jueves, 17 de septiembre de 2015

La cafeína puede arreglarte el sueño

SUEÑO

Un estudio muestra que ingerir esta sustancia antes de dormir retrasa cuarenta minutos el reloj interno de los humanos, la mitad que la exposición a luz intensa


Encuentran la última pieza del reloj que todos llevamos dentro


DANIEL MEDIAVILLA 17 SEP 2015 - 08:51 CEST


La cafeína quita el sueño y quizá por eso es la droga más consumida en el mundo. Se sabe que produce ese efecto porque libera sustancias químicas en el cerebro que nos mantienen despiertos y bloquean otras que inducen el sueño. Pero esa no es la única vía. Ahora, un grupo de investigadores de la Universidad de Colorado en Boulder (EE UU) ha tratado de explicar cómo funciona el mecanismo en los humanos a través de su influencia sobre el reloj circadiano.

Este reloj interno de los humanos hace una función similar a la de los departamentos de logística de las grandes empresas. A través de un mecanismo bioquímico que sintoniza el organismo con los ciclos del día y la noche, este reloj interno logra que el cuerpo sepa cuándo conviene que esté listo para dormir, comer o para realizar el esfuerzo del trabajo diurno.

El mecanismo se reajusta ante la influencia de señales externas. La exposición a una luz brillante a la hora de irse a la cama, por ejemplo, retrasa el tiempo circadiano y nos desvela. Este efecto es el que se ha observado, por ejemplo, con el uso de algunos dispositivos electrónicos. Con la cafeína se ha visto un efecto similar en modelos animales, como algunos tipos de alga o las moscas de la fruta.

Para comprender el funcionamiento de este mecanismo en humanos, el equipo de científicos de Colorado, que hoy publica sus resultados en la revista Science Translational Medicine, siguió durante 49 días a cinco individuos que tomaron una pastilla diaria con la cafeína equivalente a dos cafés tres horas antes de irse a dormir. Después, compararon el efecto de esta cafeína sobre el reloj circadiano con el que ejerce la exposición a luz intensa. Sus resultados muestran que la cafeína retrasó ese reloj en cuarenta minutos, la mitad del efecto producido por la luz.

La exposición a una luz brillante a la hora de irse a la cama retrasa el tiempo circadiano y nos desvela

Con el fin de medir las variaciones en el reloj circadiano, se tomó como referencia el ciclo de secreción de melatonina, una hormona que le anuncia al organismo la llegada de la noche y que desencadena el sueño y otros procesos relacionados con el descanso nocturno. Además, los autores del trabajo analizaron los efectos de la cafeína sobre el reloj circadiano a nivel celular.

Kenneth Wright, profesor de la Universidad de Colorado y uno de los autores del artículo, afirma que estos resultados “indican que, administrada en el momento adecuado, la cafeína se puede utilizar para poner en hora el reloj”. Esto convertiría a esta popular sustancia en una herramienta que, además de quitar el sueño, ayude a ordenarlo.

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