martes, 26 de julio de 2016

EEUU Partido Demócrata

Sanders apoya sin ambages a Hillary y evita el colapso de la Covención Demócrata

Sanders hizo una demostración de unidad: dijo que no solo iba a votar a Hillary para parar a Donald Trump, sino por las cualidades de la candidata

PABLO PARDO Enviado especial Filadelfia  @PabloPardo1

"¿Es un inicio un poco complicado de la Convención?". Jorge Silva, el jefe de prensa para medios en español de Hillary Clinton, tiene muchas tablas. Así que cuando EL MUNDO le hizo esa pregunta, un cuarto de hora antes de que comenzara oficialmente la Convención Demócrata, ni se inmutó. Con su mejor sonrisa explicó: "Bueno, definitivamente es inesperado. No esperábamos este comienzo. Sin embargo, estamos contentos con las posiciones que ha tomado la todavía presidenta del Partido Demócrata de dejar su puesto después de la Convención y su decisión de no abrir la Convención. Y también estamos contentos con las negociaciones entre el senador Bernie Sanders y Hillary Clinton, y vamos a ver al senador Sanders pedir a sus seguidores que apoyen a Hillary, porque la única forma de alcanzar los objetivos por los que él hizo campaña es con Hillary Clinton y co. El programa con cambios para adaptarlo a las demandas de Sanders que ha hecho Clinton. Y que una elección de Donald Trump sería algo terrible".

Silva acertó. Es lo que pasa cuando se tiene información desde dentro.

La Convención arrancó como el Rosario de la Aurora. Ya cuando en la oración con la que se abrió se mencionaron las palabras 'Hillary Clinton', se desató una pitada y un abucheo de miles de personas. Cada vez que los primeros oradores decían esos dos términos, el Palacio de los Deportes Wells Fargo, que lleva el nombre del tercer mayor banco de EEUU, se venía abajo de los abucheos. Hasta el ex congresista Barney Frank, pionero de los derechos de los homosexuales y el hombre que patrocinó la mayor regulación de Wall Street desde la década de los treinta fue acogido con bronca. El número de búsquedas en Google de la palabra 'boo' (abucheo, abuchear) doblaron al que se había producido el jueves pasado, cuando en la Convención Republicana el senador por Texas Ted Cruz se negó a dar su apoyo al candidato de ese partido, Donald Trump.

Aquello parecía abocado al desastre. O, más bien, a que se resolviera a bofetadas. No es que el Partido Demócrata esté más dividido que el Republicano. Al contrario. Un sondeo de la clase sulfura Morningconsult pone de manifiesto queson los conservadores lo que están más irritados con su formación. Pero los demócratas cada día se parecen más a un partido socialdemócrata, y ya se sabe que la disciplina interna no está entre las cualidades de la izquierda.

El Partido Demócrata benefició a Hillary en campaña

La clave era que Hillary había robado las primarias con el apoyo del Comité Nacional Demócrata (DNC, según sus siglas en inglés), lo que había forzado a su presidenta, la aliada de Clinton Debbie Wasserman Schultz, a dimitir e incluso a cancelar in extremis su función como presidenta de la Convención, que es a lo que se refería Silva.

Y es que para Wasserman Schultz, meterse entre un grupo de seguidores de Sanders, de gente que sigue la máxima de 'Benie o Bust' -'Bernie o nada'- sería más peligroso que disfrazarse de foca y ponerse a nadar junto a un tiburón blanco en su Florida natal. Ella está en el centro de los 20.000 e-mails robados del DNC, posiblemente por la inteligencia militar rusa, y filtrados a WikiLeaks, que los publicó justo el viernes. En esos e-mails se demuestra que el DNC fue cualquier cosa menos imparcial en la disputa entre Clinton y Sanders, y trató de favorecer absolutamente de todas las maneras posibles a la ex senadora, ex secretaria de Estado y ex primera dama.

Así, el caos se adueñó de la Convención, hasta el punto de que el hashtag #DemsInDisarray (#DemocratasEnCaos) empezó a competir en Twitter con el oficial #DemsInPhilly (#DemócratasEnPhiladelphia).

Hasta que, poco a poco, las cosas empezaron a calmarse. El papel central lo jugó el propio Sanders, que envió un mensaje a sus seguidores afeandoles su conducta y diciéndoles que el pleno de la Convención no era el lugar para ese showretransmitido por todas las televisiones de EEUU. Después, los oradores cambiaron también el tono. Se hicieron menos institucionales. El senador Al Franken rememoró sus viejos tiempos de comediante de 'Saturday Night Live' y se burló de Trump. Astros Silva, una de las llamadas 'Dreamer' -jóvenes que llegaron a EEUU siendo menores de edad y que ahora se exponen a ser expulsado- puso la nota emocional.

Y Michelle Obama dio uno de sus característicos grandes discursos, celebrando la candidatura de Clinton. Incluso hasta pareció que se le rompía la voz por la emoción cuando dijo que "me despierto cada mañana en una casa construida por esclavos", en alusión a la Casa Blanca, y que "gracias a Hillary Clinton mis hijas dan por sentado que una mujer puede ser presidente de Estados Unidos".

El discurso de Michelle Obama que ha conmocionado a los seguidores demócratas WOCHIT (Vídeo)

Fue la primera ceremonia de la unidad. Después llegó la izquierdista senadoraElizabeth Warren, a quien el ala de Sanders del partido habría querido ver como candidata a vicepresidenta con Hillary. Pero Warren volvió a apoyar a Clinton sin rodeos.

Y entonces llegó Sanders. Para cerrar la noche su día ruso había levantado una expectación inmensa. ¿Se limitaría a criticar a Trump y a sugerir a sus seguidores que deben apoyar a Clinton como el 'mal menor'? Sanders, que hasta hace menos de un mes no declaró que apoya a Hillary, y que este lunes por la mañana fue abucheado por sus propios seguidores cuando reiteró ese respaldo, ¿qué iba a hacer?

Lo que hizo Sanders fue una demostración de unidad. Apoyó a Hillary sin ambages. Dijo que no solo iba a votar por Hillary para parar a Trump, sino por las cualidades de la candidata. Y el polideportivo se vino abajo. Literalmente, hubo gente que se puso a llorar.

"Necesitamos un liderazgo que nos una y nos haga más fuertes, no un liderazgo que insulta a los latinos, a los mexicanos, a los musulmanes, a las mujeres, a los afroamericanos, a los veteranos y enfermos para dividirnos. Por eso, Clinton debe ser la presidenta de EEUU", dijo Sanders, cuya tesis es que el movimiento de izquierdas que él ha lanzado, y que llegó a cuestionar la nominación de Hillary a la presidencia, debe continuar, pero dentro del Partido Demócrata.

Tres minutos de aplausos ininterrumpidos cerraron su discurso. Ahora, está por ver que sus seguidores acepten sus palabras. Pero lo que sí está claro es que Silva tenía razón. Sanders apoyó a Clinton. Y el Partido Demócrata, al menos esta noche, evitó el naufragio.

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