martes, 4 de abril de 2023

Donald Trump se entrega a la justicia de EE.UU

Escrito por el editor Don Juan Carlos,

Saludos a todos

El caso de Daniels es solo una de las investigaciones que amenazan al expresidente, bajo escrutinio por presionar a funcionarios para anular la victoria de Joe Biden en 2020, con una llamada telefónica grabada en la que pedía al secretario de Estado "encontrar" suficientes votos para revertir el resultado. También es investigado por su posible papel en la insurrección del 6 de enero de 2021 en el Capitolio estadounidense, así como por el manejo y custodia de documentos clasificados tras abandonar la Casa Blanca.

Lo más relevante de este caso es que se está acusando a un expresidente de delitos penales y esto “es algo que no tiene precedentes”. El país se está dirigiendo por un camino que no había recorrido antes y eso puede tener consecuencias para la democracia.

Los presidentes de Estados Unidos “siempre han estado en un pedestal; incluso envueltos en escándalos”, han sido inmunes durante el cargo por la política del Departamento de Justicia e “incluso después, que esto no lo dice la Constitución”, “este tabú se ha roto”.

¿La imputación?

Además, se trata de una acusación que presenta un fiscal local, no el Departamento de Justicia, y esto también puede abrir la puerta a que los fiscales locales estatales también puedan hacer esto.

Igualmente, que esto “es un preludio de otras acusaciones que pueden venir”, como el caso de Georgia y casos federales como la incitación al asalto del Capitolio, que son “más sólidos e incluso podrían tener más implicaciones”.

Trump, es imputado por 34 delitos, ha tenido mucho éxito con la manipulación del miedo de la gente y sus incertidumbres de orden económico. Encuestas recientes muestran que el miedo al terrorismo está elevando los índices de aprobación de Trump como un líder potencialmente fuerte y más exitoso en la lucha contra los enemigos de los EE.UU. También, se burló y ridiculizó a los políticos liberales y conservadores; insultó a los hispanos, afroamericanos y musulmanes y, tras cada señal indignante, su popularidad aumentó.

De acuerdo con mi opinión, seguramente Donald Trump no será elegido presidente de Estados Unidos, pero ya ha mostrado que, incluso en Estados Unidos, canallas ambiciosos pueden ascender invocando el patriotismo, proyectarse como líderes populistas, degradar la cultura política demonizando a otros estadounidenses o, convencional, enarbolar el látigo de la xenofobia. Hemos visto diversos rostros de Trump a lo largo de la historia norteamericana. Un estridente, vulgar y narcisista aspirante a jefe salvador ha surgido de nuevo entre nosotros. Este miserable también es un inmigrante que creció en nuestra cultura política y social y NO lo merecemos.

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