MIGUEL JIMÉNEZ Madrid 5 MAR 2012 - 00:14 CET
La liquidez se ha convertido en un bien más preciado que nunca. Tras una etapa de dinero fácil y barato, la sequía de crédito y el frecuente cierre de los mercados de deuda asociados a la crisis financiera han forzado a las empresas que pueden permitírselo a atesorar liquidez para hacer frente a cualquier imprevisto. Las cuentas de 2011 muestran que las grandes empresas no financieras acumulaban posiciones de tesorería récord al cierre del ejercicio.
Un estudio realizado por EL PAÍS de los balances consolidados de las 26 empresas españolas no financieras del Ibex 35 muestra que cerraron 2011 con 21.827 millones de euros en caja y 18.344 millones más en otros activos financieros equivalentes. En total, una cifra récord de 40.171 millones, a la que habría que sumar las líneas de crédito concedidas pero no dispuestas que dan a la mayoría de esas compañías holgura extra con la que hacer frente a sus necesidades de tesorería y sus vencimientos de deuda.
Más de la mitad de las firmas superan el listón de los 1.000 millones disponibles
Las empresas más solventes y con acceso a los mercados de deuda han aprovechado las ventanas en que los inversores han estado receptivos para realizar emisiones. Además, muchas de ellas han recortado el dividendo o han optado por fórmulas que implican el pago de buena parte del mismo en acciones de nueva emisión, con lo que apenas consumen caja. También han sido frecuentes las ventas de activos no estratégicos. Los directores financieros tratan de tener a su alcance liquidez suficiente para hacer frente a todos los vencimientos del ejercicio. Eso les blinda frente a posibles dificultades de crédito o también frente a problemas de pagos por parte de clientes, entre ellos las Administraciones públicas, que adeudan entre 30.000 y 40.000 millones.
Precisamente, la empresa del Ibex que cerró 2011 con mayores pérdidas fue Sacyr Vallehermoso y la mayor parte de esas pérdidas fueron minusvalías por la venta (o dación en pago) de la mitad de su participación en Repsol, al no ser capaz de refinanciar la deuda asociada a esa inversión.
Inditex tiene la posición de tesorería más holgada de todas las empresas
Las grandes empresas prefieren mantener una liquidez superior a sus necesidades de tesorería, aunque eso tenga un coste de oportunidad, pues normalmente la rentabilidad que sacan a esa liquidez es inferior al coste de financiar su deuda. La posición de tesorería más holgada de todas las firmas españolas le corresponde a Inditex. Aún no ha publicado sus cuentas de cierre de año, pero hasta julio tenía 2.901 millones, con la singularidad de que el grupo de Zara no tiene vencimientos a los que hacer frente, pues no tiene deuda financiera. En términos absolutos, el grupo que declara una mayor posición en caja, cuentas bancarias y activos financieros equivalentes es ACS, con 4.155 millones. Sin embargo, ACS tiene imposiciones a corto plazo por 1.140 millones que son cantidades aportadas para la cobertura de ratios en el derivado (equity swap) de Iberdrola.
La siguiente con más tesorería es Telefónica: 4.135 millones la posición en caja y equivalentes, pero en la conferencia con analistas aseguró que su posición a cierre de año era de 5.100 millones sin contar el dinero en Venezuela (país del que pudo sacar unos 150 millones en 2011, pero en el que tiene atrapados cientos de millones). Además, durante 2011 la empresa que preside César Alierta aumentó en 1.000 millones las líneas de crédito, con lo que tiene disponibles 10.100 millones.
Disponer de líneas de crédito es el otro seguro de las cotizadas
Junto a la acumulación de caja, esas líneas de crédito no dispuestas son el otro seguro de las empresas. Endesa, por ejemplo, además de unos 2.800 millones en efectivo y equivalentes, contaba con 8.900 millones en líneas de crédito disponibles de forma incondicional. La compañía explicó a los analistas que, sin contar Enersis, su liquidez cubre 50 meses de vencimientos de deuda. Por su parte, Iberdrola dispone en total de más de 9.300 millones. Gas Natural, no solo ha aumentado considerablemente su posición de caja hasta los 3.100 millones, sino que además dispone de financiación bancaria y líneas de crédito disponibles por 4.200 millones. La firma eleva sus “disponibilidades de liquidez” a 13.263 millones, pero computando capacidad para emitir deuda por importe de 5.963 millones.
La mayor excepción a la tendencia a acaparar liquidez por parte de las empresas que pueden permitírselo es Repsol. La petrolera redujo su posición de caja de 6.448 a 2.677 millones en 2011. Se debió principalmente a la compra de un 10% de su capital procedente de Sacyr. Pese a ello, Repsol cerró 2011 con recursos en efectivo y otros instrumentos financieros líquidos y líneas de crédito no dispuestas que cubren el 49% de la totalidad de su deuda bruta. El grupo disponía de líneas de crédito no dispuestas por 5.482 millones. Además, en enero ha restituido en parte su posición de liquidez al vender un 5% de su capital por 1.364 millones.
La mayor excepción en la tendencia a acaparar dinero líquido es Repsol
Otra de las compañías que ha acabado el ejercicio con una fuerte posición de tesorería es Abengoa, gracias sobre todo a la venta de Telvent y de líneas de transmisión eléctrica en Brasil y a la ampliación de capital llevada a cabo el año pasado.
Más de la mitad de las empresas superan el listón de los 1.000 millones de euros de tesorería. Una posición de caja reducida no siempre es sinónimo de debilidad. Compañías con poca deuda como DIA, Ebro o Mediaset o con flujos de caja muy predecibles como Red Eléctrica pueden permitirse posiciones de tesorería reducidas. En otras, el descenso de la posición de caja puede ser el preludio de problemas.
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