martes, 30 de junio de 2015

California aprueba una de las leyes de vacunación más duras de EE UU

Un niño de un año recibe la vacuna triple vírica en California. / AP

La crisis de sarampión de Disneyland provoca un cambio radical en la legislación estatal. Falta la aprobación del gobernador

Muere el niño de seis años enfermo de difteria en Olot


PABLO XIMÉNEZ DE SANDOVAL Los Ángeles


La crisis de sarampión más grave en lo que va de siglo en Estados Unidos ha terminado por provocar un cambio de 180 grados en la actitud de California respecto a la vacunación obligatoria de los niños. El Senado estatal dio este lunes su aprobación final a una ley que prácticamente elimina la posibilidad de no vacunar, una práctica a la que se responsabiliza de la vuelta de enfermedades infecciosas que se consideraban erradicadas. La ley, que ha despertado uno de los debates legales y éticos más apasionados de los últimos años en California, espera ahora la firma del gobernador para entrar en vigor.

California permitía hasta ahora no vacunar a los hijos argumentando “creencias personales”. El crecimiento del número de familias que se acogían a esta opción en los últimos años ha hecho que en algunas zonas, especialmente poblaciones muy ricas de la costa de Los Ángeles, Orange y San Diego, las cifras de no vacunados hubieran llegado a superar el 14% de los niños. Los epidemiólogos aseguran que una sociedad está protegida contra enfermedades infecciosas si ese porcentaje no pasa del 8%. En ese caso, los no vacunados están protegidos por lo que se llama vacunación de grupo. Por encima de esa cifra, la enfermedad se propaga.

La nueva ley elimina la posibilidad de las “creencias personales”. Además, prohíbe la escolarización en escuelas públicas o privadas, o guarderías, de niños sin vacunar. Es decir, que no se pude obligar a otros niños a convivir con los no vacunados. Los padres que no vacunen a su hijo tendrán que educarlo en casa. Los niños que por razones médicas no puedan ser vacunados deberán aportar un certificado médico.

El Legislativo de California adopta así una de las legislaciones más duras de Estados Unidos sobre esta cuestión, que afecta a los derechos individuales. Solo otros dos estados prohíben las excepciones religiosas o personales. La ley, propuesta por un senador demócrata pediatra de profesión, ha tenido apoyos y críticas de los dos partidos.

El pasado enero, el parque de atracciones Disneyland de Anaheim, al sur de Los Ángeles, fue origen del peor brote de sarampión en EE UU en 15 años. Un solo turista comenzó una infección que acabó afectando a 159 personas en varios estados del oeste y México. El sarampión, cuya vacuna se inventó en 1963 y se generalizó en los años 80, se considera erradicado en el país desde el cambio de siglo.

En España, un niño de seis años murió el pasado 27 de junio de difteria. El niño no estaba vacunado. Se trata del primer caso de difteria en España en tres décadas.

El gobernador de California, Jerry Brown, no ha revelado en ningún momento si está a favor o no de la restricción a las objeciones personales a las vacunaciones. “El gobernador cree que las vacunas son muy importantes y un gran beneficio para la salud pública, y cualquier ley que llegue a su mesa será estudiada con atención”, es todo lo que ha dicho un portavoz de Brown.

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