viernes, 14 de abril de 2017

El caso de la millonaria mina de litio en medio de la cordillera de Los Andes vendida por monedas

Comienza en las salinas ricas en litio de la provincia argentina de Salta y llega hasta Corea del Sur y Hong Kong, dejando un rastro de demandas judiciales e inversores descontentos. El drama refuerza una eterna enseñanza sobre volcar dinero a recursos naturales: lanzarse a la última moda, ya sea litio, uranio o petróleo, es un juego de alto riesgo. El proyecto en cuestión fue evaluado en US$ 1,400 millones, pero recientemente se vendió por US$ 44 millones.

Por BLOOMBERG


En lo alto de los Andes, en el noroeste de Argentina, se cuentan historias de fortunas amasadas con litio, el metal del interior de los iPhones y los Tesla que ha cautivado a los inversores globales desde Warren Buffett hacia abajo.

Esta no es una de esas historias.

Comienza en las salinas ricas en litio de la provincia argentina de Salta y llega hasta Corea del Sur y Hong Kong, dejando un rastro de demandas judiciales e inversores descontentos. El drama refuerza una eterna enseñanza sobre volcar dinero a recursos naturales: lanzarse a la última moda, ya sea litio, uranio o petróleo, es un juego de alto riesgo.

Hace apenas cinco años se dijo a los inversores que la compañía minera de litio Lithea Inc. pronto valdría US$1.400 millones. El mes pasado, sin embargo, luego de diversas batallas legales, una corte de Hong Kong dispuso el congelamiento de los activos de un empresario relacionado con Lithea en tanto se lo investigaba por deudas impagas.

El hombre en cuestión, Choi Sung-min, se incorporó temprano a la fiebre del litio. En 2009, su compañía Cordia Global Ltd., registrada en las islas Vírgenes británicas, obtuvo el control de Lithea por US$15 millones, según documentación judicial y de la empresa.

Tres años después, en pleno auge del litio, una presentación de Lithea a inversores valuó la participación de Choi en US$250 millones. Se pronosticaba que el valor se quintuplicaría con rapidez una vez que la compañía minera saliera a bolsa.

En ese momento entra en escena Kwon Ohjoon, el presidente de Posco, el gigante siderúrgico de Corea del Sur. Durante la gestión de Kwon, Posco había desarrollado un nuevo método de extracción destinado a acelerar el procesamiento de salmuera rica en litio, que en la actualidad lleva varios meses.
Evaluación de la mina

Posco contrató a una firma geológica que dirigía Herman Tso en Hong Kong para la evaluación de dos yacimientos en Argentina como posibles socios para su tecnología, incluida Lithea.

Resultó ser una opción controvertida. Apenas unos meses antes, Tso había tasado una mina de carbón rusa propiedad parcial de Choi, y su informe se usó para contribuir a obtener millones en deuda. Más adelante los inversores afirmaron que la mina no tenía valor alguno, y su propietaria, Siberian Mining Group, vio virtualmente desaparecer su valor de mercado en Hong Kong. El año pasado una corte de la ciudad dictaminó que Tso ni siquiera tenía autorización para la evaluación de minas.

Tso rehusó hacer declaraciones sobre el informe, mientras que Choi dice que ha actuado de forma adecuada. Posco dijo que se eligió a Tso porque era la opción más rápida y barata.Todo eso salió a la luz sólo después de la incursión de Posco en Argentina. En julio de 2013, Tso viajó a la provincia de Salta, cerca de la frontera con Chile y proclamó que el proyecto de Lithea era “técnicamente viable” y que tenía un valor de US$280 millones, según una copia de su informe a la que tuvo acceso Bloomberg.

Mientras Posco hablaba con Lithea empezaron a acumularse problemas para Choi. Lo investigaba la Corporación de Seguro de Depósitos de Corea (KDIC por la sigla en inglés), el organismo gubernamental que asegura los depósitos bancarios. Choi había garantizado varios préstamos de un banco coreano que había quebrado en medio de un escándalo, según documentos judiciales.

La KDIC trataba de recuperar el dinero y dijo que Choi había canalizado un préstamo de US$2 millones del banco quebrado a su mina de carbón rusa a través de distintas compañías.En una entrevista en Hong Kong, Choi rechazó la versión de la KDIC y dijo que en su mayor parte había usado dinero producto de una mina de Indonesia para financiar sus inversiones. En 2014 vendió su participación en Lithea por US$1,3 millones, menos de 1 por ciento del valor que Tso había dado a la compañía un año antes.

La intriga no terminó ahí. El comprador fue BMC Global Ltd., una firma registrada en las islas Vírgenes británicas y propiedad de un socio de Choi que había trabajado con él en Siberian Mining, según documentos de la empresa. Choi dijo que le vendió su participación a BMC debido a sus deudas con una entidad crediticia de Hong Kong y para no ocultarle activos a la KDIC.

Luego de enterarse de los problemas de Choi, Posco dijo que interrumpió las conversaciones con Lithea, aunque las reanudó a fines de 2014 al entender que Choi ya no participaría. Sin embargo, una foto en el sitio web de Posco muestra a Kwon y a Choi juntos en la mina argentina a principios de 2016. Choi dijo que actuaba como consultor. Posco dijo que Kwon, que tiene 66 años, no estaba disponible para una entrevista.
Apartamento en Manhattan

Al mismo tiempo, la KDIC siguió presionando a Choi. En febrero de 2016, una corte de las islas Vírgenes británicas acordó congelar activos valuados en 102.000 millones de wons (US$85 millones) propiedad de Choi y de seis firmas relacionadas con él, según documentos judiciales e informes bursátiles presentados en Hong Kong. La KDIC dijo que también obtuvo una orden para congelar un apartamento en Manhattan de Choi valuado en US$3,4 millones.

La empresa Posco-Lithea, mientras tanto, comenzaba a desintegrarse. Posco se retiró en septiembre con el argumento de un incumplimiento contractual, según surge de documentos judiciales de Hong Kong. BMC fue objeto de una demanda por parte de una firma acreedora, Tor Asia Credit Master Fund LP, según documentos judiciales de Hong Kong. La firma asesora del fondo, creada por el ex banquero de Goldman Sachs Chris Mikosh y un ex ejecutivo de Citadel LLC, Patrik Edsparr, rehusó hacer declaraciones.

BMC acordó el mes pasado la venta de Lithea a una compañía canadiense, LSC Lithium Corp., por US$44 millones. Una portavoz de LSC se negó a hacer declaraciones sobre la venta porque la transacción aún no se ha cerrado.

La venta cierra el círculo de la historia del yacimiento de litio argentino con un valor de alrededor del doble de lo que Choi pagó en 2009, muy por debajo de los US$280 millones de la valuación oficial de Tso, así como de los US$1.400 millones del audaz pronóstico de la presentación de Lithea. La mina aún no ha producido litio en un plano comercial.

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