ESTADOS UNIDOS
Turno de las elecciones primarias en Nueva York
400 personas trabajan en las oficinas de la campaña de la candidata demócrata, que hoy compite contra Bernie Sanders en Nueva York
Las claves de las elecciones estadounidenses
Por PABLO PARDO - Nueva York
Las oficinas centrales de la campaña de Hillary Clinton son como las redacciones de los periódicos en las películas-jóvenes de entre 25 y 35 años frente a ordenadores-, si no fuera porque algunos trabajan tumbados en cojines en los pasillos que unen los diferentes cubículos, lo que le da un aire de puntocom de Silicon Valley.
El sol de Brooklyn, en Nueva York, entra por las ventanas de los despachos acristalados en los que trabaja gente como Stephanie Shannon, una alta directiva de Google que se encarga de toda la parte de datos de la campaña, o Huma Abedin, la confidente de Clinton. Quien no suele pasar por allí es la propia candidata, quesolo hizo una visita en noviembre, para reunirse con becarios, aprovechando un discurso que dio en el Consejo de Relaciones Exteriores.
Son 400 personas las que trabajan en este cuartel general. La división del espacio revela la tremenda sofisticación de una campaña en Estados Unidos. Junto al despacho de Abedin (que a veces también usa el máximo responsable de la operación, el ex jefe de staff de Bill Clinton, y ex asesor de Barack Obama, John Podesta) está el área de Analytics.
Ahí hay que tener cuidado al hacer fotos a las pantallas de los ordenadores, porque esos 20 ó 30 expertos en datos desmenuzan toda la información para identificar a los votantes: dónde están, qué quieren, a qué mensajes responden... Desde la campaña de Barack Obama de 2012, esta sección es el corazón de toda campaña en EEUU.
Justo en la otra punta de la sala, junto al despacho de Shannon, está el área deTecnología, que se ocupa tanto de las comunicaciones internas como de mantener y mejorar las webs. En medio se encuentran los departamentos de Viajes, Política(hay que construir relaciones con todos los Estados y todos los grupos de interés),Documentación, Investigación, y Comunicación, lo que incluye desde redes sociales hasta prensa.
"Si no ganamos las primarias, no hay generales"
Ése es el Estado Mayor del asalto de Clinton a la Casa Blanca. Un asalto a la Casa Blanca que puede lograr un avance clave si, como auguran las encuestas, se impone en Nueva York. Pero, pese a esa favorable situación, la campaña sigue pensando en las primarias. "Si no ganamos en las primarias, no hay elecciones generales", señala Jorge Silva, que desde agosto pasado se encarga de toda la comunicación de la campaña con la prensa de habla hispana.
A su espalda, a la entrada de las oficinas, un enorme tablero va marcando, uno a uno, el número de delegados que Clinton va obteniendo. Al lado, otro incluye los nombres de los donantes. Dinero para obtener delegados. En dinero, Sanders va por delante. En delegados, Hillary lleva ventaja. Y ésa es la clave. "Ésta es una carrera que gana el que obtiene más delegados", declara Silva, mientras uno de los perros de los empleados le saluda efusivamente.
Pese a la cautela, la campaña está ampliándose. En el piso de abajo del edificio de oficinas que ocupa hay una pequeña sala donde se proyectan vídeos-"sobre todo para los becarios", explican-, y, al lado, señales de una gran obra. Ese piso está acondicionándose para que también sea ocupado en su totalidad por la campaña. Es un signo de que la operación de Clinton parece prepararse para las elecciones generales. Lo mismo que la información, publicada ayer por el diario 'Politico', de que el equipo de la ex secretaria de Estado ya está comprando espacios televisivos en los estados que pueden decidir la presidencia.
Pero, aunque Hillary parta como clara favorita tanto hoy como en el conjunto de las primarias-matemáticamente es casi imposible que Sanders pueda lograr más delegados que ella-en esta carrera ya ha habido bastantes decepciones en el campo de la ex primera dama, así que nadie canta victoria.
Silva recuerda la noche en la que Hillary fue triturada por Sanders en New Hampshire como un momento difícil, aunque, como comunicador experto que es-antes trabajó para el líder demócrata del Senado, Harry Reid, uno de los políticos con más bagaje y poder de EEUU-, da a la experiencia un toque positivo: "En New Hampshire fue donde le pudimos decir a los más entusiastas del equipo: '¿Veis? Os lo habíamos dicho. Esto no va a ser un paseo triunfal'".
Normalmente, la gente llega a trabajar a las 7 de la mañana y no sabe bien cuándo se irá. Amanda Renteria, la Directora Política Nacional de la campaña-más o menos, la 'número cinco'-reconoce que nunca llega a casa "antes de las 10 o las 11 de la noche", y aún entonces la jornada no se ha acabado: "Empezando a preparar lo del día siguiente...En realidad, el día nunca termina". Renteria coordina no una campaña, sino, en realidad, tres: la de Hillary, la de su hija Chelsea y la de su esposo Bill, que están jugando un papel central en las primarias en este estado al que la candidata representó en el Senado entre 2001 y 2009.
Turno de las elecciones primarias en Nueva York
400 personas trabajan en las oficinas de la campaña de la candidata demócrata, que hoy compite contra Bernie Sanders en Nueva York
Las claves de las elecciones estadounidenses
Por PABLO PARDO - Nueva York
Las oficinas centrales de la campaña de Hillary Clinton son como las redacciones de los periódicos en las películas-jóvenes de entre 25 y 35 años frente a ordenadores-, si no fuera porque algunos trabajan tumbados en cojines en los pasillos que unen los diferentes cubículos, lo que le da un aire de puntocom de Silicon Valley.
El sol de Brooklyn, en Nueva York, entra por las ventanas de los despachos acristalados en los que trabaja gente como Stephanie Shannon, una alta directiva de Google que se encarga de toda la parte de datos de la campaña, o Huma Abedin, la confidente de Clinton. Quien no suele pasar por allí es la propia candidata, quesolo hizo una visita en noviembre, para reunirse con becarios, aprovechando un discurso que dio en el Consejo de Relaciones Exteriores.
Son 400 personas las que trabajan en este cuartel general. La división del espacio revela la tremenda sofisticación de una campaña en Estados Unidos. Junto al despacho de Abedin (que a veces también usa el máximo responsable de la operación, el ex jefe de staff de Bill Clinton, y ex asesor de Barack Obama, John Podesta) está el área de Analytics.
Ahí hay que tener cuidado al hacer fotos a las pantallas de los ordenadores, porque esos 20 ó 30 expertos en datos desmenuzan toda la información para identificar a los votantes: dónde están, qué quieren, a qué mensajes responden... Desde la campaña de Barack Obama de 2012, esta sección es el corazón de toda campaña en EEUU.
Carteles con consignas para apoyar la presidencia de Hillary Clinton, en su cuartel de Nueva York. E.M.
Justo en la otra punta de la sala, junto al despacho de Shannon, está el área deTecnología, que se ocupa tanto de las comunicaciones internas como de mantener y mejorar las webs. En medio se encuentran los departamentos de Viajes, Política(hay que construir relaciones con todos los Estados y todos los grupos de interés),Documentación, Investigación, y Comunicación, lo que incluye desde redes sociales hasta prensa.
"Si no ganamos las primarias, no hay generales"
Ése es el Estado Mayor del asalto de Clinton a la Casa Blanca. Un asalto a la Casa Blanca que puede lograr un avance clave si, como auguran las encuestas, se impone en Nueva York. Pero, pese a esa favorable situación, la campaña sigue pensando en las primarias. "Si no ganamos en las primarias, no hay elecciones generales", señala Jorge Silva, que desde agosto pasado se encarga de toda la comunicación de la campaña con la prensa de habla hispana.
A su espalda, a la entrada de las oficinas, un enorme tablero va marcando, uno a uno, el número de delegados que Clinton va obteniendo. Al lado, otro incluye los nombres de los donantes. Dinero para obtener delegados. En dinero, Sanders va por delante. En delegados, Hillary lleva ventaja. Y ésa es la clave. "Ésta es una carrera que gana el que obtiene más delegados", declara Silva, mientras uno de los perros de los empleados le saluda efusivamente.
Pese a la cautela, la campaña está ampliándose. En el piso de abajo del edificio de oficinas que ocupa hay una pequeña sala donde se proyectan vídeos-"sobre todo para los becarios", explican-, y, al lado, señales de una gran obra. Ese piso está acondicionándose para que también sea ocupado en su totalidad por la campaña. Es un signo de que la operación de Clinton parece prepararse para las elecciones generales. Lo mismo que la información, publicada ayer por el diario 'Politico', de que el equipo de la ex secretaria de Estado ya está comprando espacios televisivos en los estados que pueden decidir la presidencia.
Pantalla en la que se muestran los resultados de Bernie Sanders y Hillary Clinton. E.M.
Pero, aunque Hillary parta como clara favorita tanto hoy como en el conjunto de las primarias-matemáticamente es casi imposible que Sanders pueda lograr más delegados que ella-en esta carrera ya ha habido bastantes decepciones en el campo de la ex primera dama, así que nadie canta victoria.
Silva recuerda la noche en la que Hillary fue triturada por Sanders en New Hampshire como un momento difícil, aunque, como comunicador experto que es-antes trabajó para el líder demócrata del Senado, Harry Reid, uno de los políticos con más bagaje y poder de EEUU-, da a la experiencia un toque positivo: "En New Hampshire fue donde le pudimos decir a los más entusiastas del equipo: '¿Veis? Os lo habíamos dicho. Esto no va a ser un paseo triunfal'".
Normalmente, la gente llega a trabajar a las 7 de la mañana y no sabe bien cuándo se irá. Amanda Renteria, la Directora Política Nacional de la campaña-más o menos, la 'número cinco'-reconoce que nunca llega a casa "antes de las 10 o las 11 de la noche", y aún entonces la jornada no se ha acabado: "Empezando a preparar lo del día siguiente...En realidad, el día nunca termina". Renteria coordina no una campaña, sino, en realidad, tres: la de Hillary, la de su hija Chelsea y la de su esposo Bill, que están jugando un papel central en las primarias en este estado al que la candidata representó en el Senado entre 2001 y 2009.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario