Los separatistas afirman que hay tres "ollas" -como llaman a la zonas donde se han visto bloqueadas tropas de Kiev-, pero el Gobierno de Petró Poroshenko solo reconoce la existencia de un único grupo de militares embolsados, sin posibilidad de recibir refuerzos y prácticamente condenados a muerte si no se les da la posibilidad de retirarse.
Putin ha comenzado su mensaje constatando que "es evidente que las milicias han obtenido importantes éxitos" en sus combates para frenar la operación lanzada por las fuerzas gubernamentales en el este de Ucrania. Esta operación constituye, dijo, "una amenaza mortífera y que ya ha provocado enormes pérdidas entre la población civil".
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"Como resultados de las acciones de las milicias, una gran cantidad de militares ucranios, que participan en la operación armada, aunque no por voluntad propia sino cumpliendo órdenes, ha caído en un cerco. Llamo a las fuerzas de las milicias a abrir un corredor humanitario para los militares ucranios que están bloqueados con el fin de evitar víctimas inútiles, permitirles abandonar libremente la zona de combates, reunificarse con sus familias, devolverlos a sus madres, esposas e hijos, y prestar urgentemente ayuda médica a los heridos", se dice en el mensaje de Putin.
El líder ruso finaliza instando a Kiev a "detener inmediatamente las acciones militares" y a "sentarse en la mesa de negociaciones con los representantes de Donbás" es decir, de Donetsk y Lugansk, para resolver todos los problemas "exclusivamente por la vía pacífica".
Unas horas después y desde un campamento para jóvenes rusos situado en las afueras de Moscú, el presidente Putin ha manifestado que la ofensiva de las fuerzas ucranias le recuerda al asedio alemán contra ciudades soviéticas en la Segunda Guerra Mundial. "Por triste que sea, esto me recuerda incluso a la Segunda Guerra Mundial, cuando los ocupantes fascistas-alemanes, sus tropas rodearon nuestras ciudades, como Leningrado, y dispararon contra esas poblaciones y sus habitantes".
Ante el foro juvenil de Seliguer, Putin ha señalado además que pese a las diferencias en la opinión sobre la historia que puedan tener, ucranios y rusos "son prácticamente la misma gente".
El llamamiento de Putin fue divulgado después de que se reuniera el Consejo de Seguridad de la ONU, convocado a petición de Ucrania que acusaba a Rusia de haber enviado a sus soldados a combatir en su territorio. En esa reunión, el jefe de asuntos políticos de la ONU, Jeffrey Feltman, advirtió que las acusaciones eran graves, pero dijo no tener confirmación independiente de los hechos.
"No podemos ignorar las inquietantes informaciones de la involucración militar rusa en esta nueva ola de escalada. De confirmarse, constituiría una contravención directa del derecho internacional y de la Carta de Naciones Unidas. La ONU no tiene medios independientes para verificar este tipo de información y la Federación Rusa la ha rechazado tajantemente", señaló Feltman, quien llamó a los países miembros a «redoblar los esfuerzos» para solucionar la crisis.
Sin embargo, el Consejo de Seguridad no aprobó la propuesta de resolución impulsada por Rusia en la que se llamaba a un alto el fuego inmediato en el este de Ucrania.
La OTAN -a través del general holandés Nico Tak, responsable del centro de gestión de crisis que la Alianza tiene en la ciudad belga de Mons- ha afirmado que más de 1.000 soldados rusos están "operando" en territorio ucranio, lo que calificó como "una escalada significativa" en la involucración de Moscú. Este viernes, el primer ministro ucranio, Arseni Yatseniuk, informó precisamente que ha enviado un proyecto de ley al Parlamento para renunciar al estatus neutral actual con respecto a la Alianza Atlántica y retomar el acercamiento, informa Efe.
El Kremlin niega categóricamente que oficialmente tenga militares suyos combatiendo al lado de los separatistas, pero reconoce que allí hay voluntarios, como en su tiempo los hubo en Yugoslavia.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha hecho un llamamiento a los rebeldes del este de Ucrania para que abran corredores humanitarios por los cuales pudieran retirarse los soldados de las fuerzas gubernamentales que están cercados. Los separatistas afirman que hay tres "ollas" -como llaman a la zonas donde se han visto bloqueadas tropas de Kiev-, pero el Gobierno de Petró Poroshenko solo reconoce la existencia de un único grupo de militares embolsados, sin posibilidad de recibir refuerzos y prácticamente condenados a muerte si no se les da la posibilidad de retirarse.
Putin ha comenzado su mensaje constatando que "es evidente que las milicias han obtenido importantes éxitos" en sus combates para frenar la operación lanzada por las fuerzas gubernamentales en el este de Ucrania. Esta operación constituye, dijo, "una amenaza mortífera y que ya ha provocado enormes pérdidas entre la población civil".
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El líder ruso finaliza instando a Kiev a "detener inmediatamente las acciones militares" y a "sentarse en la mesa de negociaciones con los representantes de Donbás" es decir, de Donetsk y Lugansk, para resolver todos los problemas "exclusivamente por la vía pacífica".
Unas horas después y desde un campamento para jóvenes rusos situado en las afueras de Moscú, el presidente Putin ha manifestado que la ofensiva de las fuerzas ucranias le recuerda al asedio alemán contra ciudades soviéticas en la Segunda Guerra Mundial. "Por triste que sea, esto me recuerda incluso a la Segunda Guerra Mundial, cuando los ocupantes fascistas-alemanes, sus tropas rodearon nuestras ciudades, como Leningrado, y dispararon contra esas poblaciones y sus habitantes".
Ante el foro juvenil de Seliguer, Putin ha señalado además que pese a las diferencias en la opinión sobre la historia que puedan tener, ucranios y rusos "son prácticamente la misma gente".
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"No podemos ignorar las inquietantes informaciones de la involucración militar rusa en esta nueva ola de escalada. De confirmarse, constituiría una contravención directa del derecho internacional y de la Carta de Naciones Unidas. La ONU no tiene medios independientes para verificar este tipo de información y la Federación Rusa la ha rechazado tajantemente", señaló Feltman, quien llamó a los países miembros a «redoblar los esfuerzos» para solucionar la crisis.
Sin embargo, el Consejo de Seguridad no aprobó la propuesta de resolución impulsada por Rusia en la que se llamaba a un alto el fuego inmediato en el este de Ucrania.
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El Kremlin niega categóricamente que oficialmente tenga militares suyos combatiendo al lado de los separatistas, pero reconoce que allí hay voluntarios, como en su tiempo los hubo en Yugoslavia.
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