martes, 25 de septiembre de 2012

China bota su primer portaaviones en plena escalada de tensión con Japón

Una patrullera costera de japón repele con cañones de agua a los pesqueros taiwaneses que se han adentrado este martes en aguas de las islas Senkaku. / YOMIURI SHIMBUN (AFP)

El buque tiene capacidad para lanzar ataques antimisiles
Decenas de barcos de pesca taiwaneses entran en el Archipiélago Senkaku
Patrulleras japonesas repelen la acción con cañones de agua

El archipiélago, propiedad de Japón , es reclamado por los tres países

JOSE REINOSO Pekín 25 SEP 2012 - 12:39 CET

Guardacostas de Japón y Taiwán se han enfrentado este martes con cañones de agua en los alrededores de un grupo de islas situadas en el mar de China oriental cuya soberanía ha sido en las últimas semanas motivo de fuertes protestas antijaponesas en China. El enfrentamiento se ha producido después de que decenas de pesqueros y patrulleras taiwaneses se acercaran al archipiélago, conocido como Senkaku por Tokio y como Diaoyu por Pekín, y casi medio centenar de ellos se adentraran en las 12 millas de la zona de exclusión de lo que Japón considera sus aguas territoriales, donde permanecieron varias horas. La escaramuza ha coincidido con una nueva muestra de poderío militar por parte de China, que hoy ha puesto en servicio su primer portaaviones.

Taipei, que también reclama el archipiélago, se suma así a un contencioso que ha situado las relaciones entre Pekín y Tokio en su nivel más bajo en las últimas décadas. Las islas Senkaku-Diaoyu están deshabitadas, pero se encuentran cerca de importantes rutas navieras, albergan ricos recursos de pesca y bajo sus aguas yacen recursos petroleros sin explotar.

La cadena de televisión pública japonesa NHK ha mostrado imágenes de un guardacostas disparando agua contra un barco de pesca taiwanés, mientras una patrullera enviada por Taipei respondía de la misma forma contra el barco japonés.

Taiwán tiene relaciones amigables con Japón, pero ambas partes están enfrentadas sobre los derechos de pesca en la zona. El archipiélago está controlado por Tokio desde 1895, pero tanto Pekín como Taipei aseguran que han heredado la soberanía histórica china sobre las islas, que, según dicen, se remonta a varios siglos. Pekín considera Taiwán parte de su territorio. La propiedad de las Senkaku-Diaoyu se ha convertido en un importante símbolo de identidad y nacionalismo para las tres partes.

Los barcos taiwaneses que se han acercado al grupo de islotes, entre los cuales hay 10 patrulleras forman parte de una flotilla de más de 60 pesqueros que salió el lunes de Taiwan para reivindicar la soberanía sobre el territorio y los derechos de pesca. En ellos, viajan unos 300 pescadores y 60 periodistas. “Haremos todo lo que haga falta para proteger a nuestros pescadores. No descartamos el uso de la fuerza para responder si Japón la utiliza”, ha asegurado Wang Chin-wang, director de la Administración de Guardacostas de Taiwán, en el Parlamento, informa France Presse. En algunas de las patrulleras, viajan agentes de élite armados.

La última gran intrusión en las aguas de las islas que administra Japón se produjo en 1996, según el servicio de guardacostas de este país. En aquella ocasión, 41 barcos con activistas de Hong Kong y Taiwán se internaron en las aguas del archipiélago con la intención de reivindicar su soberanía.

Tokio ha asegurado que está intentando gestionar el conflicto con Taipei con el mayor tacto posible y de forma pacífica, dadas las buenas relaciones existentes con Taiwán. Una relaciones muy distintas a las que mantiene con China, donde se han producido este mes multitudinarias manifestaciones antijaponesas, después de que el Gobierno japonés comprara tres de las islas en liza a su propietario privado, nacionalizándolas de hecho. Cientos de fábricas y negocios japoneses en China se vieron obligados a cerrar durante varios días tras haber sufrido ataques o en previsión de ellos.

El enconamiento de la disputa histórica por las Senkaku-Diaoyu coincide con la entrada en servicio del primer portaaviones chino, en el marco de los planes de modernización de su ejército. El barco, nombrado Liaoning en honor a la provincia en la que se encuentra la importante base naval de Dalian, es un antiguo barco soviético, que fue comprado a Ucrania. Tiene una eslora de 300 metros. Pekín confirmó el año pasado que lo estaba adaptando a sus necesidades, y ha asegurado que será destinado principalmente a formación y otros usos similares. Pero algunos analistas han afirmado que China está desarrollando aviones de combate y barcos de apoyo, que podrían hacer plenamente operativo el barco. La prensa china ha publicado fotos de aviones en su cubierta.

“La entrada en servicio del portaviones será de gran relevancia para situar la capacidad de lucha de la armada de nuestra nación en un nivel moderno”, ha asegurado el Ministerio de Defensa. “Será eficaz para defender los intereses de la soberanía nacional, la seguridad y el desarrollo, y para hacer avanzar la paz mundial y el desarrollo común”.

Aunque pocos expertos creen que la disputa territorial pueda conducir a un conflicto armado, no hay que descartar la posibilidad de que se produzca un choque violento en el mar, aunque no sea intencionado, que elevaría la tensión.

Representantes de los gobiernos de Pekín y Tokio se han sentado hoy en la capital china para suavizar una crisis que amenaza con pasar una elevada factura a las relaciones económicas entre los dos países. En el encuentro, el viceministro de Exteriores Zhang Zhijun ha afirmado a su homólogo japonés Chikao Kawai que “China nunca tolerará ninguna acción unilateral por parte de Japón que dañe la soberanía territorial china”. Zhang ha calificado la compra de las islas de “grave atropello de los hechos históricos y la jurisprudencia internacional”.

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