viernes, 30 de octubre de 2015

Toma posesión el nuevo Gobierno en minoría de Portugal

Passos Coelho y Pablo Portas, en la investidura del Gobierno portugués de centro derecha. /TIAGO PETINGA (EFE)

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La mayoría parlamentaria de izquierdas ha prometido tumbar al Ejecutivo en el debate de investidura, dentro de 10 días


El Gobierno de los 11 días

JAVIER MARTÍN Lisboa 30 OCT 2015 - 14:40 CET


La solemnidad del acto no desvelaba que aquello era para 11 días. El Gobierno de Pedro Passos Coelho juró su cargo ante el presidente de Portugal como si fuera a durar cuatro años en lugar de semanas.

Si se cumplen los anuncios de la mayoría de izquierdas, el Gobierno hoy formado será el más breve de la historia de Portugal, superando ampliamente el récord de los 86 días del Ejecutivo de Alfredo Nobre da Costa, de agosto a noviembre de 1978. Fue un Gobierno por iniciativa personal del presidente de la nación, Ramalho Eanes, que cayó en cuanto quiso el primer partido de la oposición, el socialista liderado por Mario Soares.

En el discurso de la toma de posesión, el presidente Cavaco recordó: "No me fue presentada por las otras fuerzas una solución alternativa de Gobierno creíble y estable", en clara referencia al socialista António Costa.

El discurso de Cavaco, menos agresivo con la izquierda que el del día 22 —cuando anunció la designación de Passos Coelho como primer ministro—, sí insistió en la estabilidad política y en la pertenencia a la Unión Europea, cuyas autoridades prestaron el dinero para que Portugal saliera de la bancarrota. "No debe haber dudas sobre el respeto a los tratados europeos", dijo en referencia a los probables socios del PS, comunistas y bloquistas (del Bloco de Esquerda), que reniegan del euro y del Tratado Presupuestario.

Cavaco pidió a Passos Coelho que "no teniendo mayoría parlamentaria debe proseguir en el esfuerzo de diálogo con las otras fuerzas políticas para la salvaguarda del superior interés nacional. Es imprescindible que no haya duda del compromiso del Estado portugués con los compromisos internacionales que asumió", en otra referencia a la programática salida de la OTAN que plantean PC y BE.

El líder comunista Jerónimo de Sousa señala que desconoce lo que está pactando el Partido Socialista con el Bloco de Esquerda

Pese a los deseos de Cacaco Silva, la única esperanza para el futuro del Gobierno del centrista Passos Coelhoes que se rompa la disciplina de voto de los grupos parlamentarios de izquierda, algo que no ha ocurrido en la elección del presidente de la Cámara.

El primer ministro Passos Coelho recordó en su discurso las condiciones dramáticas en que tomó el poder en 2011 y los sacrificios durante estos años. "No podemos destruir lo ya realizado. Los desvíos precipitados pueden echar todo a perder", anunció. "Necesitamos una consolidación de esas transformaciones para que puedan dar fruto. Hemos recibido de los portugueses un mandato claro de gobernar. Nos abrimos a un compromiso claro y responsable, que los portugueses también dejaron claro en las urnas".

Mientras asume el nuevo Ejecutivo —con tres ministerios más que el anterior— continúan las reuniones técnicas entre el PS con el PC y el Bloco de Esquerda, todas por separado y sin que uno conozca lo que pacta con el otro, como ha reconocido el líder comunista, Jerónimo de Sousa.

La nube del acuerdo de izquierda la ha puesto De Sousa, que ha manifestado que nunca va a aceptar el Tratado Presupuestario al que se comprometieron con Bruselas en 2011 tanto el PSD y el CDS, los dos partidos que forman la coalición conservadora que lidera Passos, como el PS. Ese Tratado, sin embargo, es cuestión fundamental para el futuro Ejecutivo socialista. Cumplir con el tratado presupuestario y un mantener el déficit por debajo del 3% a la vez que se acaba con los recortes en pensiones y salarios de funcionarios es casi la cuadratura del círculo, pero es el acuerdo al que han llegado todas las fuerzas de izquierdas.

Este nuevo Gobierno se debe someter los días 9 y 10 de noviembre a la aprobación de la nueva Asamblea. En ese debate de investidura, se presentarán una o varias mociones de censura al nuevo ejecutivo, cuestión sobre la que aún no se han puesto de acuerdo las fuerzas de izquierda. El PC quiere presentar la suya aparte.

En ese mundo paralelo entre la coalición ganadora de las elecciones (107 diputados de 230) y la mayoría parlamentaria de izquierdas (122 diputados), el Gobierno presentará en la Cámara su programa para cuatro años y a la vez, sin tiempo para conseguir protagonismo en los medios ni en las redes sociales, el partido socialista publicará su acuerdo con Bloco y PC, pese a que aún no haya sido designado para formar Gobierno.

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