La condena internacional crece en vísperas de la llegada del enviado de la ONU, Kofi Annan, a Siria
Naciones Unidas dice que la masacre es una violación del alto el fuego acordado con el Gobierno
Reino Unido pedirá una reunión del Consejo de Seguridad
La oposición dice que hoy se han registrado combates en las afueras de Damasco
AGENCIAS Damasco 27 MAY 2012 - 13:27 CET
Mientras crece la condena internacional por la matanza registrada en la población de Hula, en la provincia de Homs el pasado viernes, el Gobierno sirio ha negado hoy toda responsabilidad en la muerte de casi un centenar de personas, entre ellas 32 niños. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores sirio, Jihad Makdissi, ha desmentido las versiones de la oposición siria que culpa al Ejército de Bachar el Asad del bombardeo durante 12 horas en Hula antes de entrar con tropas y mercenarios para aplacar una protesta antigubernamental contra el régimen.
"No se ha usado ni artillería ni armas pesadas. El único interés de Siria reside en la protección de los civiles", ha asegurado Makdissi. "Mujeres, niños y ancianos murieron a tiros. Ese no es el sello del heroico Ejército de Siria", ha añadido en su breve comparecencia ante los medios desde Damasco.
Las imágenes de niños desmembrados y de hileras de cadáveres envueltos en sábanas recorren Internet, levantando una enérgica condena internacional. La Casa Blanca habla de "brutalidad", mientras que Reino Unido está coordinando una "fuerte condena internacional".
"Estamos horrorizados por los informes fidedignos de asesinatos, incluyendo apuñalamientos y ataques con hacha, de mujeres y niños en Hula", ha dicho en un comunicado una portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EE UU. "Acciones como esta masacre son testimonio "de un régimen ilegítimo que responde a la protesta política pacífica con una brutalidad indescriptible e inhumana".
El jefe de la misión de la ONU en Siria, el general Robert Mood, confirmó que existían indicios de disparos de tanque en algunas zonas de la ciudad, lo que coincide con la versión aportada por el Consejo Nacional Sirio, en la oposición. Mood condenó sin miramientos la violencia en esta localidad, situada en Homs, una de las provincias epicentro de la oposición al régimen. "Esto es una tragedia se mire por donde se mire", declaró el general Mood, quien atestiguó que la zona estaba repleta de impactos de "toda variedad de armas, ligeras, rifles, ametralladoras, artillería y proyectiles
de tanque", declaró.
La ONU ha confirmado que en el ataque murieron 92 personas, entre ellas 34 niños, muchos menores de 10 años. Londres ha convocado al encargado de negocios, Ghassan Dalla, para que rinda explicación sobre los hechos. Pero independientemente de la explicación del representante del régimen, el ministro de Asuntos Exteriores británico, William Hague, ha dicho que en un comunicado que solicitará "en los próximos días la celebración de una sesión urgente en el Consejo de Seguridad de la ONU". Para Reino Unido, su "prioridad más urgente es atribuir la responsabilidad absoluta de este horrendo crimen y, asegurar rápidamente que los responsables son identificados y juzgados".
Hague exige que "el régimen de El Asad garantice a la misión de observadores de la ONU un acceso completo e inmediato a Hula y a otras áreas de conflicto en Siria". Además, ha exhortado a Damasco a que "cese todas las operaciones militares", en consonancia con el plan de paz elaborado por el mediador de la ONU y la Liga Arabe en Siria, Kofi Annan.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que este "vergonzoso y brutal crimen" es una violación de los compromisos del Gobierno sirio de poner fin al uso de armamento pesado contra los centros de población. Egipto, la Liga Arabe y los países del golfo Pérsico se sumaron a la condena de la masacre, que según la agencia estatal siria SANA, es responsabilidad de "grupos terroristas armados".
Annan llegará el lunes a Damasco para reunirse con El Asad y miembros de su gobierno y analizar la situación y ver en qué estado está el proceso de alto el fuego, que, por lo visto, no se está cumpliendo. La violencia persiste en el país pese a la presencia en el terreno de los observadores encargados de verificar el cumplimiento del plan de Annan, que establece el fin de las hostilidades.
De acuerdo con datos de la ONU, desde marzo de 2011, cuando comenzó la revuelta contra el régimen de los Asad, más de 10.000 personas han muerto en Siria por la violencia, unas 230.000 se han desplazado de forma interna y más de 60.000 han buscado refugio en países limítrofes, como Turquía y Líbano.
Combates en Damasco
Las fuerzas del régimen de El Asad y los insurgentes se han enfrentado a primera hora de la mañana en un barrio de Damasco. El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha dicho que en la capital y su periferia se produjeron varias explosiones, una de ellas contra un vehículo de las fuerzas del orden que causó un número indeterminado heridos.
Los Comités de Coordinación Local precisaron que los enfrentamientos se desarrollaron en el barrio de Al Midan, en Damasco, mientras que la Comisión General de la Revolución Siria agregó que en esos choques se emplearon proyectiles de mortero.
Ambos grupos señalaron que también hubo combates entre los efectivos leales al régimen y los rebeldes en Hama (centro), donde se lleva a cabo una huelga general en protesta por la masacre de Hula.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario