lunes, 10 de agosto de 2015

Una cadena de atentados causa al menos ocho muertos en Turquía

ATENTADOS EN TURQUÍA »

Cuatro policías muertos en dos ataques. El consulado de EEUU también ha sido atacado

ANDRÉS MOURENZA Estambul 10 AGO 2015 - 11:48 CEST


Una cadena de atentados ha dejado al menos ocho personas muertas en distintas partes de Turquía este lunes. En Estambul, un ataque con coche bomba a una comisaría de las afueras, ha provocado la muerte de un policía y también de dos de los atacantes.También en Estambul, dos personas han atacado a tiros el consulado de Estados Unidos, aunque el atentado no ha dejado víctimas. Ningún grupo se ha atribuido estos dos sucesos. En Silopi (sudeste del país), un explosivo improvisado, colocado presuntamente por militantes del PKK, ha sido detonado al paso de un blindado policial y ha matado a cuatro uniformados. Esta mañana también, en la provincia sudoriental de Sirnak, militantes del PKK abrieron fuego con lanzacohetes contra un helicóptero que se disponía a rescatar a un soldado herido, matando a un soldado.

Los sucesos de este lunes se producen en medio de la creciente tensión que vive Turquía en las últimas semanas debido a los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), así como la llegada de aviones militares de EE UU a las bases turcas, desde donde se desplegarán para luchar contra el Estado Islámico.

A primeras horas de la mañana de este lunes, un hombre y una mujer abrieron fuego contra los policías turcos que vigilan la legación consular estadounidense, situada en el distrito de Sariyer, en el norte de Estambul. Después del tiroteo que se estableció con los agentes, los sospechosos escaparon y uno de ellos, la mujer, que resultó herida, trató de ocultarse en una vivienda cercana, tras lo que fue detenida. El otro logró huir.

“Aún estamos intentando entender lo que ha pasado”, aseguró un portavoz diplomático de EE UU a la agencia AFP. En su cuenta de Twitter, el propio consulado explicó que se está “trabajando con las autoridades turcas para investigar” lo sucedido y se anunció que el “consulado permanecerá cerrado hasta nuevo aviso”.

Las legaciones diplomáticas de EE UU en Turquía han sufrido diversos ataques, el último de ellos un atentado suicida en 2013 que dejó a un policía turco muerto y fue reivindicado por el Partido-Frente de Liberación del Pueblo Revolucionario (DHKP-C), una organización izquierdista que está entre las que más tocadas por las operaciones policiales lanzadas por el Gobierno de Ankara en las últimas semanas.

Más grave fue el ataque sufrido por una comisaría de policía en una barriada de Sultanbeyli, distrito del extrarradio y en la parte asiática de Estambul. En torno a la 1.00 de la madrugada, un vehículo cargado de explosivos fue detonado junto al puesto policial, provocando un incendio y graves daños en este y otros edificios. En total, diez personas –siete de ellas civiles- resultaron heridas. Cuando artificieros y agentes de la Unidad Antiterrorista de la policía inspeccionaban el lugar de la explosión, fueron atacados en torno a las 6.45 de la mañana con armas de largo alcance y un policía murió. El intercambio de disparos prosiguió hasta bien entrada la mañana.

Aunque por el momento ningún grupo armado ha reivindicado el atentado de Sultanbeyli, en las horas siguientes al ataque, un grupo de desconocidos lanzó piedras contra la sede más cercana del Partido de la Democracia de los Pueblos (HDP), al que los nacionalistas turcos consideran el brazo político del PKK.

Durante el fin de semana, tres policías fallecieron en diferentes ataques del PKK en diversos puntos del sudeste kurdo de Turquía, con lo que las víctimas mortales de este grupo armado desde inicios del pasado julio ascienden ya a 26.

El primer ministro, el islamista Ahmet Davutogl, pidió ayer a “todos los líderes políticos” que hagan un “llamamiento conjunto” a la paz, la democracia y a que el PKK deje las armas, además de reconocer, finalmente, los esfuerzos del copresidente del HDP, Selahattin Demirtas, por convencer al grupo armado kurdo de que abandone la violencia. Aunque, añadió, “llegan tarde”.

Miles de personas se reunieron este domingo en el barrio de Bakirköy en Estambul para exigir paz y que se detengan tanto las operaciones militares turcas contra las bases del grupo kurdo en Irak, como los atentados del PKK. El acto fue organizado por más de ochenta organizaciones de la sociedad civil, y contó con el apoyo de diputados del HDP y de la oposición socialdemócrata.

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