sábado, 18 de junio de 2016

Netanyahu, bajo el duro ataque de sus dos últimos ministros de Defensa

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en una reciente imagen en Jerusalén. REUTERS

ISRAEL Problemas internos en el Gobierno del país

Por SAL EMERGUI - Jerusalén


"Conozco a Netanyahu desde que tiene 20 años y su reacción de las últimas horas a mis palabras reflejan pánico. Él sabe que la cuenta atrás de su Gobierno ya ha empezado. Puede tardar dos meses o un año pero ya ha empezado". Con estas palabras en el principal telediario del Canal 2, el ex jefe de Gobierno (1999-2001) y ex ministro de Defensa (2009-2013) de Israel, Ehud Barak, intensifica su dura ofensiva contra el que fuera su soldado en una unidad de élite y, varias décadas después, su jefe en el ejecutivo, Benjamin Netanyahu.

"Hybris, radicalidad y ceguera han tomado el control del primer ministro y su Gobierno. Si no vuelven a la normalidad de forma inmediata, deberemos levantarnos de nuestros cómodos sillones y derribar el Gobierno ya sea a través de una protesta popular o con la papeleta en las urnas antes de que sea demasiado tarde", advirtió Barak negando que tenga intención de regresar a la política.

"Radicales que no votan al Likud se han hecho con el Likud. Netanyahu que ha hecho cosas buenas en el pasado debe rectificar. En el último año es un liderazgo débil y radical que fracasa en garantizar la seguridad, en evitar el desgaste de la democracia, en la gestión de las relaciones con EE.UU y en garantizar la posición de Israel en el mundo", añadió avisando que el camino de Netanyahu "va contra los ideales del sionismo".

La oposición a Netanyahu y la opinión que su único objetivo es la supervivencia política ha unido a dos ex jefes del ejército y viejos rivales: Barak (centroizquierda) y Moshé Yaalón (derecha). Éste último dimitió hace un mes como ministro de Defensa ante la intención-ya cumplida-de Netanyahu de sustituirle por el líder del partido "Israel Beitenu", Avigdor Lieberman, a cambio de la ampliación de su coalición.

El problema de Bibi no es Barak -con escaso apoyo popular- sino Yaalón que cuenta con muchos seguidores en el centroderecha. "Tengo intención de presentarme como candidato al liderazgo de Israel en próximas elecciones. El actual liderazgo debe cesar de asustar a sus ciudadanos y de dar la sensación de que estamos ante un segundo Holocausto", señaló Yaalón en su discurso en la Conferencia de Herzlia en alusión a a las advertencias sobre el plan nuclear iraní. "Si hay algo que no me deja dormir no son los convoys de armas que se dirigen a Hizbulá en el Líbano sino las fisuras abiertas en la sociedad israelí".

La reacción de Netanyahu no se hizo esperar. Para responder a Yaalon sobre los peligros que supone el régimen de los Ayatolás, recurrió a la hemeroteca en un mensaje especial ante las cámaras: "La seguridad es un asunto serio. No se puede decir hace cuatro meses en la Conferencia de Munich que Irán es una amenaza existencial para Israel y que no lo es hoy en la Conferencia de Herzlia. No se puede confiar plenamente en el liderazgo cuando eres parte de ella y lo opuesto cuando estás fuera".

El Likud replica que Yaalón y Barak "hablan desde la frustración con ataques políticos" y denuncia que no decían lo mismo cuando estaban en el Gobierno. "Se llenan la boca hablando de democracia pero no aceptan los resultados de las elecciones hace un año que dieron la victoria a Netanyahu", añade.

Respecto a las últimas declaraciones de Netanyahu y Lieberman a favor de la reanudación del proceso de paz y la creación de un Estado palestino, Barak fue rotundo: "Ningún líder en el mundo se cree una palabra de Netanyahu y su Gobierno".

"La inmensa y moderada mayoría quiere ver un liderazgo sensato que conduzca a Israel de acuerdo a su ética y no a encuestas y reacciones exacerbadas en las redes sociales", afirma Yaalón antes de acusar a su ex jefe -sin citar su nombre- de "alimentar los impulsos del miedo y sembrar la división entre judíos y árabes, entre derecha e izquierda con el objetivo de seguir en el poder y ganar un mes o un año más".
Consecuencias políticas

Esta dura ofensiva de Barak y Yaalón no derribará a Netanyahu a corto plazo. El líder conservador demostró en el pasado que puede imponerse incluso a las ácidas críticas del ex jefe del Mosad, Meir Dagan o del Shabak, Yuval Diskin. Pero sí reflejan el hastío de importantes sectores en Israel que abarcan desde la izquierda hasta la derecha más moderada hacia un dirigente que cumple una década en el poder (1996-1999 y 2009-2016).

¿Netanyahu es invencible en comicios? Barak lo niega y recuerda que él mismo le ganó de forma aplastante en 1999. Pero reconoce: "Tiene un talento significativo para la política y un gran talento para el engaño haciendo uso de una propaganda engañosa y capacidad de formar alianzas antes incluso de los comicios".

Según las encuestas, una nueva lista integrada por Yaalón y otros ex dirigentes del Likud enfrentados con Netanyahu como Gideon Saar, puede dar mucha guerra electoral. Hoy en día la alternativa a Netanyahu radica en el centro (Yair Lapid) o centro derecha (Yaalón) y no en la izquierda donde el partido laborista está de capa caída y dividido. Sobre todo tras las fracasadas negociaciones de su líder Isaac Herzog con Netanyahu para formar un Gobierno de unidad. "Herzog sigue empeñado en ser ministro de Exteriores y formar parte del Gobierno reivindicando las iniciativas regionales para reanudar el proceso de paz", afirman a EL MUNDO fuentes en el partido laborista integrado en el llamado "Campo Sionista".

Esta ofensiva de Barak y Yaalón, apoyada por algunos ex generales, pueden alimentar la llamada "masa crítica" anti Bibi de cara los próximos comicios. Por otro lado, el "mago de la política" hará todo lo que está a su alcance para seguir en la residencia oficial en la calle Balfour de Jerusalén.

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