lunes, 13 de julio de 2015

Matar el cáncer de mama desde dentro

ROCHE
Dos agentes antitumorales en un único compuesto

Un nuevo anticuerpo conjugado ataca un tipo de tumor de mama de forma selectiva y mucho más potente, sin efectos tóxicos como la caída del pelo

R. I.@abc_salud / MADRID


Balas mágicas, caballo Troya... son conceptos utilizados desde hace años en el cáncer, pero parece que fin ahora se van convertir en una realidad para las pacientes españoles con cáncer de mama. Se trata de los anticuerpos conjugados es decir, dos moléculas -un anticuerpo monoclonal (trastuzumab) y un agente de quimioterapia (DM1) de entre 24 y 270 veces más potente que la quimioterapia convencional- en un único medicamento.El 'truco' está en que el anticuerpo frena la liberación del quimioterápico hasta que éste identifica la célula tumoral. El resultado es que el tratamiento no solo es mucho más potente, sino más seguro para las células sanas. En otras palabras, adiós a los efectos secundarios tan importantes con la caída del pelo, las nauseas y los vómitos, pero incrementando la eficacia.

El compuesto T-DM1 o Kadycla, de Roche, ya está disponible en España para cáncer de mama mestástasico HER2 positivo y es el primero que ha mostrado eficacia en tumores sólidos, apunta Joan Albanell, del hospital del Mar de Barcelona, aunque ya existen otros compuestos para linfomas o leucemia.

De momento, el medicamento ha sido aprobado para el tratamiento de pacientes adultos con cáncer de mama HER2 positivo metastásico que ya han sido tratados, pero los oncólogos confían en que se puede ofertar a las pacientes como terapia de primera línea. Nuestra intención, señaló Ana Lluch, del hospital Clínico de Valencia, es administrarlo en «primera línea». Lluch considera que «lo bueno, cuanto antes mejor, porque supondrá un mayor beneficio para el paciente», y reclama la «libertad de prescribir el fármaco para las pacientes que la necesiten».

De acuerdo con las directrices de la sociedades americanas y europeas de cáncer,, los medicamentos nuevos deben aportar tres aspectos en cuanto a su beneficio para la salud, indica Albanell: ser eficaz y seguro, ser tolerado igual o mejor que lo que hay, y un ‘bonus’ relacionado con la calidad de vida y el control de síntomas. «Y Kadycla los cumple todos», aseguró.

Mayor supervivencia

La llegada de este producto, y otros que aparecerán en el futuro, suponen un nuevo paso a la «cronicidad» de este tipo de cáncer de mama, explica Miguel Martín, del hospital Gregorio Marañón de Madrid. El HER2 positivo, que supone uno de cada cinco de todos los tumores de mama, es uno de los cánceres de mama más temidos por su mal pronóstico. Hace 15 o 20 años, señala, estas pacientes vivían de media un año o año y medio, y ahora «logran vivir cinco años», una supervivencia que con este nuevo tratamiento se incrementa entre «cinco o seis meses». Martín, que además es el presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama(Geicam), subraya que el tratamiento logra el efecto de «bala mágica» con mínimos efectos secundarios, «uno de los sueños de la medicina desde hace dos siglos».

ROCHE
¿Cómo funcionan los anticuerpos conjugados?

Porque como recuerda la doctora Lluch aunque hay terapias eficaces para tratar a estas mujeres en «primera línea», lo cierto es que muchas de ellas dejan de ser sensibles a la medicación. Por eso, destaca, «estábamos una necesidad médica no cubierta», y ahora T-DM1 permite «seguir controlando la enfermedad». Por eso, los experto han querido dejar un último mensaje: «Debemos intentar que todas nuestras pacientes tengan acceso a esta tratamiento».

De momento el fármaco ya está disposición de los oncólogos, ahora falta fijar el precio del tratamiento. En este sentido, Martín considera que este fármaco debe ser de «obligado uso» en las pacientes para las que está indicado y cree que «si no existiesen restricciones económicas para su uso, el impacto sería muy importante».

HER2, el punto débil

El cáncer de mama HER2 positivo se caracteriza por la presencia de cantidades elevadas de la proteína HER2 (receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano) en la superficie de las células tumorales, lo que se denomina «positividad de HER2» y afecta al 15-20% de las mujeres con cáncer de mama. Afortunadamente, el tumor HER2 positivo ha pasado de ser el de peor pronóstico por su agresiva evolución a ser sinónimo de buen control gracias a la disponibilidad de terapias que se dirigen de forma específica al receptor HER2. «Como conocemos su punto débil, podemos actuar con eficacia sobre él», señala Miguel Martín, del hospital Gregorio Marañón de Madrid.

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