sábado, 27 de junio de 2015

Híbridos, ¿salen a cuenta?

A priori, y para conducir intensivamente en ciudad, sí. Así de simple. Pero luego hay matices a tener en cuenta, porque no todo son parabienes. Está claro que la tecnología automovilística va por ahí. Baste un ejemplo: que un gigante de la talla de Toyota se embarcase hace años en esta tendencia, que ha inundado de taxis ciudades como Madrid y Barcelona, no fue casual, y que en el tiempo la haya sostenido de la forma que lo ha hecho, menos aún.

Por Eduardo Cano


Hace mucho que declaró que su intención era contar, al menos, con una versión de impulsión híbrida en cada segmento. Y a fe que lo está logrando. Pero no es la única marca que apuesta por una tendencia (ojo a PSA Peugeot Citroën con sus HYbrid4) que ya pasa, como solución aún más ecológica, por los híbridos de segunda generación o enchufables.

Ya lo avisaba en mi artículo de ABC Motor «La movilidad que viene»: comentaba que los últimos, también conocidos como plug-in, iban a cobrar cada vez más peso en las ventas. Audi, BMW, General Motors, Mercedes-Benz, Porsche o Volkswagen han tirado claramente por esta vía, junto a Toyota, claro.

A fin de cuentas, coches así permiten recorrer unos 50 km en posición completamente eléctrica. Y cuando se agota la batería del sistema, ahí está el motor de gasolina para seguir «tirando del carro».

Dicho esto, ¿dónde está el problema? Pues, para empezar, y como siempre, en la autonomía. Cierto, al combinar un motor de explosión el handicap queda parcialmente zanjado. Pero entonces, si el coche se mueve con gasolina o gasóleo, ¿dónde está la gracia? Soluciones intermedias (eléctricos de autonomía extendida) como la del BMW i3 REX resultan seductoras: casi permite 200 km en eléctrico y alrededor de 100 más con apoyo de un pequeño motor de gasolina (el que usa una de las motos en la marca alemana) para añadir km recargando las baterías a modo de generador. Pero son caras al ser muy sofisticadas.

Paralelamente, no deja de ser una realidad que un híbrido medio arrastra un sobrepeso de unos 200 kilos de baterías, eso sí, fiables y cada vez más capaces, como demuestran los ensayos que realizan proveedores como Bosch. Pero a fin de cuentas la tara equivalente a dos pasajeros todo el tiempo sentados.

Y luego está el precio. Un modelo de esta clase no se apea de los 23.000 euros. Y, como me decía hace no mucho un responsable de una marca que no tiene híbridos, pero sí modelos de gasóleo a precio de combate con reputados motores: «Por 15.000 euros ofrecemos la misma utilidad, más capacidad y un consumo medio inferior en ciudad, el mejor escenario de aquellos». Y eso sin entrar a valorar que, en carretera, estos sofisticados modelos gastan, porque tiran del motor de gasolina…

1 COMENTARIO

Ignacio Juarez: La "gracia" como dice el autor del articulo de tener dos motores eléctrico + gasolina ( aparte del poco consumo inclusive en carretera) está en la contaminación, el autor de este articulo se salta a la torera este punto de vista. Te recomiendo leas las especificaciones de emisiones de C02 de un coche híbrido, y espero le encuentres la gracia.

No hay comentarios.: