jueves, 14 de julio de 2016

Inédito Diego Rivera

Estudio de cabeza para el primer mural de Rivera en California. INBA

Diego Rivera quiso pintar a Lenin en un mural para el Rockefeller Center de Nueva York, a una tenista como símbolo de California, a los obreros deprimidos en plena Gran Depresión. Y lo hizo. Aunque las ampollas que levantó obligaran a la familia Rockefeller a destruir su pintura por ser explícitamente comunista y otro de sus murales fuera sacudido por una demanda. Hoy se exponen por primera vez algunos de los bocetos de su andadura en Estados Unidos. La obra inédita de uno de los pintores latinoamericanos más cotizados del mundo llega a la Ciudad de México.

Decenas de bocetos de los murales del pintor mexicano, realizadas durante su andadura estadounidense en los años treinta, se exponen por primera vez en la Ciudad de México. Foto: (Instituto Nacional de Bellas Artes)

Por ELENA REINA México

La mujer que retrató Rivera en varios bocetos antes de pintar su primer mural en Estados Unidos era la tenista Helen Wills Moody. El artista consideró que "la fortaleza de una mujer podría representarla a través de esta deportista", explica Erika Contreras, investigadora y organizadora de la exposición Diego Rivera: re-visiones de Norteamérica. La decisión de usar su rostro como símbolo de California despertó duras críticas y optó por cambiarle algunos rasgos en el trabajo final. Pero Wills seguía estando detrás de la mujer que abraza las "virtudes productivas" de la entidad norteamericana. Foto: (INBA)

La tenista olímpica Wills, fue retratada en diferentes posiciones para cubrir el techo del mural 'Alegoría de California'. Las críticas apuntaron directamente a que hubiera colocado como personaje central a una famosa de la época y no a alguien irreal que representara la generalidad de la región. Pero él destacó que la tenista olímpica había dado a conocer California en el mundo y que por su "inteligencia y juventud merecía ser tomada como símbolo del Estado", cuenta en un estudio Dina Comisarenco, especialista en el artista. Foto: (INBA)

La obra final en la Bolsa de San Francisco. Los bocetos previos le sirvieron a Rivera para completar el primer mural que pintaría en Estados Unidos en 1931, cuando ya era un artista reconocido en el país.

La obra 'Industria de Detroit' finalizada en 1933, en el Instituto de Arte de la ciudad. Uno de los murales favoritos de Rivera. El pintor tomó nota de la actividad industrial, entrevistó a los obreros, a los mayordomos y al personal administrativo. En siete meses elaboró los esbozos sobre la actividad dentro de la fábrica, de los trabajadores en acción, de la maquinaría y la organización de la producción. También se ayudó de unas fotografías para afinar el realismo en los detalles de las cadenas y las líneas de ensamble. Los bocetos previos a la obra ven la luz por primera vez en esta exposición. Foto: (INBA)

Retrato de Diego Rivera por el escultor estadounidense y japonés Isamu Noguchi en 1936. El artista conoció a Rivera y viajó a México atraído por la cultura prehispánica. Este retrato es un homenaje al pintor mexicano que se puede contemplar en la exposición de la Ciudad de México. Foto: (INBA)

La pintora y escultora estadounidense Louise Nevelson hizo este retrato de Rivera en 1932. Nevelson fue asistente del mexicano durante su polémica obra en el Rockefeller Center de Nueva York, donde quiso pintar a Lenin en uno de los símbolos del capitalismo estadounidense. La obra fue destruida en 1934 y la trasladó al Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México llamada: 'El hombre controlador del universo'. Sus trabajos en el país vecino se complementan con fotografías y documentos de aquella época, especialmente de San Francisco, Detroit y Nueva York entre 1930 y 1940, cuando es invitado a pintar en la Golden Gate International Exposition. Diego Rivera: re-visiones de Norteamérica estará disponible del 7 de julio al 30 de octubre en el Museo Mural del artista, en el centro de la capital mexicana. Foto: (INBA)

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