Ciudad Juárez, México – Héctor Murguía, el alcalde de esta ciudad fronteriza azotada por la guerra contra el narcotráfico desde hace cinco años, dice que la Iniciativa Mérida, el paquete de ayuda de los EE. UU. de $1,400,000,000 destinado a asistir en la lucha contra las drogas en México, no tuvo ningún efecto a nivel local.
"No vemos que el plan Mérida haya aportado ningún beneficio", dijo Murguía desde su oficina en un tercer piso, a dos cuadras de la frontera estadounidense con El Paso, Texas, una de las ciudades más seguras de los EE. UU.
La Iniciativa Mérida, firmada por el Congreso estadounidense en 2008, estipuló que no se enviaría dinero directamente a México, sino que se daría en forma de entrenamiento y equipo.
El paquete también exige que México promulgue una reforma judicial, fortalezca las instituciones gubernamentales y respete los derechos humanos y el estado de derecho… reformas que —opinan muchos— todavía no se han llevado a cabo.
“Estados Unidos es el mayor consumidor de drogas y su paquete de ayuda no es suficiente para hacer lo que esperan que hagamos; sin embargo, los medios norteamericanos critican duramente a Juárez”, dijo Murguía con frustración. “Esta gente tiene que ser más responsable y no criticar lo que no conocen”.
Murguía dijo que su ciudad necesita empleos y mejores servicios sociales, los que ahora están sacrificados y contribuyen a que haya delincuencia.
“Siento compasión por el joven de 17 años que elige una opción muy mala porque está lleno de ira y odio por no tener ninguna oportunidad”, afirmó Murguía.
Señalando hacia El Paso dijo que esa ciudad tiene menos del 50 por ciento de los 1,800,000 habitantes de Juárez, pero que el presupuesto operativo del El Paso casi cuadruplica el de la ciudad mexicana. Ciudad Juárez funciona con un presupuesto anual de $228 millones. Su departamento municipal de policía, que consta de 2,500 oficiales, consume el 60 por ciento del presupuesto, agregó.
Ciudad Juárez recibe, para cubrir sus costos, solo un 4 por ciento de cada peso gravado. Murguía dice que la ciudad necesita un 20 por ciento solo para brindar los servicios básicos.
Beto O’Rourke, ex miembro del concejo municipal de El Paso, concuerda con Murguía.
“Esta suma de $1,400,000,000 ha sido un desperdicio de dinero norteamericano porque la metáfora de la 'guerra' ha perpetuado la mentalidad de resolver la violencia con más violencia”, dijo O’Rourke.
Pero el congresista Silvestre Reyes (D-TX), contrincante de O’Rourke en la contienda por el escaño del distrito parlamentario 16 de Texas, y uno de los autores del plan Mérida, respalda la iniciativa.
En un debate televisado en la cadena KVIA de El Paso, una filial de ABC, el pasado 29 de mayo Reyes dijo que el plan Mérida estaba funcionando.
“Compartimos una frontera de 2,000 millas con México y es de interés vital para nosotros”, expresó Reyes. “Se está progresando. La violencia ha disminuido alrededor del 40 por ciento en los últimos seis u ocho meses”.
Reyes dijo que la Iniciativa Mérida debería continuar con el próximo gobierno.
La cifra de muertes relacionadas con la guerra contra el narcotráfico se ha disparado en México desde que el presidente Felipe Calderón lanzó una ofensiva militar contra los carteles de la droga en 2006. La guerra con los narcos ha cobrado más de 50,000 vidas, más de 10,000 solamente en Ciudad Juárez.
Calderón envió fuerzas militares a Juárez en 2008 para controlar la violencia. La tasa de asesinatos ha descendido más del 60 por ciento desde 2011, cuando el ejército mexicano comenzó a reducir su presencia.
En Ciudad Juárez hay 600 oficiales que, en turnos de ocho horas, patrullan las calles de la que ha sido llamada "capital mundial del asesinato", un término que para Murguía es injusto, dado que su policía tiene que hacer su trabajo con recursos limitados.
Dijo que para una ciudad de ese tamaño y con los actuales problemas de delincuencia debería haber, como mínimo, 10,000 policías en la calle, pero que no puede afrontar el gasto.
“No tenemos los recursos para combatir la delincuencia aquí”, acotó Murguía.
Murguía dice que sería mejor usar un paquete de ayuda como la Iniciativa Mérida para complementar el presupuesto de la policía municipal y fomentar los servicios sociales a fin de frenar el reclutamiento por parte de los carteles de Sinaloa y Vicente Carillo Fuentes, enfrentados en una batalla para controlar la lucrativa ruta de la droga a los Estados Unidos.
Los carteles compiten entre sí para reclutar gente con pandillas callejeras que han convertido gran parte de la ciudad en un pueblo fantasma, obligando a empresas a cruzar la frontera para escapar la extorsión imperante.
“Ahí es donde necesitamos ayuda”, dijo Murguía. “Dennos empleos”.
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