martes, 26 de mayo de 2015

Las razones de Bachelet para el misterio detrás del proceso constituyente

Incertidumbre que mata

No hay un solo camino para llegara a Roma y tampoco para una nueva Constitución. El discurso de 21 de mayo tenía pocas certezas sobre esto y hay varias razones para ello.


Por Equipo Cambio21


De segundo tiempo se pasó al alargue. Con ansias sectores de la Nueva Mayoría esperaban del discurso presidencial del 21 de mayo certezas y detalles sobre cómo será el anunciado "proceso constituyente", pero sólo recibieron más incertidumbre.

La presidenta Bachelet sólo reafirmó que será en septiembre cuando se iniciará el proceso a una nueva carta fundamental. Solo eso. Hubo un poco de decepción, sobre todo en la izquierda de la Nueva Mayoría, quienes esperaban la salida al entuerto. La preferencia: el plebiscito.

Hay tres caminos que pueden llevar a una nueva Constitución por medio de la gente. La primera es una asamblea constituyente, proceso que significa la elección directa desde los electores sobre la carta fundamental. La segunda es una comisión bicameral, es decir, un pacto político amplio que desemboque en la nueva Ley. La tercera es una comisión de expertos, similar a la anterior, pero con personas del mundo civil.

Cualquier otro ciudadano de a pie terminaría como varios, con un enredo en la cabeza. Es debido a esta dificultad que el gobierno habría preferido mantener la incógnita, aún se necesita tiempo para definir las directrices del proceso.

No hay que "casarse"

Desde la fundación Ciudadano Inteligente, ONG que ha sido parte de la discusión, la directora de Investigación e Incidencia, María Jaraquemada, concuerda con que una de las razones que influyó en el vacío del anuncio es que "dentro de la Nueva Mayoría hay distintas posturas. Quizá se busca definir una antes del procedimiento".

Es la misma dirigente quien que cree que sería bueno comenzar a definir los procedimientos, porque existe el riesgo en que la discusión se desvirtúe sobre cómo se realizará el proceso y se pierda el foco sobre el contenido de la misma.

Además, la experta dice que aún es temprano para definir cuál es el mejor camino para llegar a una nueva Constitución, bajo el argumento que mientras no se conozcan los detalles de los procedimientos, estamos en una nebulosa. Esto entendiendo que hay más de un tipo de asamblea constituyente, pactos y plebiscitos.

"Hay que avanzar en los detalles más que solo en el titulo de cómo lo queremos. En los detalles está la forma. No todas las asambleas son iguales (...) Para nosotros, más que "casarnos" con una fórmula, creemos que lo primero es saber cómo operarán las tres alternativas, que sea lo más transparente posible, participativo, con la idea de incorporar más actores, regiones, colectivos, varias opiniones".

La gracia está en el plebiscito

Desde la Fundación Chile 21, Gloria De la Fuente, directora del programa de Calidad en la Política apunta que del discurso no había nada que esperar. El anuncio, para ella, ya fue, y ese consistió en la fecha en que se iniciará el proceso. Hasta entonces, existe una posibilidad de negociación y discusión entre partidos, gobierno y actores sociales.

"De aquí a septiembre para que quienes tengan interés en esto puedan movilizar a la ciudadanía (...) AC ha hecho su pega, convocando a actos públicos, uno esperaría que los centros de estudios de la derecha muevan gente, sobre si están de acuerdo o no... esta es una oportunidad para abrir el debate, para llegar a septiembre con un mecanismo definido y que cuente o no con el apoyo de la ciudadanía".

Aún así la decisión sobre las tres alternativas parece no estar clara. Por una lado, la AC ha movido a algunas personas, la comisión bicameral perdió legitimidad por el escenario actual de sus componentes y la de expertos está en el éter. Cuál elegir es la pregunta, y la respuesta debiera llegar con un plebiscito.

"Creo que es un proceso que se hace parte y responsable del proceso. No me cierro que haya otros mecanismos, lo que me preocupa es que el proceso de una nueva Constitución es que busque legitimidad. Por eso creo que una alternativa previa debiera ser un plebiscito de entrada, para legitimar el proceso", explicó.

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