sábado, 26 de noviembre de 2011

¿En qué están las Fuerzas Armadas?

Existen faltas de respuestas a una serie de hechos que han estremecido al país como el accidente de la isla Juan Fernández

Por María Cristina Prudant

Una sucesión de hechos que se han producido en los últimos años en el país han dejado al desnudo inusitados niveles de improvisación en las FF.AA. y falta de respuestas a hechos que han remecido al país. A raíz del terremoto del 27 de frebrero de 2010 se descubrió que no existía un plan de seguridad estratégico ni protocolos para actuar en situaciones catastróficas. El Estado Mayor Conjunto no ha tenido resultados que destacar y aún no se conoce su real desempeño. Esto demuestra que es necesario, al menos, una revisión de los procedimientos, coinciden los analistas




"El problema de las Fuerzas Armadas es que tienen doctrinas del siglo 19, para actuar en el siglo 21, con tecnología del 20. O sea, son obsoletas política y estratégicamente, con procedimientos y una cultura organizacional que se quedó completamente obsoleta de acuerdo con la realidad futura", sentencia el analista de Defensa Eduardo Santos.

En su opinión, las Fuerzas Armadas "se están preparando para volver a pelear la guerra del Pacífico con tanques Leopard y aviones F-16. Ahí está su problema estructural. Entonces, la cultura se les quedó atrás, la doctrina, los equipamientos militares, el entrenamiento, la relación con la sociedad, etcétera. Más que un país armamentista nos hemos transformado en un país coleccionista de sistemas de armas. No sabemos para qué juntamos tantos equipos, porque nuestras doctrinas no están acordes con la realidad actual. La doctrina de disuación que plantean las Fuerzas Armadas es absolutamente obsoleta e inadecuada para el Chile del siglo 21".

El especialista apunta directamente a que "la primera responsabilidad es del Estado. Aquí hay una falta absoluta de conducción política de la Defensa. La Concertación durante 20 años dio la sensación de que le estaba pagando el piso a las Fuerzas Armadas por haberle devuelto la democracia y le decían a todo que bueno. Pero ese punto se acabó. Ahora, efectivamente Chile tiene que remodelar, rediseñar su sistema de Defensa completamente para el siglo 21".

Críticas por desconocimiento

La visión del ex ministro de Defensa Francisco Vidal es muy distinta, ya que, a su juicio, la crítica en cuanto a revisión de la doctrina de los uniformados "es por desconocimiento. La doctrina de las Fuerzas Armadas está completamente revisada: Proviene de los libros de Defensa Uno, Dos y Tres hechos durante la Concertación". Según dice, lo único que está pendiente es la aprobación de la nueva Ley Reservada del Cobre y la reforma al sistema previsional de las FF.AA., que están arrojando un alto déficit.

En diálogo con Cambio21, Vidal hace un análisis en el largo plazo para comparar a las Fuerzas Armadas del 90 con las de hoy y demostrar que hay un avance significativo. "Si yo tomo las FF.AA. de 1990 y las comparo con las de hoy, es una distancia sideral. En 1990 eran comprometidas con el gobierno militar, comprometidas plenamente con la derecha política, y así lo demostraron en el plebiscito del 88, con un comandante en Jefe del Ejército hasta el año 98. Y lo que ha pasado en estos años ha sido un cambio relevante desde el punto de vista de su despolitización, de una creciente percepción ciudadana en que todas las encuestas dicen que son patrimonio del conjunto de la sociedad chilena (75%) y no como eran hacia los 90, que se percibían como de un sector de la sociedad".

El experto en Defensa Eduardo Santos, comenta a Cambio21 que, a su juicio, los uniformados se relacionan con el poder civil y político como lo hacían en el siglo 19. "Las Fuerzas Armadas no se dan cuenta de que el mundo y que Chile cambiaron. Muchos de nuestros ministros tienen el síndrome de Estocolmo (los rehenes se conectan emocionalmente con de sus captores). Los ministros de Defensa han terminado enamorados, no puede ser que un Francisco Vidal aparezca desfilando en un M109. Que Jaime Ravinet se haya pasado para el bando contrario. Esto también pasaba antes, Juan de Dios Carmona fue ministro de Defensa de Eduardo Frei Montalva y después terminó apoyando al gobierno militar. Efectivamente, aquí el gran déficit es la falta de una conducción política de la Concertación".

El diputado Patricio Hales, en cambio, hace un balance positivo de la actuación de los ministros de Defensa. "Creo que han tenido un gran éxito. Tres muy importantes. Primero: se hizo una lenta normalización del rol de las Fuerzas Armadas en un régimen democrático, con la supeditación al mando político, elegido por el pueblo. Segundo: se crearon condiciones para abrir investigaciones de decisiones oscuras, incluso de corrupción que nunca se habían podido hacer en dictadura, como los casos Mirage, Leopard, el caso Fragatas y los de derechos humanos. Tercero: la relación política que se logró establecer entre los gobiernos democráticos y las Fuerzas Armadas fue construyendo una doctrina común de país y de política de Estado para el respeto a los derechos humanos, que parecía impensable en 1989.

Problema doctrinario

Eduardo Santos hace un recorrido por una serie de situaciones que demuestran problemas doctrinarios de las Fuerzas Armadas. Recuerda hechos como el de Antuco y por el cual se castigó al mayor Patricio Cereceda (quien recientemente quedó en libertad). "Usted comprenderá que un mayor de Ejército no toma una decisión de ese tipo si él no entiende que está bien tomada, de acuerdo con la cultura organizacional que le inculcaron y le enseñaron sus jefes. Ese es un problema de doctrina del Ejército".

Continúa relatando que "después viene el Shoa, que no avisa del maremoto, levanta la alarma de éste y mueren 170 chilenos. Después la Fuerza Aérea manda un vuelo suicida al archipiélago Juan Fernández, donde mueren 21 personas. El año pasado mueren dos aspirantes a oficiales en un entrenamiento en el verano. Aquí hay un problema más complicado que ya no es de una persona, o sea, que el mayor Cereceda haya mandado a sus conscriptos a la muerte. Él lo hizo porque se sentía respaldado por la institución.Evidentemente, aquí hay un problema doctrinario", asegura.

En cuanto a la labor del Estado Mayor Conjunto, que se acaba de promulgar, el especialista dice que "las operaciones conjuntas las dirige el jefe del Estado Mayor Conjunto, pero resulta que tenemos una operación conjunta en Juan Fernández para rescatar el avión y ¿dónde está el jefe del Estado Mayor Conjunto? Estaba el ministro (Andrés) Allamand dirigiendo la operación, con el jefe de la Fach y el de la Armada. ¿Y el general Mardones?".

Para el analista, el problema de esta entidad es de las estrellas que tiene el general a cargo, ya que en la discusión en el Congreso la Cámara aprobó que tuviera cuatro, en cambio el Senado se opuso y la dejó en tres. El que más se opuso fue el entonces senador Andrés Allamand. "Aquí esta institución dirige las operaciones, pero tiene un grado menos asi es que las cosas funcionan con dificultad", explica Santos.

Para marzo del próximo año el ministro de Defensa se comprometió a promulgar lo que se llama una Nueva Estrategia de Seguridad de Defensa del País, que es un documento básico de la planificación de la Defensa con los objetivos de largo, mediano y corto plazo.

Comisión revisará antecedentes peligrosos

El diputado Patricio Hales (PPD) preside la Comisión de Defensa de la Cámara desde hace varios años y, como tal, se ha relacionado directamente con los temas de este sector. Es por ello que con motivo de una serie de antecedentes que califica como "peligrosos", creó una comisión, que funcionará durante seis meses, para analizar qué han hecho las Fuerzas Armadas después de todos estos hechos negativos en los que le ha cabido participación. Explica que obtuvo la unanimidad de la sala y todas las bancadas para que se creara una comisión investigadora de los procedimientos de seguridad y accidentes, normas y correcciones y lecciones en las tres ramas de las FF.AA.

Según Hales su inquietud nace "a partir de una convicción que me he ido formando en mi trabajo con las Fuerzas Armadas desde hace muchos años. Lo primero que hay es que, después que ocurren los hechos, se nos anuncia que de ahí se van a sacar lecciones y los organismos fiscalizadores como la Comisión de Defensa, la Cámara de Diputados, no hemos tenido absolutamente ninguna información respecto a cuáles son los cambios normativos o reglamentarios o conductas distintas derivados de los análisis respectivos".

El diputado destaca a Cambio21 el papel que cumplió el Ejército durante el terremoto, al contrario de lo que pasó con la Armada. Y enfatiza que "sin embargo, del Ejército no conocemos qué lección o resultado positivo ha tenido a partir de Antuco. Qué corrigió, que mejoró. O a lo mejor hay una conclusión más grave, y es que digan que no falló nada. Como parece que nos lo está diciendo la Fuerza Aérea y su comandante en Jefe con respecto al accidente de Juan Fernández, que parece que no ocurrió nada, que fue una maldad del destino".

El legislador recuerda algunos de los hechos ocurridos en el último tiempo que lo tienen preocupado: "El avión Pillán que cayó en mayo de 2010, donde murieron un marino y un miembro del Ejército. Y el marino que murió este año cuando hicieron el ejercicio delante del presidente, cuando la bomba debía ser simulada. No pasó nada tampoco. Fue una maldad del destino también. Y ¿qué pasó con el helicóptero que se le cayó a la Armada, donde murieron oficiales y se destruyó un material valiosísimo? ¿Y qué ocurrió con el Twin Otter que cayó en el sur y con el Dakota que cayó también? ¿Qué pasó con el suboficial de la grúa que se le dio vuelta el carro en Arica? Son todos datos que requieren una investigación más potente. Entonces uno dice: aquí hay algo que corregir", explicita.

También lamenta la falta de fiscalización y "la poca cultura de rendir cuentas al mando político". Espera que esto cambie con la comisión investigadora que está pronta a iniciar sus acciones.

Otro tema crucial para el parlamentario es el control político que debiera existir hacia las fuerzas armadas y no el dominio militar que se percibe, donde los civiles se sienten ignorantes en el tema. De hecho, el nombramiento por parte del gobierno del subsecretario de Defensa, Oscar Izurieta, ha tenido ciertas críticas de algunos sectores especializados en el tema, ya que a juicio de éstos deja de manifiesto la imcompetencia civil militar luego de más 20 años de democracia.

El diputado Hales asevera que hay responsabilidad de ambas partes, porque existe "una débil cultura militar de rendición de cuenta al mando político. Y también hay un precario aprendizaje, a su vez, de parte de la propia conducción política, es decir, ministerios, ministerio de Defensa, Parlamento, para ir exigiendo la rendición de cuentas adecuada, como se exige en otras áreas de la administración del Estado con bastante firmeza".

En ese sentido, Hales destaca la legislación que se promulgó con la presidenta Michelle Bachelet: "Es la primera vez en la historia de Chile que se hace una ley orgánica para el ministerio de Defensa. Felizmente, establece por ley determinados controles que obligan al mando político y al Parlamento a una responsabilidad. Pero eso requiere una disposición de todas las partes. Salió la nueva Ley, pero el nuevo gobierno lleva dos años con la obligación de haber establecido el reglamento público de proveedores. Sin embargo, el mando político no ha cumplido con instalar el reglamento de proveedores, elemento que es clave para la transparencia y el buen funcionamiento de las fuerzas armadas y a la rendición de cuentas de sus actos, lo que es gravísimo".

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