sábado, 17 de octubre de 2015

La presidencia de Evo es ya la más larga en la historia de Bolivia

El presidente boliviano, Evo Morales, en septiembre en la ONU. / EFE

El mandatario supera los cerca de 10 años del mariscal Andrés de Santa Cruz

FERNANDO MOLINA La Paz


Evo Morales se convierte este sábado en el presidente de más larga duración en la historia de Bolivia, superando al mariscal Andrés de Santa Cruz (1829-1839), uno de los fundadores del país, quien permaneció en este cargo nueve años, ocho meses y 24 días. El Gobierno lo celebrará con una fiesta y el hecho formará parte de la campaña para cambiar la Constitución y permitir a Morales ser candidato para un nuevo mandato, después del que ganó a finales del año pasado y que durará hasta 2020. El referendo constitucional sobre la nueva reelección se hará el próximo febrero.

Morales llegó al poder el 22 de enero de 2006, con el 53% de los votos. Renovó su cargo en dos elecciones, la de 2009 y la de 2014, en las que obtuvo más del 60% del respaldo popular. La nueva Constitución (2009) solo permite una reelección consecutiva, por eso la postulación de Morales en 2014 requirió que el Tribunal Constitucional interpretara su primera gestión como "no cuantificable", porque se produjo en el sistema legal previo a la "refundación" de Bolivia, que dejó de ser "república" y se convirtió en "Estado plurinacional". Con el nuevo referendo, el Gobierno busca ampliar las reelecciones, de una a dos consecutivas.

Evo Morales es el primer presidente indígena del país, y esto ha contribuido a romper tabúes racistas del sistema político. Ha habido parlamentos de mayoría indígena, así como ministros, altos cargos y candidatos indígenas; y se ha revalorado las culturas originarias, al punto de haber convertido los símbolos de estas en la referencia cultural y estética del país, dejando de lado parcialmente el legado hispánico. Sin embargo, el debate interno plantea cuán pertinente es este proceso de "descolonización", y si puede superar la fase retórica, dado que Bolivia tiene fuertes raíces occidentales y las expectativas económicas y sociales de buena parte de los ciudadanos no difieren de las de sus vecinos latinoamericanos.

Al principio de la gestión de Morales, las élites neoliberales que se le oponían trataron de desestabilizarlo antidemocráticamente y dejaron que sus sectores duros contrataran a un grupo de mercenarios para organizar actos de terrorismo, acciones que después los analistas considerarían "errores estratégicos".

Constitución plural


El presidente cedió en sus postulados más radicales en reconocimiento del peso que tienen las clases medias, lo que hizo posible la aprobación de la actual Constitución, que combina preceptos socialdemócratas, indianistas, nacionalistas y liberales. Las concesiones de Morales también se convirtieron en un "pacto" por el desarrollo económico, objetivo de consenso que congrega al Gobierno y a los empresarios. La cerca de una década de Morales ha coincidido con el mejor periodo de ingresos para Bolivia, por los altos precios que tuvieron las materias primas.

El Gobierno ha mantenido diversas disputas con grupos ambientalistas que critican su gestión de los recursos naturales. Morales los ha calificado de avanzada del "imperialismo norteamericano", supuestamente interesado en boicotear el "primer esfuerzo de desarrollo soberano" que vive Bolivia.

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