lunes, 12 de marzo de 2012

INTERNACIONAL/Maradona quiere volver a Italia, pero el fisco le «hace sentir como un ladrón»

«Quiero abrazar Nápoles. La echo de menos», afirma el exfutbolista argentino, que debe 40 millones de euros y al que ya se le confiscaron en el pasado dos Rolex y un pendiente de oro, vendidos en subasta

ÁNGEL G. FUENTESAGFUENTES1 / CORRESPONSAL EN ROMA
Día 12/03/2012 - 11.00h

Diego Armando Maradona quiere volver a Nápoles, driblando al fisco. El Pibe de Oro debe unos 40 millones de euros a la hacienda pública y, en consecuencia, a todos los italianos (13 por impuestos no pagados mientras jugó en el Nápoles, entre los años 1984 y 91, y el resto por intereses acumulados en más de 20 años, hoy a razón de 3.000 euros diarios). Maradona ha hecho a los medios italianos una declaración de amor a la ciudad de Nápoles, donde era un «semidios», pero en el fondo se trata de un mensaje al fisco italiano: «No soy un evasor. Quiero abrazar Nápoles. La echo de menos. Quiero poner fin a los equívocos y a las injusticias. Pido el erario público de ser más humano».

«Cada vez que vuelvo a Italia –clama Maradona-, el fisco me hace sentir como un ladrón. Pero yo no he robado nada a Italia. Me gustaría mucho entrenar al Nápoles, y podría intentarlo si el fisco no me obligara a pagar 40 millones de euros”. Pero el gobierno Monti, en lucha contra la evasión fiscal, no quiere conceder “ningún privilegio”, ni siquiera a la “mano de Dios”.

Dos Rolex y pendiente, subastados

Si Maradona piensa volver a Italia, mejor que se quite el pendiente y el reloj, para evitar experiencias pasadas. En el 2006, la guardia de finanzas le confiscó dos Rolex, que fueronsubastados y comprados por algunos «tifosi» napolitanos para devolverlos a su ídolo. En el 2010 se le retiró su pendiente de oro, valorado en 4.000 euros, vendido también en subasta por 25.000 euros. Igualmente, el fisco le retuvo la compensación económica que le pagó la Radiotelevisión pública italiana (RAI), por su participación en el programa «Bailando con las estrellas».

Maradona ha debido así aprender que en Italia los impuestos se pagan. Mejor dicho, los pagan los trabajadores por cuenta ajena. Salvo que pase por caja cargado de millones, parece imposible el último «dribling» para el más sublime intérprete planetario de pases magistrales.

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