LA LUCHA CONTRA EL TERRORISMO
La Fiscalía belga asegura que los 13 arrestados pretendían "matar policías"
Los capturados de Francia están acusados de dar "apoyo logístico" a los terroristas
Una gran redada en Alemania se salda con otros dos apresados
Dos terroristas muertos en una operación contra el yihadismo en Bélgica
EL PAÍS / AGENCIAS Bruselas / París 16 ENE 2015 - 14:27 CET
Jaque al yihadismo en el corazón de Europa. Francia, Bélgica y Alemania han lanzado en las últimas horas operaciones contra el yihadismo en las que han sido detenidas 27 personas, de las que 12 han sido arrestadas en diversos puntos de la región de París en relación con los atentados de la semana pasada, según informa France Info, y 13 en Bélgica durante el operativo desplegado el jueves, en el que murieron dos presuntos terroristas. Según la Fiscalía federal belga, no hay vínculos entre los capturados en ambos países. Alemania ha lanzado en la madrugada de este viernes una gran redada en cuatro barrios de Berlín que se ha saldado con la detención de dos ciudadanos turcos sospechosos de trabajar para la organización terrorista Estado Islámico y de haber preparado un atentado en Siria, informa Enrique Müller.
"La investigación llevaba abierta desde antes de los atentados de París, hace varias semanas", añaden desde la Fiscalía belga. "Se han desmantelado varias células terroristas cuyo objetivo era matar a policías", ha indicado a media mañana Thierry Werts, magistrado federal belga, en rueda de prensa. "Tenían todo lo necesario para cometer un atentado", ha añadido Werts al tiempo que admitía desconocer cómo habían obtenido el "arsenal de armas" incautado. Se han intervenido armas, explosivos, documentos falsos y uniformes policiales.
El Gobierno belga toma medidas antiterroristas
NATALIA DE MIQUEL
Tras las detenciones, el Gobierno belga —uno de los más afectados por el fenómeno del retorno de combatientes en Oriente Próximo— ha anunciado la aprobación inminente de 12 nuevas medidas para reforzar su programa antiterrorista. Una vez reciban el visto bueno del Parlamento federal, se tipificarán como delito los viajes que se efectúen “con fines terroristas”, así como la incitación al terrorismo o el reclutamiento. También se dará luz verde a la retirada de la nacionalidad belga en casos de radicalización probada y la cancelación del DNI de los sospechosos para evitar su salida hacia países como Turquía.
Estas medidas fueron propuestas la semana pasada por el partido centrista CDH. El Ejecutivo del país también tiene previsto aprobar la intervención del ejército en las calles, aeropuertos y estaciones en caso de tener que redoblar la vigilancia y sustituir, en caso de urgencia, a los policías. También hay previstas una serie de iniciativas para combatir el radicalismo en las prisiones, separando a los presos más extremistas de aquellos más jóvenes y vulnerables.
Un portavoz de la Fiscalía ha señalado que la policía federal y las unidades antiterroristas realizaron en la tarde del jueves 12 registros en varios puntos del país: dos en la localidad de Verviers (al este del país, cerca de la triple frontera con Alemania y Holanda, el lugar en el que dos presuntos terroristas fallecieron este jueves en el transcurso de una operación policial); seis en Molenbeek (un barrio situado en el oeste de Bruselas); uno en el corazón de la capital belga; uno en Berchem-Sainte-Agathe (un barrio colindante con Molenbeek); uno en Anderlecht (otro barrio cercano al centro de Bruselas) y otro más en Lindekerke (en el Brabante flamenco, al oeste de la capital). Las autoridades no han aportado más detalles sobre los detenidos, pero han confirmado que muchos son nacionales belgas, llevaban tiempo bajo seguimiento de las fuerzas de seguridad y no tenían antecedentes.
El ministro de Exteriores y uno de los pesos pesados del Gobierno belga, Didier Reynders, ha dado por concluida la operación "sobre el terreno". Desde la Fiscalía también se da por cerrada esta fase, aunque no cierran la puerta a nuevos arrestos. "Hemos detenido a las personas que queríamos detener, pero no podemos confirmar que pueda haber más".
Tras la operación, el brazo ejecutivo de la UE ha reforzado la seguridad en sus principales edificios, en coordinación con el resto de instituciones que tienen sede en Bruselas y con las autoridades del país. Este refuerzo se traduce en un control de acceso más estricto ante potenciales actos terroristas, pero una portavoz Ejecutivo comunitario ha matizado que no se ha producido una amenaza "específica" contra las instalaciones de la Unión en la capital belga. "Tras el aumento del nivel de alerta en todo el país, hemos decidido introducido medidas suplementarias", ha añadido. El grueso de las instituciones de la Unión —la Comisión, el Consejo y el Parlamento— se encuentra en la misma zona de la ciudad, el denominado barrio europeo, y comparten localización con embajadas y otros edificios oficiales comunitarios.
En Francia, los arrestos en la periferia de París los ha llevado a cabo el cuerpo de operaciones especiales de la policía, RAID, ha precisado la radio pública France Info. Una fuente judicial citada por la cadena de televisión Itele ha afirmado que los arrestados están acusados de dar "apoyo logístico" a los terroristas, con apartamentos, armas y vehículos. De acuerdo con BFM TV, son personas con antecedentes por delincuencia común. Los investigadores trabajan en la búsqueda, tanto en Francia como en el extranjero, de cómplices de los tres terroristas abatidos el pasado viernes, los hermanos Said y Chérif Kouachi y Amedy Coulibaly.
Las detenciones se han producido en las localidades de Montrouge,Châtenay-Malabry, Epinay-sur-Seine, Fleury-Mérogis y Grigny. Esta última ciudad, a una veintena de kilómetros al sureste de la capital gala, concentra ocho de los 12 arrestos, según el canal de televisión BFM TV. En Grigny vivió Coulibaly durante su niñez y su juventud.
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En el entorno de Coulibaly, se ha seguido en particular la pista de su mujer, Hayat Boumeddiene, que el pasado día 2 voló a Estambul, desde donde luego entró a Siria junto a Mehdi Sabry Belhoucinne, hermano de Mohamed, un conocido yihadista que en julio del pasado año había sido condenado en Francia por su implicación en una red de reclutamiento de combatientes.
De hecho, hay elementos que atestan que el propio Coulibaly estuvo en Madrid al menos el 1 y el 2 de enero (lo atesta su móvil) y, de acuerdo con el diario Le Figaro coincidió en la capital española con Mohamed Belhoucinne, que viajó con su mujer y su hijo. El periódico añade que se baraja que este último haya ido también a Siria.
Por otro lado, la estación del Este de París ha sido evacuada esta mañana por una alerta de bomba. La región de París está en el nivel más elevado del plan antiterrorista Vigipirate, lo que se ha traducido en el despliegue esta semana de 10.000 militares y 4.700 policías y gendarmes suplementarios en toda Francia.
Esta operación se ha conocido poco antes de que el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, se haya reunido con el presidente francés, François Hollande, para hablar sobre las 17 víctimas de los atentados, Hollande ha recibido a Kerry en el Palacio del Elíseo a las 8.30, después de que este se entrevistara a las 7.45 con su homólogo francés, Laurent Fabius. El principal punto de discusión es la colaboración antiterrorista, lo que implica un intercambio de informaciones sobre la investigación de los ataques sufridos en Francia entre el miércoles y el viernes de la semana pasada.
En Alemania, la policía registró once viviendas ubicadas en los barrios de Wedding y Moabit, que tienen un alto índice de población musulmana, y en Charlottenburg y Schönefeld. Las autoridades no dieron a conocer si habían encontrado armas o propaganda en las viviendas, pero señalaron que otras tres personas están siendo investigadas, aunque no fueron arrestadas. Uno de los detenidos fue identificado como Ismet D de 41 años, conocido como el “Emir de Wedding” y ha sido acusado de liderar un grupo islamista, además de impartir clases de religión para radicalizar a sus miembros y adiestrarlos para la “guerra santa contra los infieles” en Siria. El segundo detenido, Ismet D. de 43 años ha sido acusado de financiar y apoyar logísticamente a miembros del grupo dispuestos a viajar a Siria. El sábado pasado, un comando especial detuvo en la ciudad de Dinslaken, en Renania del Norte Westfalia, a Nils D., de 24 años, quien había permanecido un año en Siria, donde se convirtió en un guerrero del Estado Islámico. Tres días después, la policía capturó en el aeropuerto de Düsseldorf a Irfan D, un islamista con pasaporte holandés y turco y contra quien existía una orden de captura internacional.
La inteligencia alemana estima que en el país viven más de 43.000 islamitas, de los cuales más de mil pertenecen a la escena terrorista, y otros 250 están bajo vigilancia ante la sospecha de que son capaces de llevar a cabo atentados y ataques terroristas. Según informes oficiales de la inteligencia, unos 550 islamistas radicales han viajado a Siria para combatir en las filas del Estado Islámico, de los cuales unos 180 han regresado a Alemania y representan, según la Policía Federal Criminal, “un alto riesgo” para la seguridad.
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